FUENTE: SIN EMBARGO (REDACCIÓN)
AUTOR: Shaila Rosagel, Linaloe R. Flores, David Martínez y Marco Antonio Martínez
LINK: http://www.sinembargo.mx/11-03-2014/928055
Expertos en seguridad, activistas y políticos coinciden que la neutralización de dos de los capos más importantes de México evidencia el fracaso en la estrategia de seguridad del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa pero además, plantean, éste debe responder por las más de 70 mil muertes generadas durante la guerra contra el narcotráfico.
En menos de 15 días, el gobierno federal ha dado dos fuertes golpes en el mapa del narcotráfico en México. Primero con la detención del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, y después con el abatimiento de uno de los principales dirigentes de la organización criminal de Los Caballeros Templarios, Nazario Moreno González, “El Chayo”, a quien la administración calderonista dio por muerto en diciembre de 2010.
Los expertos también exigen que esto no sólo sea un golpe mediático y se castigue a todos los responsables que hicieron posibles las redes de complicidad del crimen organizado en el país.
“Si el Presidente Enrique Peña Nieto quiere dar un golpe certero a la delincuencia organizada del país, debe llamar a cuentas al ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa; al ex Secretario de Seguridad Pública, Genero García Luna, así como al ex Gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel, y al actual mandatario estatal, Fausto Vallejo Figueroa, pues de lo contrario los actos se quedarán sólo en golpes mediáticos, afirma Javier Sicilia, poeta y líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD).
“Calderón nos metió en un desastre del cual no podemos salir y esta estrategia que está siguiendo Peña Nieto es la misma que Calderón, más efectiva, pero no es la salida, porque mientras no hagan castigos ejemplares, mientras no esté dispuesta la clase política a sacrificarse y empezar a llamar a cuentas a un montón de delincuentes que han permitido este tipo de cosas –Calderón es uno de ellos–, muchos de su administración como García Luna, o el padrino de Peña, Montiel [Arturo Montiel Rojas] y el tipo que tienen ahorita, Vallejo [Fausto Vallejo Figueroa], no sucederá nada”, expone Sicilia.
El activista advierte que para que no quede en un golpe mediático, deben ser llamados a cuenta todos los responsables.
“Ellos [los políticos] tienen grandes responsabilidades. Entonces una estrategia donde los malos siempre están afuera no va a servir para nada, eso fue lo que demostró Calderón, además que era ineficiente. Peña tiene cierta eficiencia, pero con una estrategia que no llama a cuentas a quienes han ayudado a estos tipos a los que están atrapando ahora, sólo va a tener resultados mediáticos. En el Estado de México está su padrino Montiel, está el ‘Góber precioso’ [el ex Gobernador de Puebla, Mario Marín Torres] y Ulises Ruiz Ortíz [ex Gobernador de Oaxaca] para nombrar a los más conocidos. ¿Dónde están los Moreira?, no hay presidentes municipales llamados a cuentas, menos gobernadores, menos presidentes. Ahí están también una deuda que el Estado tiene con el país”, menciona.
EL FRACASO DE CALDERÓN
Martín Gabriel Barrón Cruz, profesor-investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), expresa que el reciente abatimiento de Nazario Moreno, debe propiciar un severo juicio social para el gobierno de Calderón Hinojosa.
“Es el momento en que debe ser llamado a cuentas desde las instancias, tanto de Seguridad como de Derechos Humanos”, comenta el experto que en el sexenio anterior se convirtió en uno de los principales críticos de la estrategia gubernamental para abatir al crimen organizado.
“El resultado de esta guerra inútil fueron los errores y en consecuencia, la suspicacia”, expone Barrón Cruz.
Por su parte, Julio Hernández Barros, académico del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana (UIA) y especialista en víctimas, dice que los dos golpes que dio el gobierno federal durante las últimas semanas, evidencian el fracaso de la política de seguridad pública del ex Presidente Calderón Hinojosa.
