FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA DÁVILA.
CUERNAVACA, Mor. (apro).- Un contingente de entre 15 y 30 mil integrantes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), según estimaciones de Tránsito local, marchó en silencio desde la explanada universitaria con dirección al zócalo de esta ciudad para manifestar su “rabia” y “repudio” por los homicidios del psicólogo Alejandro Chao Barona y su esposa Sara Rebolledo, ocurridos la mañana del lunes 5 en el interior de su casa.
“¡Ya estamos hasta la madre! No queremos más muertos, más secuestrados, más levantados, más extorsionados. ¡Queremos seguridad! ¡Queremos justicia!”, demandó el contingente encabezado por el rector Alejandro Vera Jiménez y el escritor Javier Sicilia, representante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
“Tienen secuestrada nuestra esperanza, secuestraron nuestra seguridad, secuestraron nuestra tranquilidad, las calles ya no son nuestras, tampoco nuestras casas. Ahora son de una delincuencia sin límites”, se escuchaba por el altavoz de la camioneta que iba al frente de los manifestantes.
Cerca de la 24 Zona Militar Buenavista, una maestra exhortó a evitar la militarización de las calles: “Cada vez que un militar es involucrado en una muerte o en una desaparición forzada, la sociedad lo repudia y ellos deshonran su propio uniforme”.
Los inconformes, en su mayoría vestidos con pantalón de mezclilla, blusa o camisa blanca, a su paso por las calles recibían expresiones de apoyo de la ciudadanía.
Y pese a la luz del día, hubo quienes salieron al encuentro de los manifestantes portando veladoras y cirios encendidos.
El grupo de integrantes de la Federación de Estudiantes sostenía una lona en la que además de exigir justicia para Chao Barona, también la reclamaban para Saturnino Adame Villalobos, Ignacio Domínguez Carranza, Sergio Montes Domínguez y Alfonso Chavelas, entre otros.
Al llegar a la Fiscalía General del Estado (FGE), los manifestantes exigieron el esclarecimiento del doble homicidio y transparencia en el caso de la detención de tres presuntos responsables del asesinato de Chao Barona y Rebolledo, quienes de acuerdo con las investigaciones ministeriales murieron por golpes ocasionados con piedras y un tronco de madera.
Una comitiva encabezada por el rector Alejandro Vega, Javier Sicilia e integrantes del Consejo Universitario ingresó a la dependencia para entregar un documento al fiscal Rodrigo Dorantes, quien en ese momento daba una rueda de prensa en palacio de gobierno sobre la captura de los tres supuestos homicidas.
“Nos sorprende la rapidez con que se detuvo a los presuntos responsables. Ojalá los cientos de casos que están sin resolver y que duermen el sueño de los justos se resuelvan de la misma manera. La justicia es pareja o no es justicia”, dijo a través de un micrófono el vocero en turno del movimiento.
Los manifestantes hicieron el mismo reclamo al pasar frente al Palacio Legislativo, en donde estaba a punto de iniciar la sesión del día.
“¡Fuera Graco!”, fue el grito despectivo que se escuchó cuando el contingente empezó a llegar al zócalo en que se efectuaría la concentración, pero el cuantioso tumulto se disgregó y tampoco los oradores elevaron el tono de su voz como para ser escuchados por los pocos manifestantes que llegaron al lugar y que se fueron dispersando por la pequeña explanada.
Pero el impacto mediático y político se logró: la comunidad universitaria demostró su capacidad de movilización, pues logró cimbrar al gobierno del perredista Graco Ramírez.
“Este crimen no es un hecho de bajo impacto, como lo han calificado las autoridades. En nuestra máxima casa de estudios queremos un estado y una sociedad participativa y democrática.
“Me decían que no era institucionalmente correcto que un rector encabezara una marcha, les dije que esta marcha la encabezaba yo y todos los desaparecidos, y que mientras no se esclarezcan los crímenes, el rector, el Consejo Universitario, la comunidad universitaria y el pueblo, nos pronunciaremos”, advirtió el rector Alejandro Vera.
En cuanto al crimen de Chao y su esposa, alertó:
“Las autoridades dicen que cuando los delincuentes se sintieron sorprendidos por las víctimas dentro de la casa, se asustaron, los atacaron y salieron huyendo. No es posible que estos experimentados malhechores se hayan sentido intimidados por dos adultos mayores. Dicen que el móvil fue el robo y sólo se llevaron dos celulares”, subrayó con un dejo de incredulidad.
Ante el aumento de los hechos de violencia que –afirmó– erosionan y lastiman el tejido de la sociedad morelense, el rector de la UAEM exhortó a los tres niveles de gobierno –municipal, estatal y federal– a los tres poderes –Ejecutivo, Judicial y Legislativo–, así como a los partidos políticos, para que participen en un diálogo abierto democrático y participativo que la Universidad llevará a cabo el próximo jueves 15.
Así culminó la segunda marcha que en menos de dos meses saca a las calles de Morelos a miles de ciudadanos inconformes por el estado de inseguridad en que viven. Un Morelos, que según el gobierno federal, encabeza las listas de las entidades con mayor cifra de secuestros en el país.
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