FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: Sanjuana Martínez.
La SEP ordenó que nos quedemos porque no hubo muertos, dice la encargada del plantel. Ecologistas exigen frenar la fractura hidráulica para hallar gas shale; derrumbes en más edificios.
General Terán, NL. Los niños de seis y siete años, de primero y segundo grados, caminaban en fila. De pronto un estruendo seguido de gritos de histeria asustó a todos. Los sismos habían cuarteado la escuela, pero nunca imaginaron que terminaría por dañar parte del techo.
Nos quedamos helados cuando vimos el derrumbe. De milagro los pedazos que cayeron no mataron a las criaturas. Y, como no hubo muertos, aquí seguimos.
Nos harían más caso, si nos hubiera pasado algo, pero como no quedamos enterrados, la SEP (Secretaría de Educación Pública) nos exige continuar en el mismo edificio, dice Verónica Garza Tamez, encargada de la escuela primaria Revolución, en el ejido El Llano, ubicado a unos 100 kilómetros al sureste de Monterrey, en la región citrícola, donde los temblores son más intensos.
Desde que Petróleos Mexicanos (Pemex) empezó a perforar cientos de pozos para extraer gas shale mediante el método de fractura hidráulica (fracking), los sismos se han multiplicado y han cuarteado las casas de alrededor de 200 habitantes, y decenas de viviendas y edificios se están derrumbando a lo largo de la Cuenca de Burgos, la reserva de gas natural más importante del país, que abarca 10 municipios de Nuevo León y comprende 402 pozos de los 652 perforados por Pemex.
Este municipio está rodeado por los trabajos de exploración de hidrocarburos que la paraestatal está desarrollando contratada por empresas trasnacionales extranjeras. Al norte colinda con Los Ramones, al oriente con China y al sur con Linares, Montemorelos y Tamaulipas, lugares que en conjunto, forman el epicentro donde se han registrado los sismos más fuertes.
En la zona se han perforado recientemente cuatro pozos de acuerdo con informes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía. Se trata de los pozos identificados como Arbolero 1, Durian 1, Tangram 1 y Kernel 1, destinados a la extracción de gas shale.
Los trabajos de Pemex coinciden con la actividad sísmica. Los pozos Tangram 1 y Kernel 1 se perforaron entre el 10 de abril y el 31 de diciembre del año pasado, lapso en que se registraron 71 sismos; mientras en Anáhuac se perforó el pozo Durian 1, entre el 14 de noviembre de 2012 y el 5 de julio pasado, periodo en que se registraron 15 sismos. Durante 2012 se efectuó el primer pozo, Arbolero 1, entre el 8 de enero y el 7 de julio. Ese 2012 hubo 89 temblores.
Sin responsables
Están perforando cantidad de pozos. No estamos tan brutos para no saber que estos temblores son por los pozos que Pemex anda haciendo. Son las consecuencias. Y nos dicen que van empezando. Al final, todos vamos a terminar enterrados, dice la maestra Verónica Garza Tamez, con nueve años en la escuela donde se produjo el derrumbe.
En este pueblo donde el porcentaje de analfabetismo entre los adultos es de 2.16 y el grado de escolaridad es de 7.45, la escuela Revolución, construida en 1940, alberga 40 niños en condiciones de inseguridad: Yo aquí estoy y mis niños también, pero Protección Civil me dijo que debería suspender las clases y desalojar. La SEP me dice que siga. Voy a seguir, pero no me hago responsable. A mí me tienen aquí. Si llega a pasar algo, yo ya avisé.
Los primeros derrumbes se están registrando en las casas y edificios más antiguos, como la escuela Miguel Valdés, donde han colocado muros de contención, pero los niños finalmente fueron reubicados en otro plantel: Que vengan los meros, meros y vean las condiciones. Nos exigen a todos calidad educativa; yo también quiero calidad en las instalaciones. ¿Cómo puedo tener calidad si estoy aquí? No tenemos agua, ni drenaje, mucho menos computadoras. Apenas tenemos luz. ¿Qué quieren?, expresa la maestra al terminar sus clases en un aula móvil, mientras los niños de tercero a sexto grados siguen tomando clases en el edificio dañado.
La inspectora de la SEP visitó el lugar y, pese al derrumbe, decidió continuar con las clases y guardar silencio, aunque los arquitectos que han evaluado lo sucedido dijeron que la escuela estaba en muy malas condiciones y que no iba soportar más temblores.
Los niños salen de los salones, corren por el patio y pasan cerca de la zona afectada por los sismos, que ha sido acordonada: Lo que quisiera es que tiren esta escuela y nos hagan otra. Después del derrumbe, tocábamos paredes y muros y tenían electricidad. Nos pusieron una nueva toma de luz, pero eso no soluciona el problema, todo el edificio está afectado. No nos hacen caso.
Nadie ha asumido los daños. Pemex, el gobierno de Rodrigo Medina y el gobierno municipal se deslindan: Todavía no sabemos quién se hará cargo de los gastos, porque no tenemos nada que se haya caído totalmente; hay cuarteaduras, pedazos que se caen, como el de la escuela, pero es por antigua, no por los sismos; no es tanto, opina el alcalde priísta de General Terán, Enrique César Delgado Cantú, al señalar que desconoce el número de pozos perforados por Pemex.
Ecologistas
Una veintena de organizaciones civiles, encabezadas por el Comité Ecológico Pro Bienestar, se declararon en contra del fracking utilizado por Pemex y el lunes 31 de marzo presentarán una solicitud al Congreso de los Diputados para exigir el fin de la perforación de pozos con ese método:
“Siendo del conocimiento público que la paraestatal Petróleos Mexicanos ha venido llevando a cabo procesos de fracking en algunos municipios del estado de Nuevo León, por ejemplo, Anáhuac, Los Ramones, y en Cuclillas, Tamaulipas, los cuales –inferimos– se efectúan con la anuencia de las autoridades de ambos estados, mismas que por ser realizadas soterradamente, han generado gran alarma y preocupación entre los habitantes de los municipios citados y con valentía han denunciado públicamente los estragos que tales actividades les originan y pone en serio riesgo su integridad, su salud, su calidad de vida y su patrimonio, efectos negativos de los cuales somos testigos la sociedad en general”, se asienta en el documento entregado a La Jornada.
Secreto de Estado
Los activistas critican el inexplicable silencio institucional y el secreto de Estado sobre el uso del fracking y piden la intervención de los diputados para determinar responsabilidades a fin de asumir los gastos por daños: “Exigimos a las autoridades competentes que se reparen de inmediato los estragos evidentes derivados de las actividades de fracking que realiza Pemex para obtener gas shale, y que se suspendan las mismas para evitar la pérdida de vidas humanas, la contaminación agresiva con que se está afectando el ambiente, así como el daño irreversible que está impactando nuestros recursos naturales”.
Los ecologistas, encabezados por Guillermo Martínez Berlanga, han solicitado la comparecencia ante el Congreso de Fernando Gutiérrez Moreno, titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Nuevo León: “Se ha rebasado exponencialmente el límite de sustentabilidad ambiental al efectuarse fracking en el estado; el Martínez Berlanga debe ser llamado a comparecer para que responda fehacientemente sobre el otorgamiento a Pemex de la o las autorizaciones que expidió para tales actividades y manifieste quién se hará responsable y pagará todos los daños ocasionados a la población afectada y quién se hará cargo del saneamiento de los espacios contaminados con sustancias tóxicas”.
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