AUTOR: ANABEL HERNÁNDEZ (REPORTAJE ESPECIAL)
Las autoridades se han concentrado en combatir en Michoacán a integrantes subalternos de un dirigente de autodefensas, Miguel Ángel Gallegos Godoy, El Migueladas, quien, de acuerdo con un informe de inteligencia elaborado por el gobierno federal a principios de este año y que fue obtenido por Proceso, es un personaje que ha mantenido un bajo perfil y acumulado enormes riquezas. Por una sencilla razón: presuntamente es el verdadero jefe de jefes entre los capos de la entidad. En tanto que José Manuel Mireles ha roto con Gallegos Godoy, el gobierno dialoga con éste y con otros autodefensas presuntamente involucrados en el narcotráfico.
MÉXICO, D.F: En el corazón de Tierra Caliente, Michoacán, durante los últimos 15 años un hombre de gran poder económico que se hace pasar por empresario ha forjado su imperio de narcotráfico encabezando los distintos grupos delincuenciales que se han gestado en la entidad. No se trata de uno de los capos más nombrados por el gobierno federal, sino del presunto jefe de éstos: Miguel Ángel Gallegos Godoy, alias El Migueladas, quien desde 2013 ha formado parte de los líderes de las denominadas autodefensas.
Información recabada entre las guardias comunitarias indica que la situación que se vive desde hace varios días en Michoacán, causante de graves tensiones, se debe a una ruptura entre El Migueladas y José Manuel Mireles, a quien ya en una ocasión habían intentado sacar del movimiento armado.
De acuerdo con un minucioso informe de inteligencia del gobierno federal realizado a principios de 2014, que Proceso pudo consultar, El Migueladas era el “verdadero jefe de la organización” de Los Caballeros Templarios. Debajo de él estaba Nazario Moreno González, alias El Chayo o El Loco, a quien falsamente el gobierno de Felipe Calderón declaró muerto en un enfrentamiento con la Policía Federal en 2010, aunque según el gobierno de Enrique Peña Nieto ahora sí murió en un operativo el 10 de marzo pasado.
La estructura de Gallegos Godoy contaba con tres “anillos”. El primero estaba encabezado por Servando Gómez, La Tuta, quien aún no ha sido detenido. El segundo era dirigido por Enrique Plancarte Solís, personaje al que el gobierno federal declaró “abatido” el 30 de marzo en Querétaro. El tercer anillo estaba liderado por Ignacio Andrade Rentería, El Cenizo, quien tampoco ha sido aprehendido y estaba encargado de la plaza de Lázaro Cárdenas. Cada uno de ellos tenía a su vez una subestructura criminal.
El informe mencionado, cuya autenticidad y contenido fueron confirmados por diversas fuentes, se elaboró a partir de las declaraciones obtenidas de Irma Castillo Rodríguez, alias La Changa, detenida por la Policía Federal y por miembros del Consejo de Autodefensas en Michoacán el 29 de enero pasado, en el municipio Nuevo San Juan Parangaricutiro, dentro de un laboratorio de drogas sintéticas.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1954, ya en cirulación)
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