lunes, 26 de mayo de 2014

La cifra negra de la pederastia en la Iglesia

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: LUIS HERRERA.

Una investigación del académico David Coronado encontró, tan solo en tres municipios de Jalisco, 20 testimonios de víctimas directas e indirectas de sacerdotes católicos.

La estadística de la Fiscalía General del Estado (FGE) sobre pederastia clerical en Jalisco, con solo tres averiguaciones previas del 2007 al 2013, es muestra de la alta cifra negra de esta problemática en el estado, concluye el académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), David Coronado. 

Coronado, coordinador del Laboratorio de Estudios sobre Violencia, y autor de la investigación “El Impacto de la Pederastia Clerical”, integró en esta 20 entrevistas a profundidad con habitantes de Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque, que sufrieron directamente agresiones sexuales de sacerdotes católicos, o que tenían un conocido directo que había sido victimizado. 

El trabajo académico de Coronado, publicado en octubre de 2012 en España, se desarrolló, además de en Jalisco, en Aguascalientes y Guanajuato, y recabó en total 63 de estos testimonios en los tres estados. 



“Lo local reproduce lo que pasa a nivel de la Santa Sede”, señala el investigador, “lo que importa para la Iglesia, incluso en este momento de apertura con el Papa Francisco, es la defensa de la estructura jerárquica eclesiástica.

“Por diferentes modos, bajo diferentes formas se sigue haciendo; si con el Papa Juan Pablo II era esto indiscutible, con Ratzinger también, y ahora está un poco más mediado”. 

Distintos factores influyen en el hecho de que muy pocos de los abusos sexuales infantiles cometidos por sacerdotes superen la estructura eclesiástica para tener un proceso judicial. 

El Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas ha señalado, por ejemplo, el tratamiento que da a estos casos la Iglesia Católica, como ofensas graves a la moral, y no como delitos, bajo procesos propios y confidenciales.

E incluso el código de silencio impuesto a los clérigos so pena de ser excomulgados. Coronado sabe de otro de igual o mayor peso: 

 “Resulta que hicimos una pregunta de cuando un sacerdote abusaba de un niño o niña, ¿a quién correspondía el castigo?, ¿quién debía de castigarlo? Los elementos penales, la Iglesia, tres o cuatro alternativas más.

“Cuando era un sacerdote, 97 por ciento de los sujetos dijeron que era la Iglesia, que no tenía nada que hacer el sistema jurídico ahí. 

“Los sujetos en México le seguimos otorgando esa parte sagrada a la Iglesia, no obstante que uno sea ateo, librepensador, lo que sea, se le sigue viendo de esa manera: lo que es de la Iglesia a la Iglesia, y lo que es del César al César, no hay esas líneas vinculantes”. 

Reporte Indigo le cuestionó: ¿Este componente social que sigue concibiendo a este problema como uno de competencia exclusiva de la Iglesia, termina por crear un escenario favorable para esta violencia?

“En efecto, por supuesto, esta memoria colectiva permea a toda la sociedad, pero también permea a las instituciones,

“Y aunque existan leyes que se han emitido a las que México se ha suscrito, esto sigue permeando la acción de las instituciones, incluso al sistema jurídico, lo que es una pena.

“¿Cómo un sujeto, un niño, va a armar una denuncia junto con su familia?, hay ejemplos en México donde los sujetos han hecho denuncias a la Iglesia y han sido objeto realmente de muerte social”.

Esto lo vio el investigador en León, Guanajuato, en la colonia Santa María Cementos. 

En el 2008, un sacerdote abusó ahí de tres infantes. Los padres lo denunciaron penalmente y las autoridades actuaron en consecuencia. Esto generó tal reacción de parte de la comunidad en contra de las víctimas, que tuvieron que mudarse. 

El programa Génesis

El vocero de la Arquidiócesis de Guadalajara, Antonio Gutiérrez Montaño, asegura que el programa de la Iglesia llamado Génesis, cuya casa está en Tlaquepaque y depende de la Arquidiócesis, brindó terapias a los sacerdotes que habían cometido estas agresiones sexuales hasta el año 2005 ó 2006, pero esto ya no sucede en la actualidad. 

 “Sí hay un programa que se llama Génesis de asistencia para sacerdotes con problemas de conductas, así de general, de los problemas de conducta el más grave es el de la pederastia.

“Pero hay otro tipo de problemas de conducta, como el alcoholismo, algún mal de la cabeza, problemas de obediencia -recuerdo el caso de uno, que la mamá de un sacerdote era como su yugo-, infinidad de problemas de conducta, y uno de tantos, el más grave era este (la pederastia clerical). 

“Cuando empezó esta casa sí, no sé cuánto el número, sí llegó a recibir (sacerdotes pederastas) prácticamente de todo el continente.

“Llegaban desde Argentina, porque ninguna otra diócesis en América Latina había abierto una casa como ésta. A raíz de todo este tipo de conflictos, los sacerdotes con este problema de conducta ya no ingresan ahí, desde hace tiempo”.

Reconoce que, aunque aún necesitan apoyo, no se  les puede brindar.

“Quizá es feo decir que se les abandona, pero sabemos que es un mal que no se puede remediar”, dice Gutiérrez.  

Reparación del daño

Se le preguntó al vocero de la Arquidiócesis si tienen considerados ya mecanismos para la reparación del daño a sus víctimas, como a los que ahora ya están obligadas las autoridades de Jalisco con la reciente expedición de la legislación local en la materia, a lo que respondió:

“La ley determina una reparación, la Iglesia en este momento económicamente no tiene establecido algo para hacer una reparación.


“Sí, quizá, sea el siguiente paso en el que si hay una comprobación se valore, se tase de alguna forma la compensación por el daño. Por otra parte, estamos de acuerdo que si la ley llega a establecer alguna cantidad por eso, pues se lleve a cabo”.

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