FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: RAÚL LINARES.
(12 de abril, 2014).- Ya lo había dicho el mismo Servando Gómez La Tuta; la guerra michoacana nació cocinada bajo el fuego filial. A menudo sus dirigentes, mediante evangelios proscritos, mesianismos terrestres o alocuciones mediáticas, han insistido en el carácter de “hermandad” en que se funde su organización.
“Señor Gómez, ¿a qué se dedica usted?”, le preguntó, en diciembre pasado, el periodista Rolando Nichols. “Pues si te dijera que soy profesor a lo mejor ya no me la crees. Me dedico, realmente, a dirigir un grupo, una hermandad, yo le llamo una empresa que, según nosotros, se dedica a ayudar o a proteger al pueblo; una organización social”, contestó.
Cierto.
En el fondo, el conflicto michoacano ha tenido como componente vital, las relaciones familiares, el crimen y el poder.
Por ejemplo: ahí está Julio César Godoy (hermano de Leonel Godoy, ex gobernador de Michoacán); también Jesús Reyna García (mano derecha y ex secretario de gobierno de Fausto Vallejo); Uriel Chávez Mendoza (alcalde de Apatzingán, familiar de El Chayo) o Rodrigo Vallejo Mora…
¿Y quién es Rodrigo Vallejo Mora?
Rodrigo es el hijo menor del actual mandatario michoacano. Desde enero pasado, comenzaron a surgir especulaciones y rumores sobre su presunta cercanía con Los Caballeros Templarios, la escisión de la Familia Michoacana; según estas acusaciones, el grupo delincuencial lo bautizó bajo el mote de una famosa papilla para bebés: El Gerber.
Según han publicado algunos medios locales y nacionales, Vallejo Mora también podría estar involucrado con el cobro de piso a comerciantes y vendedores de muebles en la capital michoacana; así mismo, algunos funcionarios y también integrantes de los grupos de autodefensas, vinculan a ésta como uno de los operadores políticos de dicho grupo ante el gobierno estatal.
Pese a que desde hace años se ha especulado su vinculación con el narcotráfico y el crimen organizado, algunos funcionarios, entre ellos el propio Monte Alejandro Rubido García, a principios del año, negaron que existan indicios para apresarlo por dichos nexos. Esta negativa, cabe recordar, la hizo junto al “desconocimiento” sobre la existencia de Nazario Moreno El Chayo, quien presuntamente había muerto en el 2010 y después volvió a morir el pasado 9 de marzo.
Aun así, de acuerdo a Carlos Loret de Mola, Rodrigo ya se encuentra bajo investigaciones de la PGR: “Los señalamientos contra los hijos de Fausto Vallejo [Fausto y Rodrigo] aparecen en algunos expedientes, son mencionados en varias averiguaciones previas de las muchas que tiene la Procuraduría General de la República sobre Michoacán”, sentenció, en una columna aparecida el jueves pasado en el periódico El Universal.
Considerado como el “junior oficial” de la administración estatal, al más pequeño de los Vallejo, también se le vincula con el tráfico de influencias. Dos ejemplos:
“Siempre dicen ‘si tienes un problema con los (policías) de caminos, estatales, municipales, etcétera, le llamas a El Gerber y todo bien, cero problemas, no importa que traigas armas o que el carro sea robado’, ellos trabajan para la compañía, o sea los Caballeros Templarios”, denunció al diario 24 Horas, un policía de Morelia, que pidió el anonimato.
Otro testimonio recabado por el mismo diario refiere que, en julio de 2009, cuando el gobierno de Felipe Calderón detuvo a Arnoldo Rueda Medina, La Minsa (quien entonces era coordinador operativo de La Familia Michoacana), también capturaron a Rodrigo. La versión igualmente señala que la entonces Policía Federal Preventiva (hoy, Sistema Nacional de Seguridad Pública) recibió órdenes para que lo liberaran y sólo dejaran detenido a La Minsa.
Así mismo se ha difundido la realización de fiestas privadas en la casa de gobierno de la entidad purépecha; en específico, algunas que se hicieron en el momento en que su padre pidió licencia del gobierno estatal, para atenderse un malestar en un hospital en Huston, Texas.
Así lo han hecho saber dos de los asistentes a aquellos aquelarres, donde han señalado la asistencia de prostitutas y la operación mediante la cual se convoca: las invitaciones giran “de manera exprés”, en ocasiones, con sólo un par de horas de antelación. Suelen realizarse en la alberca que mandó a construir Leonel Godoy. A ellas suelen asistir otros miembros de la elite michoacana.
Ayer, una vez que comenzó a chispear nuevamente el escándalo, su hermano mayor, Fausto, defendió el “honor” manchado por las acciones de él su hermano en Twitter: “Cuando quieran estoy a disposición de cualquier autoridad no debo ni deberé nada…”, dijo.
Así son las cosas de Familia…
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