FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ÁLVARO DELGADO (ANÁLISIS)
La confirmación la hizo el propio gobierno de Peña, mediante una carta que envió la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a Proceso para hacer “precisiones” al artículo firmado por este reportero, el lunes 2, en la página web del semanario.
Retomo la compra de un avión en 7 mil 520 millones de pesos porque retrata a la clase gobernante: Alegando un tema de “seguridad nacional”, se hizo la adquisición violando todos los estándares de austeridad y ejerciendo un dispendio propio de regímenes autocráticos.
Nadie pone en entredicho la idoneidad del equipo que transporta a los servidores públicos, pero el avión adquirido –un Boeing 787 Dreamliner, un auténtico palacio aéreo– es un despilfarro inaceptable en una sociedad cada vez más empobrecida justamente por el uso patrimonialista del dinero público y la ineptitud para hacer crecer la economía.
En la carta de la SCT se establece que “la administración anterior”, encabezada por Felipe Calderón, contrató con The Boing Company la adquisición del avión Boeing 787-8, MSN 40695, por un precio total de 127 millones 348 mil 857 dólares, que al tipo de cambio de 12.99 pesos, equivaldría a mil 654 millones 261 mil 652 pesos.
Esto fue exactamente lo que se informó: Que Calderón fue quien dispuso la compra, en noviembre de 2012, cuando –en efecto– el secretario de Hacienda era José Antonio Meade, actual canciller, quien confirmó la compra el 16 de octubre de 2012.
En la carta de la SCT hay un párrafo clave: “También la administración anterior dejó previsto un posible esquema de financiamiento a pagar en 15 años. En la actualidad se exploran diversas opciones de financiamiento para optar por la que resulte más conveniente para el gobierno de la República, sin que a la fecha se haya determinado alguna”.
Es decir, está vigente el esquema de financiamiento que heredó Calderón a Peña Nieto y éste, luego de casi dos años de tener conocimiento del costo y las condiciones de compra del avión, no ha sido capaz de aminorar la multimillonaria deuda, pese a que Meade, el actual canciller, fue quien diseñó ese esquema como secretario de Hacienda del gobierno panista.
Tal como como refiere el Proyecto Público de Inversión dado a conocer por la revista Emeequis y el colega Rafael Cabrera, en 2012 el gobierno pagó sólo 4.8 millones de pesos, el 2013 otros 70.8 millones y este año 219 millones. Para 2015 se pagarán 425 millones, y de 2016 a 2027 la cuota anual será de 467.3 millones de pesos.
Así, el pago total del avión, conforme a este esquema financiero, será de 6 mil 308 millones de pesos, cantidad a la que se deben sumar otros mil 211 millones de pesos por concepto de mantenimiento de la aeronave. La suma es de 7 mil 520 millones de pesos.
La SCT precisó que no será a finales de este mes, como se tenía previsto, sino en septiembre del próximo año cuando Peña Nieto estrene el fabuloso avión que, en su versión comercial, puede transportar a 250 pasajeros.
El ostentoso avión que estrenará Peña Nieto tendrá menos asientos, sólo 80, según lo que informó la SCT, aunque no se tiene aún la configuración definitiva de ese y otros equipamientos.
“De manera inicial se tiene considerado lo siguiente: un área de trabajo de 14 asientos para personal del Estado Mayor Presidencial, 24 asientos para funcionarios y 42 asientos para personal de apoyo y representantes de medios de comunicación; un área de trabajo del titular del Ejecutivo Federal, que consta de despacho y área de descanso”.
Para un episodio en el que ha habido una gran opacidad, estos datos son un logro. Algo es algo…
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