FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: GEORGINA HOWARD.
Gastón Azcárraga, que huye para evitar la orden de aprehensión de la PGR, ahora quiere prolongar su impunidad al pedir asilo político en EU. Mientras esta petición se resuelve, el acusado de quebrar Mexicana no será extraditado para enfrentar la justicia mexicana.
Después de interponer un amparo para defenderse de las acusaciones en su contra, que no procedió, ahora Gastón Azcárraga solicitó asilo político en Estados Unidos. Desaparecido desde hace más de tres años, Azcárraga Andrade enfrenta una orden de aprehensión por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Y el miércoles, ante las versiones de que estaba detenido en un estado norteamericano, la Procuraduría dio a conocer que en realidad, había pedido asilo político y está en manos de las autoridades norteamericanas mientras esto se resuelve.
Mariana Benítez Tiburcio, subprocuradora Jurídica y de Asuntos Internacionales de la PGR dijo:
“Entiendo que no está detenido, está a disposición de un juez migratorio”.
Agregó que la visa de turista del Azcárraga estaba vencida y, en lugar de renovarla, para lo que tendría que regresar a México, solicitó asilo al gobierno estadounidense, por lo que se inició el trámite correspondiente.
Por lo tanto Azcárraga está a disposición de autoridades migratorias en Estados Unidos, confirmó la Procuraduría General de la República (PGR).
Benítez Tiburcio agregó que no se puede complementar una orden de extradición en contra de Gastón Azcárraga, ya que su caso se encuentra a disposición de un juez administrativo.
De esto la PGR se enteró al presentar una solicitud de detención provisional a las autoridades norteamericanas para extraditar a Azcárraga.
El pasado 19 de febrero un juez federal giró una orden de aprehensión en contra del empresario, exdueño de la aerolínea Mexicana de Aviación y expresidente de Grupo Posadas.
La acusación de la PGR integra el desfalco y la quiebra de Mexicana de Aviación, y también 12 denuncias penales de los sindicatos de sobrecargos, pilotos y trabajadores de tierra de Mexicana.
Además, violaciones a las leyes del mercado bursátil por no notificar a tiempo a la BMV la venta de la aerolínea.
Mexicana y sus filiales están en tierra desde el 28 de agosto de 2010, cuando abruptamente suspendió sus operaciones sin mayor explicación.
Azcárraga carga sobre su espalda las acusaciones del SAT por haber retenido el ISR a más de 8 mil trabajadores de la aerolínea sin haber notificado al fisco.
El empresario, con utilidades de su cadena hotelera, se dio el lujo de comprar el 30 por ciento de las acciones de Mexicana de Aviación en 2005, por 165 millones de dólares.
El objetivo, realizar economías a escala entre la aerolínea y sus hoteles. Pero el gusto no le duró mucho.
Cinco años más tarde vendió estos títulos a Tenedora K y la línea aérea dejó de operar.
Acusación de la PGR
Según la Procuraduría General de la República (PGR), de las transacciones con recursos de procedencia ilícita que realizó por más de 110 millones de pesos, se benefició el Grupo Posadas, del que era presidente del Consejo de Administración.
Cabe recordar que en 2005 Cintra, que era uno de los accionistas de Mexicana de Aviación, vendió por 165 millones de dólares el 95 por ciento de sus acciones a Grupo Posadas.
De ese porcentaje, Posadas revendió el 65 por ciento de los títulos a una empresa denominada Administradora Profesional de Hoteles.
Al año siguiente, en 2006, se creó el Fideicomiso 589 de Mexicana de Aviación para empleados y subsidiarias, pero se sustrajeron de la caja de la aerolínea 198 millones de pesos.
De acuerdo con la PGR, que ya tiene todo el expediente de Gastón Azcárraga integrado, el dinero fue utilizado para la compra de acciones a la Administradora Profesional de Hoteles, por 197 millones de pesos.
El mismo día en que se registró dicha transacción, Azcárraga transfirió 110 millones de pesos a la cuenta bancaria de Grupo Posadas.
Hoy se sabe que la PGR detectó que el Comité del Fideicomiso 589 fue quien autorizó la venta de acciones de Mexicana a terceros, y no a los empleados.
También deberá responder por el crédito inviable que le otorgó en su momento Bancomext y que solo sirvió para salvar a los accionistas que encabezaba.
Como Reporte Indigo lo denunció en su momento, el apoyo financiero que se le otorgó a Azcárraga se gestó desde las oficinas de Los Pinos y el personaje clave fue Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón.
La Asociación Sindical de Pilotos Aéreos (ASPA) demandó a Azcárraga por ir en contra de la Ley del Mercado de Valores, pues no informó sobre el crédito de Banorte por mil 572 millones de pesos, ni el de Bancomext por 991 mil millones.
Y además, los intereses
En entrevista con Reporte Indigo, Gabriel Reyes Orona confesó que Margarita Zavala, con el apoyo de Mario Laborín y Héctor Rangel Domene, exdirectores de Nafin-Bancomext, promovieron la causa de la aerolínea.
Y en ese enjuague estuvieron también involucrados Gilberto López Meyer, en ese entonces titular de ASA, y Juan Molinar Horcasitas, exsecretario de Comunicaciones y Transportes.
El objetivo primordial, explicó Gabriel Reyes Orona, era inyectarle capital a la línea aérea para rescatar “a su amigo” Gastón Azcárraga.
Incluso, dijo Reyes Orona, se debe aclarar muy bien la relación de Zavala con Gastón Azcárraga, “porque lo que sucedió con él, no le sucede a ningún deudor”.
Y para muestra, un botón.
También, pese a su situación financiera, se le dieron facilidades por parte de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam).
Y para el pago de turbosina recibió apoyo de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, y Bancomext le otorgó un crédito que era “completamente inviable”.
Lo único que sucedió es que se generó una empresa sin ninguna capacidad para responder frente al mercado, los clientes y los trabajadores, eso sí, agregó, sirvió para salvar a Gastón Azcárraga.
Por décadas, Gastón Azcárraga fue reconocido como uno de los empresarios más exitosos en el ramo turístico, a través de su Grupo Posadas.
Grupo Posadas, del que fue presidente del Consejo de Administración por casi 20 años, logró expandirse en América Latina y Estados Unidos.
Desarrolló marcas como Fiesta Americana, Fiesta Inn, Live Aqua, Cesar Business, Cesar Park, One y Explorean. Pero las deudas lo seguían.
A la fecha debe 9 mil 522 millones de pesos, y se vio obligado a vender la totalidad de la compañía aérea.
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