FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: ALINA ROSAS DUARTE.
El 3 de mayo del 2013, Néstor López Espinoza, estudiante de Relaciones Exteriores en la Facultad de Derecho de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), junto a otros dos jóvenes, fue detenido y torturado por presuntamente planear un boicot violento en contra del desfile del 5 de mayo, en el que participaría Enrique Peña Nieto y el gobernador del estado, Rafael Moreno Valle.
Ahora, un año después, aún cuando el cateo a su hogar e investigaciones por separado no lograron comprobar la hipótesis gubernamental, los casos de estos jóvenes siguen abiertos.
“Un día le di click en la opción ‘asistir’ a una invitación que me llegó por Facebook: un evento que convocaba a una manifestación pacífica para el día 5 de mayo en Puebla, la llamada #Op5deMayo”, indicó López Espinoza.
El activista del movimiento #YoSoy132, y militante de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fue secuestrado a las 9:00 horas de ese viernes 3 de mayo del 2013, dos días antes del desfile conmemorativo de la Batalla de Puebla; el cual, supuestamente tenía planes de sabotear.
El joven salía de su casa con rumbo a realizar su servicio social, cuando fue interceptado y secuestrado para que, cinco horas más tarde, cerca de 30 elementos se presentaran en su hogar portando armas largas y cateando el lugar.
“Tú ya estás muerto”, “¿Creías que por criticar al jefecito no te iba a pasar nada?”, “Estás bien pendejo”, “A ti ya te cargó la chingada, ya no amaneces mañana”, “A nosotros nos mandaron a matarte”, “Te voy a violar, pinche maricón de mierda, gente como tú no debe existir”, “Al gobierno no se le critica, se le respeta; te vas a morir”, “Tú y toda la bola de pendejos ya valieron madre, ni tu familia reconocerá tu cadáver”, fueron algunas de las amenazas que el joven recibió durante las horas que prácticamente estuvo secuestrado.
Tras hora y media de cateo, los miembros de la policía ministerial –quienes nunca se identificaron- decomisaron un CPU, una computadora portátil, memorias USB, un celular y documentos personales de Néstor, en lugar de los supuestos explosivos que el gobierno aseguró que existían.
“El gobierno dice que una llamada anónima los alertó sobre los explosivos. Parecen justificaciones de George Bush en Irak”, declaró la mañana de ayer, el defensor de Derechos Humanos, Jesús Robles Maloof, a propósito del aniversario de los hechos.
“Cada uno desde su perfil en Facebook publicaba o compartía opiniones. En cuanto a mí, mis publicaciones hacían mención del sentir de los ciudadanos por causa de los múltiples sucesos que atañen a nuestro país, como la reciente ola de reformas estructurales; la forma de gobierno de un presidente impuesto, o la difusión en redes sociales sobre megaproyectos que afectarían al territorio poblano”, declaró Néstor López.
Para el joven, el pretender acudir a la manifestación pacífica, fue motivo suficiente para que le secuestraran, le encapucharan y le torturaran física y psicológicamente. Los medios amarillistas, señaló, le tildaron de terrorista y de urdir un plan para atentar contra la vida de Peña Nieto.
“Me obligaron a firmar y ponerle mi huella digital a hojas que no me dejaron leer. Fue hasta el día siguiente en la noche que supe que me encontraba en la PGJ Metropolitana Sur de Puebla, y que las personas que me habían secuestrado y torturado eran policías ministeriales, y personal de esa instancia”, explicó.
El joven estuvo incomunicado durante 28 horas, fue hasta el sábado 4 cuando al ser trasladado a los separos, se enteró de que la acusación de “conspiración y motín” fueron cambiados por “resistencia a particulares”, “portación de instrumentos prohibidos y cohecho”.
El día de ayer, la Asociación Civil Colectivas denunció que estos delitos son falsos. El abogado René Sánchez Galindo explicó que los tres jóvenes tienen que acudir, sin falta, a firmar al juzgado para acreditar su libertad bajo caución.
Los otros dos detenidos pasaron por operativos idénticos por separado.
A pesar de acudir cada semana, López declaró que en múltiples ocasiones se le han negado los datos para su defensa legal; los policías ministeriales que le detuvieron se han negado tres veces a asistir al juzgado, y éste, a la fecha desconoce si le van a condenar.
“¡Después de detenerme y criminalizarme por mis contenidos en Facebook han decidido ignorarme tajantemente!”, expresó.
Al ser cuestionado sobre los explosivos con los que presuntamente pretendía sabotear el desfile del 5 de mayo, tomaron un cuchillo cebollero y se lo imputaron como “instrumento prohibido”, señaló Robles Maloof.
No obstante, Néstor López dice no ser la única víctima de la política de represión y criminalización de la protesta social a nivel estatal. A un año de su experiencia, enumera los detenidos por los gobiernos morenovallista y federal: Enedina Rosas, Juan Carlos Flores y Abraham Cordero.
“A ellos los detuvieron por oponerse a los proyectos de muerte junto con sus pueblos, por ejercer su derecho a la libertad de expresión y manifestar públicamente estar en contra de la construcción del gasoducto Morelos y del Plan Integral Morelos en general”, sentenció el joven.
Para Robles Maloof, lo que está haciendo el gobierno tanto federal como el de Puebla, es amedrentar a todas las organizaciones, desde “facebookeros” hasta ambientalistas, defensores de los pueblos, académicos, entre otros.
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