FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ÁLVARO DELGADO.
El videoescándalo de los legisladores panistas en Puerto Vallarta, Jalisco, no pasa de ser un incidente que sólo sirvió para recrudecer las hostilidades entre dos corrientes del PAN: las de Felipe Calderón –quien se dijo escandalizado por la degradación alcanzada por aquéllos – y Gustavo Madero. Pero Juan José Rodríguez Prats –que pugna por rescatar de la crisis a su organización política– achaca por igual a ambos personajes la responsabilidad de la corrupción que tiene ahogado a su partido.
En su interior ya nadie duda del avanzado deterioro del partido y hasta Felipe Calderón, reinstalado en México, fue categórico al observar –triste y avergonzado, según él– este “proceso de degradación y descomposición moral y de corrupción, que no sé qué límite pueda tener”.
Pero si la corrupción es el emblema del PAN de Gustavo Madero, lo es también de Calderón, quien desde el gobierno federal impuso a presidentes y a candidatos de ese partido y se presume solapó la deshonestidad de altos servidores públicos, acusan militantes panistas…
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1972 de la revista Proceso, actualmente en circulación.
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