FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: RODRIGO VILLEGAS.
A pesar de las amenazas y descalificaciones previas, ayer los coordinadores del Senado se reconciliaron y retomaron la discusión de las leyes reglamentarias.
Luego de que la mesa de negociaciones para la aprobación de las leyes secundarias de la reforma político-electoral fuera saboteada el sábado pasado por la bancada priista en el Senado, los tres partidos principales regresaron ayer al debate.
Pasadas las 14:00 horas, los coordinadores parlamentarios José Luis Preciado del PAN, Emilio Gamboa del PRI y Miguel Barbosa del PRD, anunciaron en conferencia de prensa que el Gobierno Federal se reincorporó desde las 10 de la mañana a la mesa, con la presencia del subsecretario de Gobernación Felipe Solís y el director jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos.
La bancada del tricolor habría aceptado reintegrar los documentos de iniciativas presentados por panistas y perredistas la semana pasada.
Sobre esto, Preciado dijo que lo importante era que el documento base de esta discusión sean las reformas constitucionales que se aprobaron el año pasado.
Y es que de acuerdo a fuentes al interior de Acción Nacional, uno de los puntos que mantiene tensas la negociaciones es el ultimátum que el PAN impuso al PRI, diciendo que para que las leyes secundarias en material de telecomunicaciones y energía se desahoguen, primero tendría que ser aprobada la legislación político-electoral.
Por su parte, Emilio Gamboa dijo que “hay documentos de los tres partidos que pueden tener posiciones distintas, pero estamos en la disposición de escuchar”. Entre ellas se encuentran los 38 planteamientos blanquiazules, que el sábado pasado los priistas se rehusaron a reconocer.
Mientras tanto, el líder perredista Miguel Barbosa aseguró que una vez reiniciado “no hay vuelta atrás”, que sería a través del diálogo y el consenso la manera más rápida de llegar a un acuerdo.
Pronto acuerdo
Senadores del PRI como David Penchyna y Cristina Díaz, quienes fueron parte del equipo negociador tricolor, dijeron que la ley de instituciones y procedimientos electorales y la ley de partidos políticos era pilar de la reforma del presidente Peña Nieto, por lo que no estaba sujeta a negociación de “no ser modificada”.
Los legisladores confirmaron las versiones de que a más tardar el 30 de abril llegarían a un acuerdo.
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