FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ICELA LAGUANAS.
Nuevos documentos exhiben que Alstom, una de las tres empresas constructoras del Consorcio Línea 12, informó en el 2009 al entonces secretario de Finanzas, Mario Delgado, que los trenes que tenían planeado comprar no empataban con la vía.
Por mucho que Marcelo Ebrard Casaubón y su equipo rechacen el diagnóstico de que los trenes no son compatibles con las vías de la Línea 12, el ex jefe de Gobierno tiene que aceptar que existen documentos que detectaron el grave problema desde el 2009.
Dichos documentos no fueron elaborados por el actual jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, ni por el director del Metro, Joel Ortega Cuevas, con quienes Ebrard tiene una franca confrontación.
En el documento, del que Reporte Indigo posee una copia, una de las tres empresas constructoras que forman parte del Consorcio Línea 12 advierte del gravísimo error que funcionarios del equipo de Marcelo Ebrard estaban a punto de consumar con la compra de trenes que no empatan con la obra civil que construyó ICA, Carso y Alstom.
Se lee textual:
“Hacemos la observación que los trenes descritos en la especificación adjunta a su correo, son más cortos (140 metros de largo, versus la dimensión de los andenes de las estaciones de 150 metros de largo) implicando una pérdida de la capacidad de transporte importante, así como que éstos trenes no empatan con el proyecto de Obra Civil de la obra de infraestructura de la Línea 12 actualmente en construcción, situación que nos preocupa como miembros del consorcio que ejecuta esta importante Obra”.
Así lo alertó, el 22 de julio del 2009, Alfredo Rodríguez, director comercial y desarrollo de negocios, sector transporte, de la firma Alstom Mexicana.
La empresa se lo hizo saber al entonces secretario de Finanzas del GDF y ahora senador del PRD, Mario Delgado Carrillo, funcionario que por esas fechas participaba activamente en la adquisición del lote de trenes y organizaba viajes a China para visitar a fabricantes de aquél país.
También se notificó al entonces director del Metro, Francisco Bojórquez Hernández, y al subdirector de administración y finanzas del STC, Juan Carlos Mercado Sánchez, a quien se le señala como uno de los operadores de Delgado Carrillo.
El oficio de Alstom Mexicana fue la respuesta que la empresa entregó al director de la paraestatal Calidad de Vida, Progreso y Desarrollo para la Ciudad de México, S.A de C.V, Agustín Quintanilla Ochoa, quien por esas fechas solicitó una cotización del material rodante a diversas firmas interesadas en ganar el contrato de los trenes que circularían en la Línea Dorada Tláhuac-Mixcoac.
Ese año, la paraestatal tenía la misión de iniciar la licitación de los trenes, reuniones que Mario Delgado presidía como secretario de Finanzas y presidente de esa empresa del gobierno local.
¿Por qué entonces, ahora les sorprende e incomoda el informe de Systra que señala la incompatibilidad entre los trenes y las vías?
Si desde el 2009 una de las tres constructoras les advirtió que el tipo de tren que pretendían comprar no empataba con la obra civil, qué funcionario y por qué razón se empeñó en adquirir ese material, que dicho sea de paso, el propio Bojórquez había sugerido no comprar para evitar incidentes graves en la Línea 12.
Este y otros documentos llegaron a la Comisión Especial del Congreso de la Unión, que investiga el destino de los recursos de Línea 12 a partir de que el diputado federal del PAN, Jorge Sotomayor, ha solicitado documentación oficial de la pasada administración.
Ataques a las vías de comunicación
Por estos días, que ya se comenzó a hablar de la lista con los nombres de los presuntos responsables de los errores cometidos en la Línea 12 que propiciaron su cierre, la guerra entre ambas administraciones, la de Mancera y la de Ebrard, se intensificó.
Y es que todo parece indicar que el informe final que la empresa Systra entregará a finales de este mes al gobierno capitalino ratificará la incompatibilidad entre el tren y la vía.
El enfrentamiento subió de tono. Ya no son simples ataques verbales entre uno y otro funcionario de ambos bandos.
En el GDF se habla de que Marcelo Ebrard podría haber formado alianza con un enemigo de antaño de Joel Ortega Cuevas, el líder del sindicato de trabajadores del Metro y también diputado del PRI, Fernando Espino Arévalo.
A Fernando Espino ya se le cuestionó de frente si él y sus huestes estarían detrás de los múltiples daños que han presentado diversas líneas del Sistema de Transporte Colectivo, y que han propiciado la suspensión del servicio.
Sin señalar directamente a Fernando Espino como el responsable de las afectaciones, las autoridades del Metro iniciaron tres averiguaciones previas en las que entregaron al Ministerio Público fotografías de cables que alimentan la energía eléctrica, cortados de manera intencional, como ocurrió en la Línea A el pasado 15 de julio.
El diputado priista, junto con sus afiliados, no se cruzó de manos y comenzó una agresiva estrategia a través de lonas que colocó en diversas estaciones, en las que se lee:
“Amigo usuario, los conductores del Metro no somos responsables de los retrasos en línea. Es debido a la falta de refacciones para dar un buen mantenimiento a los trenes”.
Con el mensaje, el diputado local del PRI hizo propio el discurso que Marcelo Ebrard y sus seguidores han asumido respecto a la parálisis de la Línea 12: señalar que la falta de mantenimiento fue la principal razón por la que el servicio suspendió actividades.
Como lo aborda ampliamente el libro “La verdad de la Línea 12”, que elaboró Javier López Casarín para dar a conocer la versión de los marcelistas respecto al problema y cuestionar a la actual administración.
Con esa misma estrategia, otro de diputado defensor de Ebrard desde la Asamblea Legislativa del DF, Cuauhtémoc Velasco, de Movimiento Ciudadano, elaboró su propio desplegado que distribuyó entre usuarios del Metro.
El papel de casi medio metro se titula: “Ya basta de falta de mantenimiento en el STC Metro” y atribuye que esta situación ha causado que no sólo la Línea 12 quede parcialmente sin funcionamiento, sino múltiples incidentes que han dejado a usuarios varados y en peligro.
Velasco critica a Ortega Cuevas de dedicar sus mejores esfuerzos a filtrar información a los medios de comunicación para justificar el descuido a la Línea 12 que condujo a su cierre parcial.
El enfrentamiento es campal, se agudiza al paso de los días y cada vez que se acerca el momento de hacer públicos los nombres de los funcionarios que quedarán inhabilitados o que podrían pisar la cárcel por las acciones u omisiones en torno a la Línea 12.
Y aunque ya se han hecho públicos muchos de los presuntos responsables, en su mayoría ingenieros, lo más alto apunta al exdirector del Metro, Francisco Bojorquez, y a Enrique Horcasitas, de Proyecto Metro.
Ambos, por separado, preparan su estrategia legal.
Mientras los funcionarios se pelean y todos desde su trinchera están a la expectativa de que el problema pase a la fase dos, los tribunales, miles de usuarios de la Línea 12 siguen padeciendo las penurias de trasladarse desde Tláhuac a sus centros de trabajo o escuelas.
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