FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: ALEJANDRO MELGOZA.
Tras la presunta práctica de los Caballeros Templarios en el tráfico de órganos, la organización Insight Crime detalló en un reporte que “no existe suficiente evidencia para verificar” dicha información, sin embargo, si se llegara a confirmar, esto sería una señal de que han “extendido su portafolio criminal”, lejos de lo pensado por las autoridades.
Michael Lohmuller, investigador de la organización dedicada al análisis del crimen organizado señaló: “…todavía no existe suficiente evidencia para verificar las afirmaciones de que los Caballeros están involucrado en una operación que requiere de un alto nivel de conocimientos médicos y contactos globales, lo que sería difícil de obtener para el grupo”.
El tráfico de órganos, agregó, no está generalmente vinculado a grandes grupos de crimen organizado, “sino que está a cargo de pequeñas redes especializadas que reclutan donantes en comunidades pobres y marginadas”.
Hasta el momento no existen pruebas fehacientes sobre esto, en sí fue declarado por Carlos Hugo Castellanos, secretario de Seguridad Pública de Michoacán, quien afirmó tras la detención de Manuel Plancarte Gaspar el pasado 7 de marzo que hay “varias” averiguaciones previas donde se le vincula con un grupo delincuencial dedicado al tráfico de órganos. Los únicos detalles aportados fueron: eligen a niños como objetivos, los secuestran y son llevados a casas de seguridad con equipo médico para realizar la extracción de sus órganos.
Por su parte, entre toda esta polémica, el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, dijo que el tráfico de órganos “no es tan grave en México, pero no queremos que sea más grave. No queremos que crezca”. Tampoco ofreció precisiones o reportes respecto a esta tipología delictiva. Nada de datos duros.
Lo anterior por un lado, empero, en el otro, el comisionado por la seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo, acusó a los Caballeros Templarios de antropofagia –específicamente corazones de infantes– para realizar rituales de iniciación que “El más loco” o “El Chayo” -conocido por ser el fundador de los preceptos templarios-, les imponía a sus subordinados.
Según el otrora procurador estrella en el gobierno mexiquense peñanietista, cuenta con testimonios de templarios que, según relatan, los “obligaban” a comer órganos de niños. Además, enfatizó, estos testigos estuvieron presentes cuando Nazario Moreno dio la orden con las siguientes palabras: “…hoy vamos a comer el corazón de una persona”.
Y es que precisamente surgió esta declaración de Castillo luego de que ayer el vocero de las autodefensas, José Manuel Mireles, dijera en entrevista que los narcotraficantes liderados por Servando Gómez “La Tuta” trafican órganos, como una de sus nuevas modalidades delincuenciales.
Pero… lejos de las noticias cuyo ánimo ha sido de morbo, sólo se cuentan con testimonios, no obstante, en el aspecto pericial o criminológico no se ha comprobado nada aún.
En dado caso que se tratara de tráfico de órganos, como ha señalado Insight Crime, tendrían que existir ciertas características tanto en especialistas como infraestructura médica para llevarlo a cabo. El ejemplo más claro serían las redes operadas por Costa Rica respecto a este delito.
Por último, este fenómeno criminal sobre hallazgos de cuerpos con sus órganos extraídos no es la primera vez, el padre Solalinde denunció el año pasado que se localizaron a migrantes violentados bajo el mismo patrón, culpó de ello principalmente a Los Zetas, los principales agresores cuando éstos van a bordo de La Bestia.
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