AUTOR: MATHIEU TOURLIERE
FOTO TOMADA DE PROCESO. |
En los cinco casos de agresiones digitales que investigó la organización defensora de la libertad de expresión desde el 5 de abril de 2011 –fecha en que Borge Ángulo asumió la gubernatura–, la estrategia de denigración e incitación a la violencia contra los comunicadores y activistas ha seguido un mismo patrón.
“Horas o minutos antes de que la información (crítica contra la gestión del gobierno estatal) se difunda masivamente en redes sociales, Lino Magos, titular de la Dirección de la Defensoría Pública del Poder Judicial de Quintana Roo, y César Mortero, coordinador estatal del Movimiento PRI Mx, suelen compartir en Twitter información falsa o dolosa de estos comunicadores.
Se han presentado casos, sin embargo, en los que el propio gobernador es quien encabeza los primeros ataques”, observó Artículo 19.
DOCUMENTO:
La cuenta de Twitter del presidente Enrique Peña Nieto obtuvo 5 mil retuits (RT’s) durante los pasados 15 meses; la de Borge, que publica un promedio de 7 tuits por día y es seguida presuntamente por 77 mil 93 usuarios, generó… ¡4 millones 816 mil 412 RT’s!, descubrió Artículo 19.
Según la organización, sólo 38% de las cuentas de Twitter que siguen al gobernador presenta una actividad constante; mientras que 20% de ellas son falsas. “El promedio de RT’s que tiene Roberto Borge a través de cuentas falsas es de mil 797”, explicó Artículo 19.
Y revela: “Los ataques lo hacen como funcionarios –pagados con dinero público– y no como individuos ejerciendo su derecho a la libertad de expresión. Esto es fundamental entenderlo”.
“Alcohólicos, narcomenudistas…”
A través de esta red de falsas cuentas, los boots –programados para retuitear las publicaciones favorables al gobernador–, y de cuentas cuyos usuarios defienden al mandatario o difaman a sus críticos, los trolls, el gobierno de Borge aplica “una estrategia de silenciamiento a voces y medios críticos que pasa por ataques en redes sociales”.
El corresponsal de la revista Proceso en la entidad, Sergio Caballero, forma parte de las víctimas del sistema de difamación operado por funcionarios estatales. A través de éste se rumoró que Caballero era no menos que alcohólico y narcomenudista.
Tras escribir sobre la detención del activista y periodista maya Pedro Canché por “sabotaje”, luego de que éste se manifestó contra el alza en los precios del servicio de agua, una falsa cuenta de Twitter de Caballero publicó: “Amigos ando bien pedo, y siento pelos por haber sacado esa nota del falso periodista y estafador Pedro Canché”.
La singularidad en el caso del semanario Luces del Siglo, editado en Cancún, no recae en que la red de boots y trolls haya difundido rumores sobre su director y reporteros, al señalarlos como “distribuidores de drogas”, entre otros. Tampoco en el hecho de que hayan recibido amenazas a través de las redes sociales, o que el periodista Javier Vite haya sido atropellado de manera intencional por un vehículo mientras conducía su moto.
Lo inédito es que, en tres años, el semanario ha sido clonado 35 veces; cinco en su forma impresa y 30 en su versión digital.
La clonación consiste en producir una revista en apariencia igual a la original, pero cuyo contenido es falso en absoluto. “En todas las ocasiones son notas o reportajes falsos que hacen referencia a los supuestos logros del gobernador, en tanto en las versiones originales se le cuestiona o critica”, alertó Artículo 19.
Cuando se clonaron las versiones digitales de Luces del Siglo, los cercanos al gobernador, entre ellos Linos Magos y César Mortera u otros servidores públicos, compartieron ampliamente las portadas apócrifas.
“El ámbito digital es uno de los nuevos campos de batalla para atacar a la prensa”, lamenta Artículo 19 en su reporte.
“El informe es un trabajo que a lo largo de meses buscó recoger testimonios y evidencia de cada una de las afirmaciones que aquí se incluyen”, aclaró.
El diagnóstico que entrega Artículo 19 es inequívoco: “Hoy, el estado de Quintana Roo es no apto para ejercer la libertad de prensa”.
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