miércoles, 23 de abril de 2014

Señales cruzadas

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ARMANDO ESTROP.

Los legisladores están enfrentados por dos visiones. La de Enrique Peña Nieto, que busca que la reforma sea votada cuanto antes. Y la de Carlos Slim que –aliado con el PRD– quiere echar abajo el proyecto presidencial.


Las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones tienen un cruce de señales.

Por un lado, Enrique Peña Nieto quiere que el proceso para el dictamen avance para poder ser votado antes del 30 de abril que termina el período ordinario de sesiones.

En el otro extremo está Carlos Slim, quien de la mano del PRD busca echar abajo el proyecto, ganar y tiempo y lograr negociar a su favor.

Ayer fue evidente esta diferencia de opiniones. Durante la reunión de las comisiones unidas que trabajan para sacar el dictamen, el PRD combatió con fuerza el documento que ya está circulando entre los legisladores.



La lucha se vislumbra encarnizada.

El partido del sol azteca está convencido de que tiene que evitar la aprobación de estas reformas secundarias en el período ordinario.

Antes de la Semana Santa, el coordinador de los perredistas, Miguel Barbosa, había solicitado que se tratara en un período extraordinario.

Sin embargo, hace un par de días el líder nacional del perredismo, Alejandro Sánchez, aseguró que se tiene que revisar el tema con tiempo y hasta el próximo período de sesiones llevarlo a votación.

La relación entre Slim y los liderazgos del PRD no es nueva.

En el gobierno del DF, de Andrés Manuel López Obrador a la fecha, el empresario ha gozado de un buen trato para sus empresas.

En todas esas administraciones, Slim ha podido construir, operar y prestar una amplia gama de servicios en la administración pública.

Con López Obrador, Grupo Carso remodeló el Centro Histórico, instaló cámaras de videovigilancia y remodeló la Plaza Mariana de la Basílica de Guadalupe.

Con Marcelo Ebrard, Slim participó directamente en la construcción de la Línea 12 del Metro, hoy parcialmente suspendida por presuntas irregularidades en su construcción.

En esta administración fue que Carlos Slim fortaleció sus lazos con la izquierda perredista. Y fue además cuando obtuvo contratos de todo tipo.

Por su parte, al PRI le interesa conseguir la mayoría, pues este es uno de los proyectos más importantes para la actual administración federal.

El principal problema que atora esta reforma es que al interior del panismo hay una fuerte división de cara a la renovación de la dirigencia de este partido y que será decidida el próximo 18 de mayo.

Esto ha provocado que los propios panistas tengan diferente postura respecto al tema de telecomunicaciones.

La pugna albiazul le impide al PRI tener con holgura los votos necesarios.

Los perredistas, conscientes de esto, están presionando para conseguir el tiempo que el empresario de origen libanés quiere para lograr “cruzar las señales”.

El sol azteca y su dictamen

Finalmente lo hizo. La bancada del PRD llevó ante las Comisiones de Comunicaciones y Transportes; Radio, Televisión y Cinematografía; y Estudios Legislativos el dictamen alterno en materia de telecomunicaciones.

Fue un enorme documento que entregó el senador Zoé Robledo al panista Javier Lozano. Previo a la entrega, le criticó que tanto en entrevistas como en su cuenta de Twitter le hubiera llamado “ridículo” al documento de partido de izquierda.

“Que se haya referido como ridículo no es la mejor forma de empezar uno de los debates más importantes”, dijo.

Con el carácter que lo caracteriza, Lozano sonreía mientras se abanicaba con un par de tarjetas para anotaciones. Hacía unos minutos, tanto la diputada perredista Purificación Carpinteyro como el senador del Partido del Trabajo, Manuel Bartlett, habían solicitado por separado que Lozano se retirará de su cargo, pues había un conflicto de intereses –su exesposa Silvana Ponzanelli trabaja en Televisa–.

Armando Ríos Piter lo acusó de saltarse todo el procedimiento interno y realizar un documento a título personal, pues excluyó a la mayoría de los integrantes que debieron haber participado en su elaboración.

Se unió Benjamín Robles. Le siguieron Iris Vianey Mendoza, Fidel Demedicis e Isidro Pedraza.

El coordinador perredista, Miguel Barbosa, que no es miembro de las comisiones, acudió a la reunión para solicitar que se repusiera el procedimiento y se realice un documento de trabajo con todos los proyectos que existen en el Senado relacionados a Telecomunicaciones.

“Ese es el mecanismo y yo pido a todos los senadores que hagamos gala de la dignidad parlamentaria que ha tenido este Senado. Que se tome en cuenta el documento que ha presentado el senador Lozano y que se cite en 48 horas. No es una acción dilatoria”.

El priista Omar Fayad salió en defensa de Lozano. Aseguró que siempre los dictámenes se trabajan de esa forma: se les presenta ya hecho a los legisladores y sobre ese, hacen sus comentarios.

Fueron más de tres horas de sesión. No hubo discusión de fondo. Todo se centró sobre la ilegalidad de lo que quería presentar por parte de ambas partes pues ninguno cumplía con los requisitos que establece el procedimiento legal.

Finalmente Lozano propuso que se tome en cuenta el proyecto entregado por el PRD para que junto al que él tenía listo se haga uno solo y se reúnan a trabajar el próximo jueves.

La fractura albiazul

La división del Partido Acción Nacional es profunda. La renovación de la dirigencia nacional la llevaron a la discusión de las leyes secundarias de Telecomunicaciones.

Javier Lozano no tuvo ni siquiera el apoyo total de su partido al presentar el dictamen. Esto es apenas un adelanto de cómo se comportará el PAN frente a este proyecto legislativo.

Marcela Torres Peimbert le cuestionó si su proyecto contenía todas las iniciativas en la materia o solo la del Ejecutivo.

“Afirmativo”, respondió Lozano entre un intenso jaloneo por el uso de la palabra con la senadora de su propio partido.

Javier Corral acusó de que se estaba violando el reglamento interno del Senado.

Específicamente, dijo, se estaba violentando el artículo 183, numeral 2 de la normatividad interna ya que el documento que Lozano anunció no cumplió con el requisito de tomar en cuenta a los otros integrantes de las comisiones.

“No se hizo espacio para dialogar y escuchar las opiniones divergentes al interior de la bancada”.

Insistió en el argumento de su compañera Torres Peimbert de que se tendría que comprobar se estuvieran incluyendo todos los proyectos legislativos presentados en la materia.

Corral fue mordaz con el comportamiento Javier Lozano.

“Ni siquiera al interior del grupo parlamentario el PAN se ha dado el espacio para conocer el proyecto que va a presentar el presidente de la Comisión que es de nuestro partido”.

Finalmente los panistas, junto al PRD, lograron un primer tanto a su favor. Los próximos días tendrán que abrir su juego. Se verá claramente cuáles son los intereses que defienden.

Todo indica que el cruce de señales perpetrado por Carlos Slim empieza a surtir efecto.

Ahora falta la respuesta por parte de la Presidencia de la República.

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