“La estrategia de seguridad de Calderón estuvo equivocada por querer combatir al narco con la fuerza con la única manera de hacerlo, eso generó en el país una ola de violencia, porque la utilizó como única táctica de seguridad, la fuerza bruta, además una serie de violaciones a los derechos humanos por las fuerzas del orden, lo que ellos llamaron ‘daños colaterales’. Esto que vemos ahora significa el fracaso de la política del sexenio pasado”, expone.
Edgar Cortez, investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), afirma que la guerra contra el narco de Calderón Hinojosa no sirvió de mucho porque no sólo no detuvo a los grandes capos, sino que tuvo un alto costo social y humano.
“Estos hechos [la muerte de Nazario y la detención de “El Chapo”] vienen a dejar en claro lo que muchos sostuvimos, que estaba teniendo un enorme costo social y humano [la guerra]. Los supuestos éxitos que daba como justificación el Presidente Calderón, no los eran. Él difícilmente tiene argumentos que le permitan sostener que su guerra fue un éxito y estas son evidencias que sustentan lo que habíamos dicho, que su guerra era un fracaso”, explica.
EL COSTO DE LA GUERRA
El poeta Javier Sicilia advierte que si bien la estrategia de seguridad de Peña Nieto es más inteligente que la de Calderón, ambas tienes un común denominador: se olvidan de las víctimas.
“Si es mejor la estrategia, pero Peña Nieto está borrando a la víctimas, tenemos a los capos, una justicia parcial, pero falta la justicia a las víctimas que son el gran dolor del país”, indicó Sicilia.
Para Barrón Cruz, el sexenio pasado fue un gobierno que privilegió el miedo en las poblaciones sobre el combate al narcotráfico, panorama que se muestra muy bien a través de los números. El investigador plantea que en la administración pasada ocurrieron 75 mil 276 detenciones, de las cuales, sólo dos mil 500 estaban vinculadas con el tráfico de drogas; es decir apenas el 3.3 por ciento, cuando la inversión para el combate a ese delito fue de casi 500 mil millones de pesos.
El especialista en seguridad Julio Hernández explicó que Calderón Hinojosa limitó su estrategia a la lucha frontal, a la militarización del país que dejó 27 mil desaparecidos y miles de muertos.
Explica que el uso de las tecnologías de geolocalización, fueron más eficaces que la utilización de las balas. “La solución de Peña se ajusta más a los estándares de una política de seguridad más moderna, en donde la inteligencia, tecnología, infiltración de la policía en el crimen organizado y uso de pruebas de carácter científico, son la forma de atacar a las bandas”, agrega.
LOS ERRORES DEL EX PRESIDENTE
En cuanto al hecho de que en dos semanas hayan caído dos objetivos que no hicieron en seis años, Edgar Cortez ve que la administración del Presidente Peña Nieto ha aprendido de los errores de su predecesor, pero pide que las detenciones vayan más allá del impacto mediático.
“Sin duda parece que evita cometer los errores que se cometieron en la administración anterior y entiendo la parte utilitaria que hay estas detenciones de personajes, pero no sabemos si va a lograr desmantelar su estructura administrativa, su acceso de recursos y es lo que sigue en pie y no sé si esta estrategia de cortar cabezas va a traer a largo plazo la posible multiplicación de cárteles e incremento de la violencia, pues entre más actores haya en el mercado de las drogas esa disputa va a traer más violencia”, alerta.
Por su parte, Netzaí Sandoval, abogado autor de la demanda ante la corte Penal Internacional de La Haya contra Felipe Calderón por crímenes de lesa humanidad, afirma que el gobierno de Calderón quedó mal al presumir como logros, algunas mentiras.
“El gobierno de Calderón queda como el hazmerreír del PRI [Partido Revolucionario Institucional] por presumir de ‘logros’ que eran burdas mentiras. Pero asesinar narcotraficantes no es signo de efectividad. La guerra de las drogas no se va a ganar con balas y detenciones”, detalla.
