FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
Si esta transición se interpreta mal y "alguien tiene interés en ganar territorio, en buscar someter estas organizaciones de nuevo, se va a cometer un gran error porque lo único que va a generar es más ingobernabilidad, más tensión" por el contrario hay que "mantener la distensión", señaló Camacho Solís.
El anunció del subcomandante Marcos de desaparecer a su personaje y dejar la dirección del Ejército Zapatista de Liberación Nacional representa un cambio conceptual dentro de la organización, coincidieron Manuel Camacho Solís, quien en su momento fue comisionado para la paz en Chiapas y el periodista Luis Hernández Navarro.
Si este cambio en la dirección del EZLN es interpretado correctamente “se respetarán los términos en los que están funcionando y se dejará que estas comunidades sigan viviendo, por cierto, en estas comunidades ni ha entrado el narcotráfico ni ha habido armas ni nada, curiosamente a lo esperado son zonas más seguras que otras partes de la República donde gobiernan con toda la fuerza del Estado mexicano”, afirmó Camacho Solís en entrevista para Aristegui CNN.
Advirtió que “si se mal interpreta esta transición y alguien tiene interés en buscar ganar territorio, en buscar de una vez someter estas organizaciones de nuevo se va a cometer un gran error porque lo único que va a generar es más ingobernabilidad, más tensión. En todos los gobiernos siempre hay líneas duras y hay gente que siempre cree que así se resuelven los problemas pero yo creo que hay que advertir que eso no va funcionar, como no funcionó entonces, ya está más que probado en la zona”.
Además “siempre hay la capacidad de imponer una línea de fuerza, los gobiernos tienen esa fuerza pero la pregunta es si eso es lo más inteligente, yo digo que incluso de los interéses del gobierno mexicano actual, el propio presidente de la república pues sería un error que lo de Chiapas se pudra o se vuelva de nuevo una zona de conflicto cuando lo que hay que hacer es mantener la distensión y en todo caso atender los problemas de seguridad que hay en la propia frontera sur, que son distintos a los del EZLN y atender otras zonas donde los conflictos sociales o los problemas de violencia siguen presentes”.
Consideró que “hay una intención de dejar muy claro que en las nuevas circunstancias están teniendo esa reacción y eso me parece que está obedeciendo a que en la zona, como se ha sabido, ha habido algunas tensiones recientes”.
Otra lectura, indicó Camacho, es en relación a la situación política nacional: “Ellos están viendo lo que ocurre, que la situación económica no termina de mejorar, sigue habiendo tensiones en varias partes del país, la violencia no está controlada. En un contexto de esa naturaleza lo último que quieren ellos es que en algún momento se les vaya a vincular con cualquiera de estas cosas y por tanto les interesa fijar una postura frente al gobierno federal también del mismo género, es decir, somos un movimiento que está dedicado a lo suyo, y también con cierto temor de que en cierta circunstancia se salga de control ahí o afuera, esto pudiera repercutirles negativamente”.
“Buscar alterar el status quo que hay en la región sería un gran error político… es mucho más inteligente abrir los cauces que cerrarlos” y también “valdría hacer una revisión a fondo para que no vaya a ocurrir para que de repente lo que ha estado tranquilo, que es el estado de Chiapas, en este asunto en particular se empiece a descomponer, no es nada más un asunto de un crimen(el del profesor José Luis Solís “Galeano”), que un crimen es suficientemente grave, no es nada más un asunto de un cambio en el mando del EZLN sino es una nueva evaluación en donde se vuelve a presentar la disyuntiva o lo resuelves por la vía del reconocimiento de esa realidades o empiezan de nuevo a crecer la actitudes prepotentes y la línea dura y creo que eso va a descomponer las cosas adicionalmente”, enfatizó Camacho Solís.
“No hay que experimentar, hay dos caminos, el de la línea dura… y el otro es el de respetar lo que ahí sucede”, finalizó.
Por su parte el periodista Luis Hernández Navarro explicó que “lo más relevante tiene que ver con el mensaje del relevo en el mando del EZLN, un relevo que tiene cuatro aspectos. Un relevo generacional, hay una nueva generación de jóvenes al frente de la lucha zapatista; un relevo étnico en donde hay un nuevo mando, el subcomandante Moisés ; un relevo de clase, muy claramente son campesinos y un relevo conceptual de la idea inicial de la que surgió el movimiento armado se pone en la mesa hoy un nuevo proyecto que pone el acento en la construcción de la autonomía de los pueblos indígenas de su autogobierno, y pone por delante un proyecto que explícitamente se propone ser un proyecto de paz, no electoral”.
Hernández Navarro dijo que lo central del mensaje es que “quien está al frente del EZLN hoy, es el subcomandante insurgente Moisés, no el subcomandante Marcos, es este indígena, que fue mayor(Moisés), que tuvo bajo su responsabilidad un conjunto de operaciones militares en la zona, que tuvo parte de responsabilidad en la coordinación en la sexta campaña”.
Lo que está diciendo Marcos es “yo ya no voy a hablar a nombre del EZLN, ahora lo dice en el contexto del asesinato de un personaje muy querido para el zapatismo, el profesor José Luis Solís Galeano, era el profesor del sistema zapatista, a manos de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) Histórica en le marco de un conjunto de agresiones que se han venido sufriendo por parte de la misma CIOAC y otras organizaciones. Lo que muestran es una estrategia muy clara de confrontar indígenas contra indígenas, en una guerra que no viene de lo local, sino necesariamente del ámbito federal. Hay un señalamiento muy explicito de que la agresión es parte de la guerra contra los indígenas, y de que en estos 20 años la guerra no se ha detenido, pero que se ha venido intensificando.”, enfatizó el periodista.
La CIOAC es “una organización que tiene una larga historia de lucha en el campo mexicano, ligada en sus orígenes con el Partido Comunista Mexicano, con líderes campesinos, que en Chiapas hecha raíces en la zona de Las Margaritas… a partir de 1994 empieza a sufrir un procesos de descomposición política acelerada y se pone prácticamente al servicio del gobierno”, contó.
Consideró que en el actual gobierno “hay claramente una política de contra insurgencia, creo que las señales a nivel nacional son alarmantes; en Guerrero hay una política deliberada del gobernador de fragmentar a las policías comunitarias que habían sido un interlocutor muy responsable del proceso de seguridad y justicia en sus regiones de influencia, se ha encarcelado a los dirigentes, se les quiere desarmar”, señaló.
Agregó que “en Michoacán nos venden una paz de mentiritas amenazando a los dirigentes de las autodefensas, fraccionándolas, creo que esta tentación de seguir esta línea de reivindicar el monopolio exclusivo de la violencia por parte del Estado es perfectamente traducible a Chiapas, máxime que muchas de las gentes que hoy están al frente de la administración pública estuvieron en el pasado en la primer línea de confrontación con el zapatismo, pienso en Emilio Chuayffet por supuesto, pienso en su hombre en el terreno de la seguridad”.
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