FUENTE: PROCESO.
AUTOR: COLUMBA VÉRTIZ DE LA FUENTE (REPORTAJE ESPECIAL)
En misiva al presidente Peña Nieto, el pintor juchiteco Francisco Toledo alerta sobre los posibles riesgos a la salud del pueblo si el gobierno no rechaza la introducción de semillas de maíz genéticamente modificadas en las tierras de milpa nativa, según han denunciado estudios científicos independientes. Contaminar nuestros maizales con siembras de maíz transgénico “es herir el corazón de México”, en opinión de Toledo, pues “el maíz es la fuente de la vida”.
“Estoy totalmente en desacuerdo con ese cereal modificado mediante técnicas de ingeniería genética”, destaca en entrevista vía telefónica desde la capital de Oaxaca el fundador del Patronato Pro defensa del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Oaxaca (PRO-OAX), una organización ciudadana cuyo propósito es denunciar y crear conciencia entre la población en relación con los problemas del patrimonio cultural tangible e intangible.
Francisco Toledo envió el 30 de marzo una carta al presidente Enrique Peña Nieto donde asegura que el maíz genéticamente modificado “es malo para México” y luego, le recalca:
“Las empresas trasnacionales que promueven estas semillas buscan ganar dinero. Para nosotros, la salud del cuerpo y la salud de la tierra no tiene precio. Sabemos que el maíz transgénico va a contaminar nuestros maíces si se siembra en México. Sabemos que dicha contaminación no tendrá remedio una vez que comience. Sabemos que esa contaminación significará una ganancia para unos cuantos, a costa de perjudicar a la mayoría de los mexicanos.”
Recuerda asimismo al mandatario la misiva que le fue enviada desde el 14 de octubre de 2013 por David R. Schubert, un investigador con prestigio internacional quien ha visualizado con mayor precisión los posibles daños que pueden ocasionar los Organismos Genéticamente Modificados (OGMs), en base a sus profundos conocimientos de toxicología y genética molecular, “explicándole por qué México no debe autorizar la siembra del maíz transgénico”. El documento del creador plástico juchiteco culmina diciendo:
“Nosotros pedimos a usted escuchar las palabras de científicos tan respetados como el doctor Schubert. Y al revisar las razones que nos da la ciencia, nosotros pedimos a usted escuchar también la voz de las comunidades indígenas, la voz de los campesinos y la voz de la gente de las ciudades que no queremos esas semillas. Rechazamos los transgénicos porque contaminar nuestro maíz es herir el corazón de México.”
Su firma estuvo acompañada por la del arquitecto José Márquez, presidente del PRO-OAX, organismo que impulsa una campaña para recabar un millón de firmas en contra del maíz transgénico. Con una destacada labor como activista, luchador social, ambientalista y promotor cultural, se le pregunta a Toledo si Peña Nieto ya ha contestado su carta, y platica que le respondieron que le sería agendada cita; después que lo atendería la Sagarpa, pero hasta ahora no le han dado ninguna fecha. Empero, denuncia:
“Sólo ha hecho declaraciones Francisco Bolívar Zapata, coordinador de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de Presidencia de la República, donde dice que yo estoy desinformado y fuera de contexto.”
En efecto, el pasado 17 de junio Bolívar Zapata expuso al diario La Crónica de Hoy que en lo que respecta a los organismos genéticamente modificados, Toledo está “desinformado y fuera de contexto”. Al día siguiente, le contestó al funcionario de la Presidencia –quien en el foro de Sagarpa disertará en torno a la inexistencia de daños a la salud humana por el consumo de OGMs– en estos términos:
“Debo aclararle que al definir mi postura referente al maíz transgénico me he basado en las opiniones de tres expertos: la doctora Elena Álvarez Buylla, del Instituto de Ecología de la UNAM; el doctor José Sarukán, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y el doctor David Schubert, del Instituto Solk en San Diego, California. Me han convencido sus argumentos rigurosos que resumen en mi opinión el punto de vista de los científicos independientes, no vinculados con las empresas de la biotecnología ni con interés económico alguno.”
La doctora Elena Álvarez Buylla, a su vez apuntó:
“Preocupa que el gobierno mexicano, lejos de transparentar toda esta evidencia científica sobre las consecuencias negativas del maíz transgénico, de invitar a los científicos del mundo a discutir y analizar los temas de manera abierta, demerite este trabajo independiente o trate de contradecir, refutar, ocultar, manipular y malversar la información científica.”