“No debemos celebrar la muerte. A los narcotraficantes hay que detenerlos y enjuiciarlos, no se les debe asesinar. Esta práctica sistemática de matar narcotraficantes podría llevar a sospechar de autorizaciones tácticas para realizar ejecuciones extrajudiciales. El caso resulta además un fiasco adicional para la administración calderonista que supuestamente ya había matado al mismo narcotraficante”, expresa.
Con él coincide, el investigador del Inacipe, Barrón Cruz, quien cuestiona otras detenciones hechas en el sexenio de Calderón. “La verdad oficial era que Nazario Moreno González, ‘El Chayo’, había sido abatido. En ese hecho, el gobierno jamás dio marcha atrás en su discurso. Pero si a él lo matan dos veces, ahora también hay duda de la muerte de Ignacio Coronel Villarreal, ‘Nacho Coronel’, así como de Heriberto Lazcano, conocido como ‘El Lazca’, cuyo cadáver fue robado”.
Por otra parte, Fernando Zárate Salgado, Diputado del PRD, consideró que esta experiencia demuestra lo endeble que era la administración calderonista para combatir al crimen organizado.
“Es consecuencia de toda la mala administración y la torpeza, negligencia, novatez de los funcionarios de Felipe Calderón. Me parece que las instituciones de los sexenios pasados eran un chiste, eran tan débiles las instituciones del Estado Mexicano que daban como resultado hasta la confusión de personas, y varios casos hasta ellos con dolo o mala fe sustituían identidades para intentar acreditar que combatían la delincuencia”.
El legislador perredista consideró que el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, junto con el titular del área de seguridad pública, Manuel Mondragón, deben identificar plenamente el cadáver de Nazario Moreno González, “El Chayo”, y después denunciar penalmente a funcionarios de la administración pasada.
“Es necesario que ellos mismos [Murillo y Mondragón], presenten las denuncias contra el gobierno anterior específicamente contra Genaro García Luna, Alejandro Poiré, y contra Felipe Calderón, por equivocaciones notorias en la justicia mexicana, es muy clara la violación a la Constitución”.
EL MAPA DEL NARCO SIN CAMBIOS
Pero los especialistas insisten en que no basta con detener, capturar o matar capos, sino combatir las redes de lavado de dinero de las organizaciones criminales.
En este tema, dice el investigador Barrón Cruz que si bien nota un cambio en la estrategia del combate al narcotráfico en el gobierno de Enrique Peña Nieto, dado que las fuerzas armadas tienen menos protagonismo, le parece que ni la detención de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, ni el abatimiento de Nazario Moreno, “El Chayo”, han modificado el mapa del narcotráfico en México.
Estima que el golpe espectacular ocurrirá cuando se ataquen las estructuras financieras que el narcotráfico tiene asentadas en el sistema mexicano y en algunos otros países. “La ruta del dinero debe ser clave”, insiste.
Sostiene que el fenómeno del narcotráfico está más vivo que nunca con más integrantes, así como nuevos líderes que emergieron con el ánimo de sustituir a los personajes que ya no están. “En este momento hay unas 80 células grandes repartidas en toda la República”, dice el profesor-investigador del Inacipe.
El académico de la Ibero, Julio Hernández, agregó que Calderón tampoco atacó la estructura económica de los cárteles del narcotráfico, ni persiguió sus cuentas a través de blindar los bancos.
“Si vas a sus dineros, cuentas, comunicaciones en lugar de un ataque frontal, los resultados son mejores y lo hemos visto, sin daño a la nación”, plantea.
Asimismo, el abogado Netzaí Sandoval pide que además de detener a los narcotraficantes, se les desarticulen sus redes de lavado de dinero.
“En el primer informe de Enrique Peña Nieto se ofrecen datos para comparar las dos administraciones y se señaló que en 2012 (con Calderón) se aseguraban semestralmente 206 millones de pesos y en 2013 –ya con la nueva administración– se aseguraban 212 millones de pesos. La diferencia es mínima por lo que no puede hablarse de un combate más eficiente al narco”, explica.
