jueves, 3 de abril de 2014

México: el largo camino hacia la transparencia

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO/ BBC MUNDO.
AUTOR: Alberto Nájar.

El país, donde es difícil obtener datos sobre contratos y gastos, define nuevas autoridades para el instituto a cargo de la información pública. Expertos dicen que sin más transparencia no se podrá combatir la corrupción.

En México es frecuente que al solicitar información a las autoridades sobre contratos, gastos en obras, eventos o detalles de funcionarios involucrados en irregularidades la respuesta frecuente es: no se puede proporcionar porque los datos “son inexistentes” o han sido clasificados como secretos.

A pesar de los avances en transparencia de información pública, en el país aún persiste un alto grado de opacidad o incluso simulación de algunas dependencias públicas, coinciden especialistas, y una de las consecuencias es que hace más difícil el combate a la corrupción.

De hecho, según la organización Transparencia Internacional México ocupa el lugar 106 en su Índice de Percepción de la Corrupción que evalúa a 177 países.


El informe, publicado en diciembre de 2013, establece que en América Latina el país con mejor calificación es Uruguay, que se ubica en el puesto 19 de la lista, seguido por Chile en el lugar 22. Por debajo de México se encuentran Guatemala, en el lugar 123, y Nicaragua en la posición 127.

“La transparencia no es la bala de plata que va a solucionar nuestros problemas de rendición de cuentas y de corrupción, es un componente muy importante”, le dice a BBC Mundo Edna Jaime, directora de la organización México Evalúa.

“Pero si no tenemos transparencia, muy difícilmente vamos a tener una política anticorrupción o de rendición de cuentas”.

El tema es pertinente en estos días: el Senado no ratificó a los actuales consejeros del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos (IFAI), y se encuentra ahora en el trámite de elegir a sus sucesores.

Especialistas como Edna Jaime advierten que hay un riesgo de politizar el proceso, lo cual puede causar problemas serios a la apertura informativa que se ha conseguido hasta ahora.

El pasado

En materia de transparencia, el escenario actual en México es muy distinto al que se vivió durante décadas, cuando conseguir información pública era prácticamente imposible.

Legalmente no existía forma de obligar a las dependencias a que proporcionaran toda la información que solicitaban periodistas, académicos o ciudadanos.

Los informes financieros del gobierno federal se entregan a la Cámara de Diputados, responsable de su autorización, pero los detalles del gasto público pocas veces se conocían por los ciudadanos.

La situación empezó a cambiar en 2002, cuando se aprobó la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, que obligó a todas las dependencias del gobierno federal a abrir a la sociedad todos sus archivos, documentos e información.

Gracias a esta ley, impulsada por organizaciones civiles, todos los ciudadanos tienen derecho a solicitar cualquier dato sobre las actividades públicas, sin necesidad de identificarse ni mucho menos informar el propósito de sus peticiones de información.

Como parte de este proceso de apertura todas las autoridades están obligadas a contar con un área de transparencia, y a publicar en una página de internet datos sobre su personal, sueldos y formas de contacto, por ejemplo.

Algo que todos cumplen… a su manera, afirman especialistas, pues muchas veces los portales electrónicos –especialmente de gobiernos locales- no tienen información, o es complicada la forma de acceder a ella.

Corrupción

Según Salvador Guerrero Chiprés, candidato a consejero del IFAI, algunos organismos encargados de la transparencia funcionan más como oficinas “de relaciones públicas” que como autoridades responsables de asegurar que los ciudadanos tengan acceso a la información.

Esto sucede especialmente en gobiernos locales, donde se permite a las autoridades extender los plazos para entregar la información solicitada, lo cual representa una violación a las leyes locales.

Pero lo más grave es que en términos generales en México no se asocia la transparencia de información pública con el combate a la corrupción, insiste el especialista.

Y es que hasta ahora la tendencia ha sido que los ciudadanos tengan información de sus autoridades, pero hasta allí. Conocer los datos no ha resultado efectivo para combatir la corrupción.

Es un asunto que debe resolverse en la nueva etapa que ahora inicia, después que el Senado concedió al IFAI autonomía constitucional, lo que aumenta sus facultades para asegurar el acceso ciudadano a la información.

Pero eso no basta. “Hay que asociar los indicadores de transparencia con la disminución de la corrupción”, le dice a BBC Mundo Salvador Guerrero. “Que no solamente parezca que tenemos derecho de acceso a la información sino que permita inhibir las prácticas corruptas”.

Edna Jaime, de México Evalúa, coincide. “Los mexicanos necesitamos mucha más información, creo que debe obligarse a las autoridades a tener bases de datos abiertas para hacer análisis”.


Y Salvador Guerrero completa: “Si la transparencia no se asocia con el arrinconamiento de la corrupción, con el desarrollo del progreso y se vincula con la apertura a la inversión nacional y extranjera es una simulación, y no soy el único que lo dice”.

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