FUENTE: PROCESO (REDACCIÓN)
MÉXICO, D.F. (apro).- Gerardo Duque Lárraga, reportero de Televalles, de San Luis Potosí, interpuso una denuncia por amenazas, abuso de autoridad y privación de la libertad contra cuatro policías estatales que amenazaron con desaparecerlo.
De acuerdo con la denuncia que presentó este pasado 1 de abril en la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado, el pasado 28 de marzo alrededor de las 3:00 horas, regresaba a su casa después de dejar a dos amigos con quienes había ido a una fiesta, cuando elementos de la policía estatal, a bordo de la patrulla 1797 del Mando Único Policial, le marcaron el alto sobre el cruce de Lázaro Cárdenas y Las Vías.
El reportero, quien ha realizado investigaciones sobre abusos de agentes estatales en comunidades indígenas del municipio de Tamasopo, en la Huasteca, donde pobladores formaron guardias comunitarias para defenderse de los uniformados, optó por resguardarse en la casa de uno de sus amigos, donde lo detuvieron.
Según su relato, los policías Miguel Ángel Martínez Francisco, Fernando Hernández Nava, Luis Eugenio Rubio Jiménez y Adelfo Rubio Vega y otros dos de quienes no se precisan nombres en el parte asentado ante el MP, sin mediar palabra lo encañonaron y lo hicieron descender a empellones de su vehículo.
Lo subieron esposado a la patrulla, le arrebataron su teléfono celular y con otro grababan al periodista quien, ante el abuso, les exigía que le explicaran la causa de su detención.
Después se enteró que se inició una averiguación previa penal –APP 112/III/14— en la que lo acusan de delitos contra la seguridad de tránsito por conducir en estado de ebriedad, ultrajes a la autoridad y ultrajes a la moral o buenas costumbres.
Duque Lárraga afirma que el reporte policial nunca lo leyó ni tampoco le practicaron exámenes toxicológicos, únicamente lo sometieron a una valoración médica general realizada en la vía pública, sentado y esposado a bordo de la patrulla.
No es todo: el periodista afirma que cuando lo detuvieron los policías nunca le solicitaron identificarse y que fue él quien decidió acreditarse verbalmente como periodista.
De acuerdo con su dicho, uno de los agentes a los que denunció le dijo a uno de sus amigos “yo sé que ya la cagamos, pero si soltamos a Duque nos va a poner el dedo”.
Y más, cuando lo subieron a la patrulla no le dijeron a dónde lo llevarían y al preguntarle a los policías, uno que estaba encapuchado le contestó: “Al Batallón para desaparecerte, ya te cargó la chingada”.
Finalmente, relata el periodista, lo llevaron a la Base Regional de la Policía Estatal ubicada en el libramiento sur de Ciudad Valles San Luis Potosí.
En ningún momento los policías le leyeron sus derechos, por el contrario, afirma, siguieron las provocaciones y amenazas.
Incluso, dice, un hombre vestido de civil y sin identificación empezó a tomarle fotografías. Cuando le preguntó por qué lo hacía si no tenía placa o identificación le contestó: “no los necesito”.
Lo encerraron en una celda preventiva durante la noche y desde afuera el resto de la madrugada le dijeron en repetidas ocasiones, se lo iba a cargar la chingada, sobre todo –dice– porque en todo momento no dejó de quejarse.
El viernes por la mañana fue consignado ante el Ministerio Público, tuvo que nombrar un abogado y pagar una fianza de 18 mil pesos para recobrar su libertad alrededor de las tres de la tarde.
Duque Lárraga atribuye la detención y el trato a los trabajos periodísticos que ha realizado y que involucran a policías estatales.
Su caso ya es investigado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y por organizaciones defensoras de los derechos de los periodistas, como Artículo 19.
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