FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: RAÚL LINARES.
Un reciente estudio elaborado por las organizaciones Article 19 y Fundar, advierte que de los 5 mil 376 millones de pesos destinados a publicidad en los estados durante el 2012 (predominantemente invertido en medios impresos y electrónicos), por los menos 2 mil 833 millones de pesos no se sabe en qué, cómo y cuándo se destinaron; es decir, el 53 por ciento de los recursos.
Esta cantidad, por la opacidad en su uso, advirtieron, podría estar relacionada con la “censura” y la “compra de plumas”.
“Con base al estudio de campo, hemos observado que gran cantidad de los recursos que se usan de publicidad en los estados, está relacionados, directa o indirectamente, con el ‘chayote’.
“También vimos en algunos estados que los gobernadores invitan a los directores de medios, reporteros, a desayunos o rifas para el mejor periodista; pero vemos que, cuando éste se vuelve más crítico, dejan de invitarlo o a dejan de invertirle publicidad a sus medios”, advirtió, Ana Cristina Ruelas, Oficial del Programa de Acceso a la Información en Article 19.
De acuerdo al informe “Publicidad oficial. Índice de acceso al gasto en publicidad oficial en las entidades federativas 2013”, del cual Revolución Trespuntocero tiene copia, de los 32 estados de la república, por lo menos 6 de ellos están completamente reprobados. Entre ellos se encuentran: Coahuila, Estados de México, Guerrero, Michoacán, Puebla y Tamaulipas.
De los mejores calificados, se encuentra únicamente tres que cumplieron con todos los criterios de evaluación: San Luis Potosí, Sonora y Yucatán.
De los gobiernos que respondieron, Nuevo León, gobernado por Rodrigo Medina (PRI), fue quien en 2012 gastó más en propaganda al destinar mil 283.7 millones de pesos; éste, seguido por Coahuila, gobernado por Rubén Moreira (PRI), con 948.3 millones; Chihuahua, César Duarte (PRI), con 554.2 millones; Yucatán, Rolando Zapata (PRI), con 375.3 millones y Oaxaca, Gabino Cué (PAN-PRD), con 238.1 millones.
“Sigue habiendo un uso indiscriminado, arbitrario, discrecional y en total opacidad de recursos millonarios que están sirviendo para informar, no sabemos de qué manera, a la ciudadanía. La publicidad oficial debe de ser un canal entre el gobierno y los ciudadanos; debe de informar de las obligaciones, servicios públicos etcétera. Sin embargo, si no sabemos a qué campañas se está destinando, entonces no podemos saber la importancia y eficiencia de estos recursos”, añadió la especialista.
El estudio, a su vez, pone como ejemplo el caso del gobernador de Chiapas, Manuel Coello Velasco, quien en su primer informe de gobierno, lanzó una intensa campaña publicitaria, que le permitió promover su imagen más allá de su estado, incluso, fue ampliamente visible en el Distrito Federal. Así como el del delegado de la Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, quien tapizó la Ciudad de México de espectaculares con su fotografía.
“Todos estos casos, ilustran la manera en que se manejan los medios en México, pero también a nivel Latinoamérica. En Argentina, por ejemplo, las provincias suelen usar los recursos de publicidad para controlar a la prensa. El problema es que la forma en cómo se invierten los recursos, y además, qué tipo de dependencia han desarrollado los medios locales a la publicidad estatal”, afirmó Rodrigo Bonilla, gerente regional para América Latina de la World Association of Newspapers and News Publishers (WAN-IFRA).
Condiciones que se traducen en una ausencia de pluralismo, un alto nivel de concentración, el predominio de la radio y televisión, un servicio público débil, una gran cantidad de periódicos con baja lectoría, un acceso limitado a internet, finalizó.
Por otra parte, la palabra “chayote” se refiere en la jerga del periodismo cuando un trabajador de la información es “comprado” con dinero a cambio de no informar o cambiar el enfoque de la información.
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