AUTOR: REDACCIÓN.
Busca esclarecer lo que sucedió el 30 de junio en Tlatlaya, Estado de México, donde militares mataron a 22 personas, hechos sobre los cuales hay versiones encontradas.
El 30 de junio pasado 22 civiles fallecieron abatidos por militares; la Secretaría de la Defensa Nacional informó en su momento que estos últimos fueron baleados, por lo que respondieron a la agresión y causaron las bajas.
Sin embargo, la organización exige una investigación a fondo y de manera imparcial, en la que se tome en cuenta todos los elementos, luego de que la agencia AP difundió otra versión de los hechos.
“Han transcurrido casi dos meses desde que un grupo de soldados mató a 22 civiles en Tlatlaya, y todavía hay más interrogantes que respuestas con respecto a qué sucedió verdaderamente ese día”, indicó José Manuel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.
En un reportaje de dicha agencia, se sugiere que los orificios y las manchas de sangre en la pared de la bodega no fueron producto de un enfrentamiento entre sicarios y militares, sino de una sanguinaria ejecución por parte de los elementos militares.
“Las manchas de sangre y los orificios de bala en los muros de hormigón observados por periodistas de The Associated Press tres días después del tiroteo plantean interrogantes acerca de si todos los sospechosos murieron en el enfrentamiento o después de que terminara. La bodega en la que fueron encontrados muchos de los cadáveres no tenía muchas evidencias de que el enfrentamiento fuera prolongado”, publicó AP.
El comunicado de Human Rights Watch, en el que urge una investigación sobre los hechos:
Human Rights Watch by Aristegui Noticias:
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