FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
El cineasta permitió un debate público sobre la reforma energética, al preguntar 10 asuntos relacionados con la apertura del sector energético del país a las empresas privadas, coincidieron los analistas.
Denise Dresser, Lorenzo Meyer y Sergio Aguayo coincidieron en que las 10 preguntas que le hizo Alfonso Cuarón al presidente Enrique Peña Nieto, sobre la reforma energética, forman parte de las preocupaciones de los ciudadanos y son temas que debió abordar el Congreso, sin embargo, aprobó esta legislación de forma fast track.
En la Mesa Política de MVS, la politóloga expuso que el cineasta recibió aplausos, pero también pedradas, tras atreverse a preguntarle directamente al presidente, a través de un desplegado que se dio a conocer el lunes de la semana pasada, mientras que este día agregó una última pregunta: “¿por qué no debatir?” el asunto.
Dresser consideró las interrogantes de Cuarón como ”un acto más que de valentía, de ciudadanía congruente”.
Sobre las respuestas que dio la Presidencia, refirió que no logran encarar algunos puntos. Y puso en duda que Pemex vaya a ser transparente en el uso de sus recursos.
“Se está ofreciendo transformar la realidad de Pemex, una empresa saqueada, con un sindicato con altos grados de corrupción y finanzas opacas”, indicó.
“¿Pemex se va a convertir de pronto en una empresa con las mejores prácticas internacionales?.. tiene una historia de dispendio, despilfarro y opacidad”, abundó.
Por su parte, Lorenzo Meyer dijo que Cuarón -con presencia internacional- hace las preguntas que debieron haber hecho en el Congreso al Presidente, lo que consideró como un “indicador clarísimo de que en México no es una democracia, (aunque) sí tiene elementos democráticos”.
“Cuarón se dirige a Peña Nieto, ¿por qué no se dirige al Congreso? Porque Cuarón sabe que el Congreso y la Carabina de Ambrosio (programa de comedia) están en una categoría similar, va con el responsable del circo“, mencionó.
El historiador sostiene que el cineasta se ocupó de temas que deberían analizarse en el Congreso, pues “para eso les pagamos y muy bien”.
Además, Meyer preguntó al presidente: ¿Por qué tuvo que crearse una empresa estatal en 1938, y por qué tiene que crearse hoy este nuevo sistema?, ¿por qué no es posible hacer maravillas con una empresa pública, qué tienen las empresas públicas?, ¿todavía creemos que el mercado libre es la respuesta?, ¿no tenemos suficiente evidencia de que el mercado por sí solo más bien concentra más que la distribuye, privilegia a unos cuantos y deja fuera a muchísimos?, ¿por qué hubo que privatizar la industria energética?
En tanto, Sergio Aguayo, mencionó que es ideal que en una democracia exista debate público, el cual es venerado, cultivado, aplaudido.
Ante ello, lamentó el insípido diálogo entre Cuarón y la Presidencia.
Aseguró que hasta ahora no ha avanzado la forma de debatir en el país y cuando esto ocurre cuesta muchísimo trabajo. Por ejemplo, mencionó que en 1968, el presidente Gustavo Díaz Ordaz no aceptó debatir con el movimiento estudiantil y, al contrario, incluyó en su informe “párrafos violentísimos” contra los jóvenes. Ahora, décadas después, “nuestra democracia tiene pocos avances en relación a la del 68 en la manera como se lleva a la práctica”.
El académico comentó que hay una falta de tradición de debatir en nuestro país, pues “de cuando en cuando debaten candidatos presidenciales, pero cuesta muchísimo trabajo, debatir públicamente supone un acto de reconocimiento de la legitimidad del otro, es más sencillo descalificar, ignorar o evadir a los otros”.
VÍDEO.
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