AUTOR: REDACCIÓN.
Los analistas coincidieron en que era necesaria una acción de inconstitucionalidad contra temas fundamentales de derechos humanos, de privacía, de respeto y protección de datos, específicamente por el artículo que abre la posibilidad de que el gobierno de México espíe a sus ciudadano. El Ifai podía interponer dicho recurso, pero quedó como sirviente de los poderosos.
En la Mesa Política de MVS, Dresser recordó que la acción de inconstitucionalidad sirvió para frenar la Ley Televisa y se abrió espacio para una nueva legislación. Sin embargo, en esta ocasión sólo queda la posibilidad de que el Ifetel presente dicho recurso, pues el Ifai decidió no hacerlo y en el Congreso no se consiguieron las firmas.
Señaló que la ley en telecomunicaciones tiene artículos como la geolocalización y el que las empresas pueden proveer datos de particulares, que constituyen una violación a la privacidad y a los datos personales.
Expuso que el Ifai “remodelado”, fue puesto a prueba en este debate, y parecería que el gobierno movió sus piezas pues la administración de Enrique Peña Nieto “no quería que se diera el fenómeno de un frente unido por la inconstitucionalidad“.
Consideró que el organismo autónomo que debe proteger derechos individuales, se paró del lado de gobierno, poniendo en tela de juicio su autonomía, y si realmente la mayoría de los comisionados tienen características para estar en ese puesto.
“Esta decisión es muy grave”, aseguró. “Nos deja desamparados… las 2 instituciones que debieron actuar en nuestro favor están abdicando a la labor que deberían tener”, agregó.
Indicó que falta ver cómo actuará el Ifetel, “al cual la ley le quita muchas atribuciones, muchos dientes… y aquí la gran pregunta es si vamos a poder, después del fracaso de dos instituciones para pelear por una causa ciudadano, si lo va a hacer o doblará las manos frente al gobierno“.
Sobre la ley en telecom, mencionó que la intención del gobierno no era desmantelar monstruos, sino ponerlos a pelear contra sí: “no era abrir el terreno a nuevos jugadores, era que Televisa tenga el poder suficiente para pelearse con Carlos Slim“.
Retomando la frustrada acción de inconstitucionalidad, Lorenzo Meyer señaló que es un tema de los pocos, aunque reconoció que afecta a muchos.
“La ley tiene un espíritu que es dificilísimo de defender… lo que estaba detrás de la ley era cesar la presencia aplastante de Televisa… el resultado es que aumenta todavía más su participación (al comprar 100 por ciento de Cablecom)… el espíritu real de la ley, descubrimos ahora, es que no pasara nada“, sentenció.
Para interponer un recurso contra dicha ley, queda solo el Ifetel, por lo que parecería que estamos como en el Titanic, pidiendo que no se mueran todos, que salga alguien, ya que esto se está hundiendo, expuso.
“Aquí hay un punto que no hace más que volvernos al inicio de todo este proceso de cambio que no fue tal, en el año 2000″, indicó, en referencia a la transición democrática.
Explicó que el motivo del recurso hubiera servido para evitar el espionaje, que consideró siempre se ha dado y los políticos lo utilizan cuando les convienen ciertas intervenciones telefónicas.
Ante ello, consideró que el sistema está volviendo a reconstruirse y da la impresión que no vamos a ir a algo muy distinto de lo que había antes del año 2000 sino a una recomposición de lo mismo.
Señaló que el gobierno espía a sus ciudadanos desde siempre, pero “el asunto era si se podría impedir que se mantenga una costumbre”.
Ante la actuación de los organismos autónomos, mencionó que tenemos derecho a dudar en otros como la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Reguladora de Energía, establecidos como parte de la reforma energética.
“Tenemos la posibilidad de pensar que cuando se entren a grandes temas, se va a seguir este camino”, comparó luego de lo ocurrido en el Ifai.
A su vez, Sergio Aguayo señaló que estamos frente a un patrón que se repite una y otra vez, con la complicidad de los partidos.
El IFE y CNDH son casos paradigmáticos, apuntó, pues son los organismos públicos que tutelan derechos humanos, pero que los domestican de una manera muy sencilla.
Expuso que siempre quitan a las personas más independientes que los conforman y ponen a consejeros que son “sensibles a escuchar la voz de la autoridad, a pasar por alto a los molestos consumidores”.
Ante ello, dijo que la democracia mexicana no está sirviendo para las mayorías.
Y sentenció que al nuevo Ifai “ya lo domesticaron”.
“Organismos públicos que deberían defender derechos de los ciudadanos han sido domesticados por el poder… es una larga cadena que es al mismo tiempo la crónica de una transición descarrilada, y puesta al serivicio de los poderosos, sirviente de los poderosos, a muy pocas instituciones les interesan los derechos de las mayorías… un retroceso real de los logros que obtuvimos con la transición democrática”, agregó.
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