AUTOR: Rodrigo Hernández López.
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El fin de semana pasado parecía que Quentin Tarantino estaba filmando una escena de alguna de sus películas surrealistas en Veracruz, pero la realidad fue otra, en el negocio que está a la orilla de la carretera Matamoros-Puerto Juárez.
Rodolfo de 54 años y Armando de 29 perdieron la vida en el lugar, luego “Chema” de 17 años murió en una clínica del IMSS horas más tarde del atentado, mientras que Gerardo de 33 años y Alejandro de 22 quedaron heridos.
Uno de los presentes relató que escuchó: “vinieron por mí, llévenme, llévenme”, luego de que el comando entró y preguntaron por “El Negro”, a lo que un encapuchado contestó “venimos a matarte”, y el sonido de los disparos rompió la atmósfera del restaurante.
El gobernador Javier Duarte ha reiterado en varias ocasiones: “hoy por hoy, en el estado no hay extorsiones, no hay balaceras, no hay secuestro”, a pesar de que la sangre corra por las noches en Veracruz.
El 19 de junio pasado se encontraron 31 cuerpos en 12 fosas clandestinas en el municipio de Cosamalopan, a eso se le suman las 104 desapariciones de mujeres desde diciembre del 2010.
Además del asesinato del periodista Gregorio Jiménez que conmocionó a la opinión pública el 11 de febrero de este año.
El periódico Milenio contabilizo de acuerdo con sus cifras, 276 asesinatos en Veracruz durante los primeros siete meses de este 2014, en junio se registraron 64 homicidios siendo el mes con mayor número de muertes.
De acuerdo con el Informe de Víctimas de Homicidio, Secuestro y Extorsión que dio a conocer a finales de julio del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el 2013 se registraron 758 asesinatos, colocando a la entidad en el número 10 den reporte.
Veracruz es el reflejo de la realidad del país, el discurso oficial dice que todo está bien, los grandes medios de comunicación no hacen mención de los asesinatos pero a pesar de eso las cifras reflejan el verdadero rostro del poder del crimen organizado.
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