Y agrega que no hay un combate real si el negocio no termina. “La Cámara de Diputados estima que se lavan unos 10 mil millones de dólares en el sistema financiero mexicano, por lo que esas cantidades representan cerca del 0.2 por ciento del dinero que se blanquea en México. El lavado de dinero es enorme en el país y no hay un combate real”.
EL EQUIPO DE CALDERÓN
Por su parte, panistas rechazaron algún tipo de engaño de Calderón sobre “El Chayo” y reconocieron al Ejército por su segunda muerte.
El integrante del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés negó que haya habido un engaño de parte del gobierno panista de Felipe Calderón con el abatimiento de Nazario Moreno “El Chayo”.
“Cuando se informó se dijo que se había abatido pero que no se contaba con el cuerpo, ahora se ha informado y se ha mostrado el cuerpo. Yo creo que en ese momento se dio la información con la que se contaba”, justificó Cortés sobre la supuesta muerte de uno de los líderes de los Caballeros Templarios.
El gobierno calderonista informó que el fundador de La Familia Michoacana fue abatido en un enfrentamiento con fuerzas federales en 2010. La duda surgió cuando no mostró el cuerpo. El domingo pasado el gobierno de Enrique Peña Nieto informó que Moreno murió en un enfrentamiento y sí exhibió fotografías del cadáver.
El ex legislador resaltó que con Calderón se atrapó al “segundo” del narcotraficante abatido, José de Jesús “el Chango” Méndez, atrapado en 2011.
“Los resultados en su momento están a la vista de todos, en el caso de Michoacán el segundo de bordo de Nazario Moreno era ‘El Chango’ Méndez que fue detenido en la administración de Calderón”.
De acuerdo con el ex Diputado federal por Michoacán, el abatimiento de “El Chayo” se dio luego de que las autodefensas hicieron su aparición ante la incapacidad de los gobiernos estatales y el federal.
“Durante el periodo de Calderón la sociedad no tuvo que enfrentarlo abiertamente. Entonces ahora con el gobierno de Enrique Peña Nieto ante la incapacidad del gobierno del estado y la del gobierno federal es que la sociedad se involucra, arriesga su vida y entonces está en el frente de batalla y es hasta entonces que con esa información con que cuenta la Marina y el Ejército se pudo dar y encontrar a líderes de los cárteles como es ‘El Chayo’, pero es entonces cuando el hartazgo llegó a su límite, cuando las instituciones con esa información y colaboración de la sociedad se pudo dar”.
Cortés reconoció a la Marina y al Ejército por abatir a “El Chayo”. “Lo festejamos y lo reconocemos y esto ha sido un proceso largo que está rindiendo frutos y no lo escatimamos”.
Sin embargo, para la bancada de Acción Nacional en el Senado, fue un “ridículo” para la administración del Presidente Felipe Calderón haber declarado muerto a Nazario Moreno González, “El Chayo” sin las pruebas necesarias. Fue una imprecisión y falta de pericia del gobierno anterior que no opaca el récord de detención de capos de Calderón.
El líder de los diputados panistas, Luis Alberto Villarreal, reconoció que la administración calderonista pudo “cometer errores”, por lo que se pronunció porque los funcionarios implicados expliquen sus actuaciones, pero, sin prejuicios mediáticos.
Asimismo, la bancada de Acción Nacional en la Cámara de Diputados aseguró que serán los propios funcionarios públicos del sexenio del ex Presidente Felipe Calderón, que dieron por muerto a Nazario Moreno, deberán dar una explicación a los mexicanos.
“Ya será, tanto el entonces secretario de Gobernación, que entiendo –que lo ha estado haciendo– el licenciado Alejandro Poiré, él que tendrá que darle una explicación a los mexicanos y, en todo caso, quien fuera Secretario de Seguridad Pública Federal [Genaro García Luna] y la propia Procuradora de Justicia [Marisela Morales]”, afirma.
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