viernes, 25 de abril de 2014

México vive situación “apocalíptica” por la diabetes, alertan activistas y ONGs; el Estado no hace su tarea, afirman

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: Marco Antonio Martínez.
LINK: http://www.sinembargo.mx/25-04-2014/972477.

México está en una situación de emergencia sanitaria por la obesidad y diabetes sufrida por millones de mexicanos y que en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa causó la muerte de alrededor de medio millón de mexicanos.

“’Es una situación de emergencia la que vivimos en México’, así lo declaró el Relator especial de las Naciones Unidas por el Derecho a la Alimentación, Olivier D. Schutter. También funcionarios de la Secretaría de Salud federal han declarado que es una emergencia”, dijo el productor ejecutivo del documental Dulce agonía  y director de la organización El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo Unna.

Una emergencia que tiene entre sus víctimas a Don Gonzalo, uno de los protagonistas de la película. Él es un hidalguense que, aquejado por la diabetes, decidió hace dos años colaborar con los creadores del documental, sin embargo durante el rodaje murió vencido por la enfermedad.



Alejandro Calvillo, un activista contra la diabetes y la obesidad, pero sobre todo contra las empresas refresqueras y de productos procesados con azúcar, afirmó que la idea del documental nació por la emergencia que se vive en México.

“Esperábamos que el documental se terminara con la presencia de Don Gonzalo, pero él murió. La situación, por lo que hemos visto es que sigue empeorando y va a empeorar. Si no se da marcha atrás a las  regulaciones de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y su etiquetado bajo los criterios de las empresas, esto va a empeorar”, detalló.

La historia de Don Gonzalo se entrelaza con testimonios de diversos expertos académicos y organizaciones civiles a nivel nacional e internacional que exponen la dimensión del problema y presentan propuestas de políticas públicas para enfrentar la epidemia de la obesidad.

“Trata del drama humano que se está viviendo a nivel nacional por el problema de la obesidad y de querer enseñar a la gente que estamos ante un problema muy grave de salud nacional y que si no hacemos algo, las consecuencias pueden ser apocalípticas”, expuso por su parte la productora y codirectora de Dulce agonía, Amaranta Rodríguez.

LOS RIESGOS LATENTES



Calvillo afirma que aunque el año pasado se aprobó un impuesto especial a refrescos y productos “chatarra” para combatir la diabetes y la obesidad, la situación podría tornarse peor ante el etiquetado propuesto por Cofepris, que hace más confuso para el consumidor saber si lo que se lleva a la boca es sano o dañino.

“El impuesto fue un buen avance, pero insuficiente en su magnitud. La regulación en las escuelas es buena, pero lo que ha correspondido a Cofepris en aspectos fundamentales para combatir la obesidad, que es el etiquetado que viene, un distintivo de la Secretaria de Salud, va en sentido contrario. Los criterios son de la industria, lo podemos demostrar. Cofepris nunca consultó con un grupo de trabajo técnico, con reuniones para regular y evaluar las mejores recomendaciones.

“Lo que hizo fue tomar los criterios de las empresas y volverlos ley. El caso del etiquetado Guía Diaria de Alimentación (GDA), es un etiquetado que venimos denunciando desde 2010 que ya lo tenían de manera voluntaria las empresas y con pequeñas modificaciones, ahora lo vuelven a usar. El etiquetado es una amenaza a la salud”, alertó.

Un etiquetado que podría volver a las donas Bimbo  aparecer como recomendables, lo mismo que a los néctares, explicó.

Un etiquetado confuso que atenta contra el derecho a la información y evita salvar vidas, como la del propio don Gonzalo y una señora sinaloense que también aparece en el documental.

–¿Considera que si hubieran sido informados hubieran tenido otra suerte?

–¡Claro! Es lo que dice Don Gonzalo cuando se le empieza a mostrar la cantidad de azúcar  que consumía: ‘Esto no lo sabía’. Y dijo que  debían hacer lo mismo que con la publicidad del tabaco: ‘¿Por qué permiten esto?’. El Estado tendría que decir a la población ‘no tomes esto, por lo menos de manera regular, a lo mejor en una fiesta, no se trata de prohibir nada, pero sí que se de información. El etiquetado incluso te va a decir que te la tomes, porque trae que es el 70 por ciento del requerimiento diario recomendado. Es ‘tomátela’.

LOS INICIOS

Rodríguez recuerda que la película sufrió algunos cambios, surgidos por la muerte e Don Gonzalo, y por medidas como la del impuesto al refresco

“Hace dos años empezamos a buscar a la gente para que nos dieran testimonios,  a los expertos, conforme fue avanzando en el documental la historia se fue reacomodando  ocurrieron cosas que no teníamos previstas como la muerte del señor Gonzalo que nosotros no sabíamos que iba a suceder durante el tiempo de grabación, fueron moviéndose cosas, giros de tuercas  y con el impuesto al refresco fue acomodar otras cosas, fueron dos años de trabajo y más o menos 170 horas de material”, dijo.

“[Gonzalo] viene a ser una víctima. Dentro del documental hacemos un ejercicio de que le contamos las cucharadas de azúcar que comía en la comida chatarra. Cuando se da cuenta lo que consumía se espanta y se enoja. ‘Yo no sabía que estaba consumiendo todo esto, si hubiera sabido todo esto a lo mejor me hubiera detenido antes’. Es una víctima, un hombre de 45 años de muy bajos recursos, al que le amputaron un dedo, al que se le desprendió un testículo, le dio gangrena en una pierna, tuvo varios infartos, una zorra en su granero le rasguñó el dedo y se le infectó y le tardó mucho en curar, y perdió una muela. Es una persona que comprende todos los problemas que por diabetes puede tener por esto”, explicó la coproductora a SinEmbargo.

Detalló que para contactarlo hablaron con distintos grupos de ayuda de diabéticos y en Hidalgo se lo presentaron y él aceptó colaborar.

Para Amaranta Rodríguez fue “muy fuerte” pensar que gente joven podría estar muriendo a causa de una enfermedad que no se está dimensionando.

“Estamos convencidos, llevamos tiempo trabajando para El Poder del Consumidor, pero en lo personal lo que me pasó cuando trabajamos con el señor Gonzalo es que aprendimos a leer el etiquetado, contamos las cucharadas de azúcar. Yo no soy de tomar refresco, pero sí el dulcecito, el chocolatito, y comencé a moderarme. Todos nos pasamos del límite y queremos que la gente se de cuenta de eso”, expresó la cineasta sobre la importancia de leer lo que los productos contienen y el daño que pueden causar.


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