FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: CAROLINA HERNÁNDEZ.
El secretario de Gobernación dijo que en los próximos seis meses se verían los resultados de la estrategia de seguridad, pero mientras, Tampico vive tiempos de terror.
"Tampico hermoso, oh! Puerto tropical", escribió hace varios ayeres Samuel M. Lozano. Poco queda ya de ese lugar que era, para el compositor morelense, la dicha de todo su país.
Y es que algo debe estar muy mal cuando son los delincuentes y no la autoridad quien determina “toque de queda” en una ciudad.
Los enfrentamientos entre grupos divididos al interior del Cártel del Golfo (CDG) parecen ser la causa del castigo que no cesa para ese lugar.
El pasado jueves 29 de mayo, una fracción del CDG en Tampico, que se denomina ‘Fresitas’, colocó varias mantas en diversos puntos de la ciudad, mediante las cuales pedían a la población, “de la manera más atenta”, no salir de sus casas después de las 10 de la noche.
“Les pedimos de la manera mas atenta k después de las 10 pm no anden en las calles mientras acabamos con las escorias del gpo dragón (…) la ciudadanía no tiene culpa de los problemas de los grupos del cartel si el kiere pelear de frente k nos diga. En k parte del monte nos vemos y acabar con esto de una vez y no afectar a la ciudadanía”.
En los mensajes que fueron colgados en el puente de la UAT, Bodega Norte, Puerto Mormón y Carnitas Orta, además recomendaban a la gente tener precaución.
“Llegamos a cuidar y a poner orden no permitimos secuestros extorsiones ni cuotas x el bienestar de tampico madero Altamira”, se lee en las mantas.
Sin embargo, el orden no ha llegado. Ni el que hoy prometen los delincuentes, ni el que por años ha prometido el gobierno.
La más reciente oferta de paz la recibieron los tamaulipecos el pasado 14 de mayo cuando el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que en los próximos seis meses se verían los resultados de la estrategia de seguridad anunciada para el estado.
Pero mientras, la pequeña ciudad porteña vive tiempos de terror.
Casi toda el área metropolitana de Tampico -que abarca el entorno urbano de Ciudad Madero y de Altamira- se encuentra paralizada. Los comercios cierran más temprano, las calles lucen solitarias y el servicio de transporte público es irregular.
Hace dos semanas, hombres armados bloquearon la carretera Tampico-Valles luego de interceptar una pipa que llevaba material inflamable. La atravesaron en la calle y le prendieron fuego.
Dos días después, una granada fue lanzada en un bar, mientras que otro negocio fue rafagueado con armas de grueso calibre.
En esa misma semana, al menos tres locales de comida y un lote de autos fueron quemados hasta sus cimientos.
Tampico está lejos de ser orgullo de toda la nación. La ciudad arde.
En un reportaje publicado ayer por The Guardian, el reportero Kurt Hollander describe el Puerto como una pesadilla estilo Ciudad Gótica.
“Años de guerra entre grupos delictivos, han convertido este destino de ‘spring-breaker’ en una pesadilla estilo Ciudad Gótica. Ahora, algunos de residentes están tomando las calles en un desesperado llamado a la paz”.
El artículo retoma los tiroteos que, a plena luz del día, han azotado la ciudad en el último par de semanas y han dejado un saldo de al menos 25 muertes.
“Tampico es una de las ciudades más violentas, en uno de los estados más violentos”, asegura Hollander.
De acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el primer bimestre de 2014, Tamaulipas ocupó el primer lugar en secuestros en el país. Hubo 62 víctimas de las 330 reportadas en México.
En homicidios, esa entidad registró 245 víctimas durante enero y febrero, mientras que en el delito de extorsión hubo 72 afectados en ese mismo periodo.
Según la consultora especializada en temas de seguridad, Lantia, tan solo en abril de este año, Tamaulipas registró 114 ejecuciones.
Reynosa fue el municipio con más ejecuciones con un incremento porcentual del 2,200 por ciento entre marzo y abril de este año: de dos ejecuciones pasaron a 46. Tampico reportó 32.
Ya no solo las redes sociales -que se habían convertido en el desahogo de la ciudadanía- dan cuenta del miedo, el hartazgo y la frustración que se respira en cada rincón.
Los ciudadanos se han armado de valor y han salido a las calles para exigir paz y seguridad.
Apenas este domingo primero de junio, y aprovechando la visita del presidente Enrique Peña Nieto, habitantes de Tampico y Ciudad Madero organizaron manifestaciones en demanda de acciones efectivas contra la delincuencia.
Colgaron mantas con la leyenda “La paz es posible: resultados ¡ya!” y enviaron una carta al mandatario en la que aseguran que no se han visto resultados de la estrategia de seguridad implementada hace unas semanas.
“Nos piden tiempo”, señala la misiva, “y ya no tenemos tiempo que ceder. Cada día que tardan esos resultados mueren más mujeres, hombres y niños inocentes, víctimas colaterales de las balaceras en las calles”.
Una manifestación similar se llevó a cabo en Ciudad Madero, donde ciudadanos acudieron a playa Miramar para protestar contra la inseguridad.
Sin embargo, Peña Nieto -quien acudió para la conmemoración del Día de la Marina- no hizo referencia expresa al tema de la seguridad. En su lugar habló sobre la modernización de los puertos y el impulso a la actividad pesquera en el estado.
Las capturas
De acuerdo a información oficial, con la estrategia en Tamaulipas se ha logrado la captura de tres de 12 objetivos señalados como líderes del crimen organizado.
Fernando Martínez Magaña fue capturado el 14 de mayo; Francisco Ramírez Rivera o Juan Fernando Álvarez Cortez, el día 17, y el pasado 25 de mayo se detuvo a Juan Manuel Rodríguez García, Juan Perros, señalado como jefe de plaza del Cartel del Golfo en Río Bravo, y quien disputaba la dirigencia del grupo.
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