FUENTE: PROCESO (REDACCIÓN)
MÉXICO, D.F., (apro).- José Manuel Mireles Valverde, líder y fundador de autodefensas en Michoacán, llamó a los líderes comunitarios a “impedir la desunión sembrada desde afuera”.
A raíz del conflicto originado por la captura de Hipólito Mora, otro de los líderes fundadores de las autodefensas, por su presunta coparticipación en el asesinato de dos comunitarios afines al grupo de Luis Antonio Torres, Simón El Americano, Mireles reiteró que se trata de un pleito personal añejo que lamenta mucho, pero “las autodefensas de Michoacán no nos dedicamos a resolver problemas personales, nuestra misión es otra: limpiar el estado de todo tipos de crimen organizado, el oficial y el no oficial”.
En un video difundido a través del canal de Grillonautas en YouTube, el médico cirujano sostuvo que a pesar de lo que se diga en los medios, siguen la muerte y la impunidad en Michoacán, y el gobierno, en lugar de protegerlos a ellos, sigue protegiendo a Los Templarios.
“Seguimos sin tener confianza en la autoridad, nos piden pruebas imposibles para supuestamente avanzar en las investigaciones y nos detienen a nosotros en investigaciones relámpago, sorprendentes por su velocidad.
“También nos prohíben la entrada a ciudades, pero no les prohíben la entrada a los Templarios y circulan por todo el estado sembrando terror y desolación. Por eso hemos seguido avanzando, por eso estamos organizando a la población para que vigilen sus pueblos, para que cuiden sus derechos constitucionales a la vida, a la libertad y a la propiedad”, justificó.
Refirió que cuando saben la ubicación de los delincuentes, avisan al gobierno, trabajan en coordinación con él, pero –subrayó– no están subordinados a él porque les han fallado por muchos años.
“Son muchos los agravios como sociedad, es mucho el dolor y es muy complejo sanar este tipo de heridas”.
Y advirtió:
“No es sembrando la división entre nosotros como el gobierno logrará cumplir con sus obligaciones de restablecer el Estado de Derecho. No es tratando de borrarnos del discurso como se dará la coordinación adecuada.
“Ellos, el Ejército, la Marina, la Comisión de Seguridad Pública, tienen la obligación de protegernos, estamos ayudándoles a hacer su trabajo, trabajo para el que fueron contratados por nosotros los ciudadanos”, dijo.
Mireles reiteró su molestia porque en la captura de Nazario Moreno, El Chayo, el gobierno no reconoció el trabajo de inteligencia de las autodefensas, quienes –sostuvo– arriesgan la vida en la sierra para atrapar a los capos.
Y pese a que la muerte del criminal fue un golpe al cártel, recalcó que faltan muchos acuerdos por cumplir de parte del gobierno.
“No es sólo capturar o abatir a los Templarios, se trata de desarticular su red de operación, la forma en que obtienen dinero, la remoción de los funcionarios cómplices de esta estructura criminal.
“No nos han dado ni una sola muestra de apoyo en ese sentido, ni una sola. Siguen en sus puestos Ministerios Públicos corruptos, siguen en sus puestos los alcaldes templarios, sigue en la Secretaría de Gobierno (Jesús Reyna), uno de los principales operadores de Los Templarios; siguen las extorsiones, siguen las venganzas…”.
Tampoco se ha hecho una sola gestión para liberar a los autodefensas presos, personas pobres, paupérrimas, abandonadas, detenidas por defender a su familia, apuntó.
“Son los templarios los que deberían estar presos. Esto nos causa una profunda indignación. Recuerden que si nosotros los perdonamos y nos rendimos, ellos no nos perdonarán a nosotros ni a nuestras familias”, advirtió a sus compañeros.
Por ello, llamó a todos los líderes, a sus compañeros de trinchera y a cada michoacano agraviado, que no permitan “la desunión sembrada desde afuera”.
“La justicia nos une y así seguiremos hasta lograr nuestra misión. Creemos pues, que a pesar de que nos quieren desaparecer, nos quieren meter en cárceles y nos quieren traicionar, la base, el pueblo, las mujeres, los hombres fuertes de Michoacán seguiremos unidos, seguiremos en una causa en común, seguiremos en pie de lucha y no pararemos hasta lograr la sociedad pacífica y justa a la que tenemos derecho”, concluyó.
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