Defensa del maíz nativo
–¿Qué es lo que más le preocupa de este problema del maíz transgénico?
–Hay expertos, gente autorizada para hablar de este tema, no sólo en México sino en todo el mundo, y creo que se les debe tomar en cuenta. Ya se lanzó la voz de alarma de que introducir el maíz transgénico al país significa un riesgo ambiental grave y también a la salud humana, y que no se haga caso me parece poco serio. No sé qué tipo de consulta vaya a hacer el gobierno; pero deben estar todos.
–¿Qué opina de que el gobierno mexicano no rechace el maíz transgénico, como lo propone el consejo de los paneles científicos de la Unión Europea, India, Bangladesh, Japón o Corea de Sur?
–Aquí en México tenemos una forma muy particular de gobernar y se hace lo que te dicen que debe hacerse. Es un autoritarismo.
“El mensaje que nos mandan los del gobierno a través Bolívar Zapata es que ellos saben todo y que nosotros estamos desinformados. Deben ser más receptivos, más sensibles a lo que opina otra gente, otros científicos, otros especialistas. Hay voces autorizadas que aconsejan que no se use el maíz transgénico.”
–¿Qué significa para Toledo el maíz?
–La fuente de la vida.
–¿Y su mensaje es…?
–El pueblo unido jamás será vencido.
“¡Aguas!…”
A principios de mayo de este año, Francisco Toledo dio a conocer el documento Declaratoria por la vida, donde con otras organizaciones civiles manifestó su intención de evitar la introducción del maíz transgénico a México y se pronunció por la soberanía alimentaria. El 25 de ese mismo mes, justo en la marcha mundial en contra de Monsanto, la poderosa empresa global de tecnologías y productos para la agricultura, se les unió Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba.
El 28 y 29 de junio el PRO-OAX se organizará la Primera Feria Estatal en Defensa de la Milpa y los Maíces Nativos, en Paseo Juárez. José Luis Bustamante, regulador de dicha feria indica que la finalidad es llamar la atención de las autoridades nacionales sobre el peligro que representa introducir semillas de maíz transgénico a los campos del país:
“Estamos seguros que México perdería su soberanía alimentaria así, y lo más grave, estaríamos arriesgando la capacidad de nuestros hermanos indígenas y campesinos de alimentarse como lo han logrado a través de la historia, desde la época prehispánica hasta nuestros días. Está comprobado que la siembra del maíz transgénico inhibe el desarrollo de lo que hemos definido como ‘la milpa’.”
Participan en la feria: el Frente de Mujeres (que agrupa a mil 200 amas de casa de diferentes municipios) y los comités Agua Viva, Ave Fénix, Buena Vista, Camila, Caminando Juntos, Cinco de Mayo, Cuatro Milpas, Jireth, El Arroyito, Las Margaritas, La Esperanza, Las palomitas, Los Laureles, Mujeres Triunfadoras, Mujeres Virtuosas, Nissa Ya, Nopalery, Ojito de Agua, Prosperidad y Abundancia, Rayito de Luz, Unión y Trabajo.
Además, el Centro de Regeneración Ecológica de Oaxaca (CREO A. C.) y Los hijos del Maíz. También se instalará un tapete de tres metros de diferentes colores de granos de maíz nativo, creado por Emmanuel Alejandro Hernández Ibáñez; una muestra gastronómica con maíces nativos; un concurso artesanal de totomoxtle; conferencias, actividades artísticas y videos. Alejandro de Ávila Blomberg, director fundador del Jardín Etnobotánico de Oaxaca, expresa que “la intención es que la situación del maíz transgénico trascienda a nivel nacional y sea motivo de discusión”.
Adelita San Vicente, de Semillas de Vida A. C., quien participa en la feria este domingo con la conferencia La disputa por el maíz, recuerda que el 15 de julio se cumple un año de la demanda colectiva que interpusieron 51 personas entre las cuales hay 20 organizaciones campesinas, indígenas, y científicos defensores de derechos (Proceso, 1930):
“Con esta demanda pedimos una medida cautelar por la cual esté suspendido cualquier permiso de siembra de maíz transgénico. ¡Y vamos a seguir!”
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