FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE (REPORTAJE ESPECIAL)
MÉXICO, D.F: Las rutas de la metanfetamina mexicana pasan por Baja California para cruzar la frontera: entre octubre de 2012 y marzo de 2013, las autoridades estadunidenses de San Diego decomisaron 1.7 toneladas de la sustancia, lo que representa 58% del total confiscado en la frontera entre México y Estados Unidos, asevera el reporte Evaluación Global de las Drogas Sintéticas, que hoy publicó la Oficina de las Naciones Unidas sobre el Crimen y las Drogas (ONUDC).
Según el documento, la metanfetamina mexicana se traslada por avión desde la Ciudad de México y Guadalajara hacia Tijuana, mientras que las rutas terrestres salen de Tlaquepaque, Jalisco; Uruapan y Apatzingán, Michoacán; Culiacán, Sinaloa, y Hermosillo, Sonora, para llegar a Tijuana y Mexicali, en Baja California, desde donde cruzan la frontera hacia el mercado estadunidense.
El documento precisa que “los orígenes de los flujos no indican necesariamente la fuente/manufactura de la metanfetamina”, pero añade que “Jalisco es una de las principales entidades en las que se han descubierto laboratorios de metanfetaminas, además de los estados de Michoacán y Sinaloa”.
La agencia antidrogas estadunidense (DEA, por su sigla en inglés) se alarma de que entre 2007 y 2012 el precio de la metanfetamina haya disminuido en 70% mientras que su pureza se elevó en 130%. Estos factores, sumados a la proximidad de México, país de producción y tráfico, “incrementan la disponibilidad de la sustancia en Estados Unidos”, observa el reporte.
Según el organismo internacional, en México se decomisó 63% de las casi 60 toneladas de metanfetaminas confiscadas en América del Norte en 2012.
El número de laboratorios desmantelados en el país creció de 20 en 2007 a 260 en 2012.
Y en Estados Unidos fueron cerrados cerca de 13 mil laboratorios, la mayoría de ellos de muy pequeño tamaño.
En 2012, las autoridades de Japón y Australia decomisaron metanfetaminas escondidas en contenedores provenientes de México. Además, la ONUDC señala que “existen indicaciones según las cuales los traficantes iraníes trasladan en avión metanfetaminas producidas en México hasta Malasia”.
¿Anfetaminas o metanfetaminas?
Más de 135 toneladas de Estimulantes Tipo Anfetaminas (ATS, por sus siglas en inglés) fueron decomisadas en el mundo en 2012, lo que representa un aumento de 80% en comparación con 2010, insiste el informe.
La ONUDC agrupa bajo la denominación de ATS a las metanfetaminas, las anfetaminas, así como a las sustancias MDMA, MDA y MDE, mejor conocidas como “éxtasis”.
Según el documento, las metanfetaminas representaron la mayor parte de las incautaciones de ATS a escala mundial en 2012, salvo en Europa y Medio Oriente, donde los consumidores prefieren las anfetaminas.
Lo anterior se debe a que los gobiernos proporcionaron sustancias ATS a sus soldados y obreros durante la Segunda Guerra Mundial con el fin de “estimularles” en periodos de estrés intenso.
“El personal militar de Estados Unidos y Japón recibió metanfetaminas, mientras que a los soldados en Europa se les suministraba anfetaminas”, explica el reporte.
Después de la guerra, las grandes cantidades de píldoras que sobraron fueron utilizadas para usos recreativos o prescritas por médicos para tratar la depresión, el desorden de déficit de atención, el alcoholismo, la obesidad o la anorexia, hasta su prohibición internacional en 1971.
Sin embargo, “resulta muy difícil explicar las preferencias nacionales para anfetaminas o metanfetaminas, ya que por lo general una de estas drogas sustituye a la otra y viceversa”, se sorprende la ONUDC.
Y añade:
“Aunque los efectos del consumo de ambas sustancias se parecen –producen estimulaciones mentales y físicas–, las metanfetaminas tienen un efecto más fuerte sobre el sistema nervioso y, a diferencia de otras anfetaminas, se consumen específicamente por algunos para extender e intensificar la experiencia sexual”.
La historia del éxtasis, por su parte, se origina en Estados Unidos durante los setenta, a raíz de su descubrimiento, en que se utilizó para sustituir a las metanfetaminas, que ya habían sido prohibidas.
La sustancia conoció su auge en las fiestas rave en Europa, a inicios de los ochenta.
Según el informe, las anfetaminas y el éxtasis también se producen en México –aunque en cantidad mucho menor– y transitan por las mismas rutas como las que adoptan los traficantes de metanfetaminas.
Productores emergentes
En los últimos años, países de África, incluso Nigeria, Sudáfrica, Níger, Ghana y Benín, se convirtieron en zonas de producción y tráfico de metanfetaminas, plantea la ONUDC.
En 2011 y 2012, las autoridades nigerianas desmantelaron cinco laboratorios de metanfetaminas y descubrieron una red de tráfico de anfetaminas en el aeropuerto internacional, que dirigían criminales malasios.
