AUTOR: ENRIQUE LEGORRETA.
En este sentido, y ante el escándalo del desfalco millonario por parte de la compañía “Oceanografía” a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a un banco privado, un grupo de senadores del PAN condicionó su permanencia en la discusión de las leyes secundarias de la Reforma Energética si no se resolvía el tema del desfalco primero, a pesar de que podríaN estar involucrados servidores públicos de las administraciones pasadas.
Ahora, los panistas se han levantado de esta mesa de discusiones, lo que ha desatado un sinfín de juicios en contra de los legisladores, ya que han calificado su actuar como un chantaje, pese a que ya se habían iniciado los trabajos para desahogar las leyes secundarias.
Esto causó controversia, por lo que el senador del PRI, David Penchyna, quien además preside la Comisión de Energía, declaró que estos temas son cosas distintas, ya que no se puede mezclar asuntos tan trascendentales como lo es la Reforma y el escándalo mediático.
“Me parece una falta de respeto siquiera imaginar que esto pueda ser sujeto de un chantaje y me parece que cada quien responde por sus actos. Son dos temas por cuerdas separadas, que el que pretenda o los que pretendan atarlos uno al otro, jueguen con una perversidad terrible que los mexicanos no necesitamos”, señaló.
Otro de los involucrados en el mal llamado “Pacto por el Senado”, el coordinador Miguel Barbosa, reiteró la postura que ha mostrado su partido en el tema energético, pero destacó que la actitud de los panistas es condenable, ya que como declaró el senador Penchyna, no se pueden mezclar los temas.
“Condenable y desde luego orientada a provocar un asunto de chantaje. No estamos a favor de las leyes secundarias en materia energética, lo hemos dicho y vamos a votar en contra; pero sin duda, sin duda, que nosotros hemos tenido nivel de estadísticas, no hemos abandonado ningún debate ni hemos puesto ninguna condición para que las leyes del Congreso se expidan en su momento correspondiente”, comentó.
Este “problema” del abandono en la discusión energética le pega al PRI en su plan de llevar a cabo lo más pronto posible la aprobación de las leyes secundarias, ya que para aprobar una ley secundaria es necesario el voto de la mitad más uno del pleno, 65 de los 128 senadores que cuentan con curul.
Ese es el reto que enfrentará el PRI ya que cuenta con 54 legisladores, a estos se le suman los del Partido Verde con siete dejando un total de 61 legisladores, lo cual dejaría en buscar que legisladores de las demás bancadas, -sin contar al PRD, PT y Movimiento Ciudadano-, podrán dar los votos necesarios.
La situación se suma sin duda a la recién aprobada comisión del Senado para investigar precisamente ese tema, el de “Oceanografía”, el cual se mantendrá en trabajos en privado y declararán en su momento a los medios de información los avances que tiene esta mesa.
La comisión estará finalmente formada por 11 legisladores, cuatro integrantes del PRI, dirigidos por David Penchyna, tres del PAN, seleccionando a Roberto Gil Zuarth, Francisco Domínguez y Jorge Luis Lavalle; tres del PRD, que son Dolores Padierna, Angélica de la Peña y Mario Delgado, y uno del Partido Verde.
“Lo que tenemos que hacer no es un circo romano. Lo que tenemos que hacer es un trabajo serio y profesional; está claro quiénes han sido funcionarios públicos, de qué dependencia, de qué instancia y cuáles han sido sus pivotes de responsabilidad. Lo que creo es que esta comisión tiene que trabajar rápido y, por lo tanto, en su función limitada por la propia ley, por la Constitución, terminar rápido su tarea para coadyuvar con la autoridad competente”, detalló seriamente el senador Penchyna.
Al final del día, los panistas podrían salirse con la suya ya que en el senado sólo se tratará de entender que fue lo que pasó con este tema y si no se resuelve pronto las diferencias, el PRI se quedaría esperando el poder lograr aprobar las leyes secundarias en materia energética, lo que se prevé será un camino largo para la Cámara alta.
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