FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: Carlos Portillo, Raúl Linares y Antonio Jiménez.
(8 de abril del 2014).- Luego del escándalo protagonizado por el recién destituido líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el Distrito Federal, donde se dio a conocer que operaba una presunta red de prostitución alimentada con recursos públicos, el colectivo feminista, Bloque Rosa, advirtió en un comunicado la necesidad de acabar con los “PRIvilegios sobre los cuerpos” y los “PRIvilegios machistas” (sic).
Al rescate del PRI, el pasado 7 de abril, Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la bancada tricolor en el Senado, defendió el “honor” de dicho instituto político en el cual milita y, sostuvo, que la actuación de dicho personaje es un hecho “aislado”.
La misma posición la compartió el Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI), que emitió un comunicado para deslindarse y donde reiteró “el compromiso con la integridad, la libertad sexual, la dignidad y el libre desarrollo de la personalidad de las mujeres”.
Pese a la defensa, los escándalos donde se involucran a funcionarios priistas con presuntas “edecanes”, ya sea con el objeto de satisfacer deseos sexuales, retener puestos públicos, beneficios personales, mejorar la imagen pública, obtener posiciones en gobiernos o golpear políticamente a sus adversarios, no es una práctica que sólo le pertenezca a Gutiérrez de la Torre.
En diciembre del 2011, en Torreón Coahuila, estalló un nuevo escándalo por la designación de María Elena Reynoso Zambrano como regidora de Torreón, luego de que el titular de la misma, Alejandro Martínez, se separó para incorporarse a la administración estatal. El punto de mayor tensión, sobresaltó luego de difundirse fotografías y un video, en donde aparece vestida de edecán, apoyando al equipo Vaqueros de Laguna.
“Reconozco, sí trabajé en una agencia de publicidad profesional de animación, pero eso fue en el 2006, animando a un equipo de beisbol, que es de mi ciudad, que es Vaqueros Laguna. Lo hice con mucho orgullo. Tengo una niña y desempeñé un trabajo digno, honrado”, expuso en su defensa, luego de ser atacada duramente en los medios locales.
Pese a acreditar que antes trabajó en el gobierno estatal y un currículum en el que avalaba sus estudios y experiencia en el cargo que le fue asignado, ninguno de sus compañeros de partido la ayudó ante las críticas “por la falta de capacidades”.
De hecho, después de acreditarse que estaba ligada al grupo de Humberto y Rubén Moreira, ninguno de éstos dos quiso respaldarla. En el año 2013, finalmente pidió permiso al congreso para abandonar su puesto.
¿De qué forma este organismo partidista ha violentado el derecho de las mujeres en cuanto a la participación política ciudadana, sacando provecho del poder que ha construido durante 85 años de la mano de “finos” personajes a la altura del “El príncipe de la Basura”: Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre?
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