AUTOR: ALEJANDRO GUTIÉRREZ.
La constructora española OHL tiene abiertas las puertas de una nación entera: México. La empresa tuvo la visión de entrar por la entidad mexiquense cuando su gobernador era Enrique Peña Nieto; ahora empieza a ser beneficiada con contratos millonarios, sin importar que su historia no sea transparente o sus competidores –en ambos lados del Atlántico– se quejen de favoritismo en las licitaciones. Las relaciones de esa compañía con la clase política mexicana le garantizan un futuro dorado.
Esta concesión causó resquemor en el sector de la construcción en México “porque hubo irregularidades y falta de transparencia”, pero también en España. “Entre ejecutivos de otras empresas constructoras (que compiten con OHL), hubo más de uno que levantó las cejas al conocer que prácticamente le habían arrebatado de las manos la obra a Carlos Slim”, dice en entrevista un consultor cuya firma tiene representación en México y España.
El entrevistado –quien pidió el anonimato pues recientemente participó en la elaboración de un estudio para una de esas competidoras– habla del clima de negocios dentro del Plan Nacional de Infraestructura del sexenio de Enrique Peña Nieto: “Vemos que OHL tiene muy aceitada la relación política con el gobierno mexicano. Allí se les ve como ‘tiradores de primera fila’ para algunas de las más importantes licitaciones para los trenes de pasajeros, más carreteras y el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que es su obsesión”.
A fines de abril Peña Nieto presentó su Plan Nacional de Infraestructura –que se prevé promoverá aquí en su visita de Estado a España, los próximos domingo 8 y lunes 9– por 7.75 billones de pesos.
–¿Y OHL tiene privilegios? –se le pregunta.
Sostiene: “Nuestra conclusión es que (OHL) mantiene una posición de privilegio en el mercado mexicano. No se puede obviar la relación que la empresa de Villar Mir mantiene con el gobierno del presidente Peña desde que le fueron otorgadas las obras carreteras en el Estado de México”.
OHL gestiona actualmente 200 kilómetros del Circuito Exterior Mexiquense, el Viaducto Bicentenario, la vía rápida Los Poetas-Luis Cabrera, la Autopista Urbana Norte, el Libramiento Norte Puebla y el tramo carretero Amozoc-Perote, otorgados por los gobiernos mexiquense de Peña Nieto, capitalino de Marcelo Ebrard y poblano de Mario Marín.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1961, ya en circulación)
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