Según el documento, los países de África del Oeste producen la mayor cantidad de anfetaminas del continente, que exportan hacia el este y el sur, así como a destinos más lejanos.
“Cerca de 85% de las anfetaminas y sus derivados originarios de África del Oeste confiscados en los aeropuertos de Europa Occidental y Japón desde 2009 estaba destinado a países de Asia del Este y del Sureste”, asevera el reporte.
En Asia del Este, Sureste y Oceanía, las confiscaciones de metanfetaminas triplicaron entre 2008 y 2010, al pasar de 13 a 40 toneladas –16 toneladas sólo en China–. Durante el mismo periodo los desmantelamientos de laboratorios crecieron en 90%: de 300 en 2009 a 560 en 2011.
En Australia, las autoridades confiscaron metanfetaminas traficadas por vía postal, procedentes de Tailandia, China y hasta Alemania, informa la ONUDC.
Europa, bajo anfetaminas
Desde 2008, las anfetaminas representaron 65% de las incautaciones de ATS en Europa, muy por arriba del éxtasis y de las metanfetaminas, salvo en algunos países de Europa Oriental.
Desde el 2010, laboratorios de anfetaminas fueron descubiertos en Bélgica, Alemania, Hungría, Lituania, Polonia y Turquía, de tamaño variable, de “grande” hasta “industrial”, afirma el reporte.
En Europa, Turquía encarna un papel cada vez mayor en el tráfico de las ATS desde 2009. En 2012, las autoridades turcas decomisaron 500 kilogramos de metanfetaminas –cinco veces más que en 2010–, y más de una tonelada de éxtasis –una cifra tres veces superior a la de 2009.
En los países del Golfo Árabe –Irak, Jordania, Arabia Saudita y Siria– se produce el mismo fenómeno desde los inicios de la década, ya que los aseguramientos de anfetaminas alcanzaron 20 toneladas en 2011.
En Arabia Saudita, la cifra de decomisos se disparó: de 80 kilos en 2002, ascendió a 12 toneladas diez años más tarde. Según la ONUDC, las píldoras producidas en Siria transitan por Jordania para alcanzar el mercado saudita.
La “petromonarquía” destaca también en las confiscaciones de éxtasis, junto con Líbano e Israel. En Israel, dicha sustancia es la quinta droga más consumida.
En Sudamérica y Centroamérica, así como en el Caribe, el éxtasis es la droga ATS la más incautada –sobre todo en Brasil y Argentina–, debido a su uso por los jóvenes. Sin embargo, con tan sólo 120 kilos confiscados en 2012, su consumo sigue siendo bastante marginal.
Batalla perdida
Cada sustancia de las ATS necesita un proceso de fabricación y de síntesis a partir de precursores químicos que se encuentran en el mercado, de forma más o menos regulada. Los principales de ellos son la efedrina y la pseudoefedrina, descongestionantes y dilatadores bronquiales usados en la fabricación de las anfetaminas y metanfetaminas.
Varios estados adoptaron medidas severas con el fin de restringir su importación a la sola utilización industrial.
China importa legalmente la mayor cantidad de efedrina en el mundo –155 toneladas– y la segunda mayor de pseudoefedrina (200 toneladas), después de India con 300 toneladas.
“Entre 2009 y 2012, se reportó la confiscación de 141 toneladas de efedrina y pseudoefedrina al por mayor en el mundo. En el 2010 China, India, México y Estados Unidos, todos con decomisos de varias toneladas, sumaron 84% de las incautaciones globales”, analiza el documento.
Sin embargo, la mera confiscación no desincentiva a los ingenieros químicos: existe un gran número de sustancias que pueden sustituir a la efedrina y la pseudoefedrina, como el 1-fenil-2-propanone (P-2-P) o su precursor el ácido fenilacético –aunque el producto final sea “menos potente”, de acuerdo con el reporte.
Si bien en 2007 sólo 1% de la metanfetamina en el mercado estadunidense provenía de la transformación de P-2-P, esta cifra se elevó a 94% en 2012, lo que demuestra que los productores de drogas cambiaron su método para fabricar las moléculas psicoactivas.
La ONUDC expone otra evidencia que sostiene la hipótesis de un cambio de receta: las autoridades mexicanas decomisaron 56 toneladas de ácido fenilacético en 2010, así como 4 mil 699 litros de P-2-P en 2012, cerca de 69% de las confiscaciones de este líquido a nivel mundial.
Pero otra vez, las confiscaciones no sirven: el reporte advierte de la inminencia de una nueva ola de ATS fabricados a partir de precursores químicos no regulados que, a su vez, permiten producir las drogas.
En otras palabras, si el ácido fenilacético queda prohibido, los ingenieros químicos lo fabrican a partir de otros productos legales y fáciles de conseguir. Al tener el ácido ya pueden emprender su transformación a través del proceso químico adecuado y terminar “cocinando” sus metanfetaminas.
El informe completo:
2014 Global Synthetic Drugs Assessment Web by Revista Proceso:
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