MÉXICO, D.F. (apro).- La activista Elvira Arellano, quien durante un año vivió en una iglesia de Chicago para evitar su deportación, reingresó al país del norte con una visa humanitaria.
En una entrevista telefónica, Arellano dijo que fue puesta en libertad poco antes de las 3 de la tarde en San Diego, junto a su bebé de cuatro meses y otros inmigrantes.
Añadió que salieron en libertad con visas humanitarias, de acuerdo con información difundida por la agencia AP.
El grupo es parte de un contingente de unas 150 madres, padres, niños y jóvenes procedentes de Centroamérica y México que llegaron a Tijuana para cruzar hacia Estados Unidos y pedir a las autoridades de inmigración que les autoricen reingresar por razones humanitarias o asilo.
“Estamos felices de estar acá con otros compañeros que nos han apoyado. Vamos a seguir luchando para que otros padres y madres también puedan salir en libertad”, dijo Arellano, quien estaba acompañada por Dulce Guerrero, dirigente principal de la campaña para reingresar al grupo a Estados Unidos.
La activista agregó que se quedará por lo pronto en la frontera de San Diego, pero que planea regresar a la iglesia Adalberto Metodista Unida de Chicago, donde se refugió en 2006 para tratar de evitar que las autoridades de inmigración la deportaran, y agregó que el próximo mes tiene una cita con un juez en Chicago.
Las autoridades la detuvieron afuera de una iglesia en el centro de Los Angeles en 2007 y la deportaron, de acuerdo con activistas del Movimiento Santuario, movilización religiosa que luego dio albergue a otros inmigrantes del país emulando el ejemplo de Arellano.
La Policía de Inmigración y Aduanas no quiso emitir comentario y refirió a AP con el Departamento de Seguridad Nacional, que no contestó inmediatamente un mensaje que le dejó la agencia.
La activista de 38 años pidió visa humanitaria el martes en la garita de Otay Mesa, en San Diego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario