Denise Dresser, Sergio Aguayo y Lorenzo Meyer analizaron si fue planeado o no el hacer coincidir las fechas del debate con las del Mundial de futbol en Brasil, que inicia el 12 de junio.
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En la Mesa Política de MVS, para Dresser quien piensa mal, acertará; sin duda, dijo, la atención pública va a estar centrada fundamentalmente en el futbol. Señaló que las leyes son de los temas más importantes, pero van a “pasar de noche ante un público ya de por sí desinformado, porque la reforma (energética) no ha sido bien explicada por el gobierno”.
La coincidencia de los días en los cuales se discutirán estos asuntos recuerda otros momentos, como la quema de boletas electorales de 1988 durant el periodo vacacional, dijo la politóloga.
“La exigencia colectiva debería ser un periodo extraordinario en el que tengamos mucho mayor información”, aseveró.
En contraste, Sergio Aguayo reviró: “los partidos duran 90 minutos nada más”.
Y lamentó que “nos rendimos a la pobreza de la cultura democrática mexicana”.
Para el académico es “exagerado” el argumento de los partidos de oposición sobre que los juegos de México obligarían a posponer el debate; apuntó que el ‘Tri’ va a jugar “no más de 4 partidos”.
“Esta invocación al poder distractor y alienante del futbol, que es cierto, refleja la incapacidad de partidos opositores para hacer mejores críticas”, sostuvo.
Refirió que la sorprende capacidad de partidos opositores para hacer “declaraciones rimbombantes”, pero existe una pobreza de argumentos.
“No creo que vayamos a corregir algo o vayamos a incrementar la atención de ciudadanía si esperamos a que termine el Mundial”, afirmó.
Remarcó que la mayoría de sociedad es pasiva, “porque no tiene canales de expresar su punto de vista”, lo que consideró que es una falla precisamente de los partidos, que debieran servir para ello.
“Si las reformas preocuparan tanto ya se hubiera expresado con mayor energía la sociedad, lo grave es que no haya habido esta movilización”, finalizó.
Por su parte, Lorenzo Meyer señaló que “están haciendo la política más baja posible, con esa pequeña chapucería de esperarse a que llegue el Mundial”.
Además, lamentó que senadores del PRI todavía digan que estos asuntos no se pueden dejar para después.
El historiador mencionó que el mensaje que se envía a la ciudadanía es que “en el momento en que estén más estupidizados” se discutirán los temas importantes, como las leyes energéticas y de telecomunicaciones.
Este es uno de los ejemplos más claros de la pobreza política, de bajeza, la alta política no pasa, es una desgracia, concluyó.
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