AUTOR: PEDRO PABLO CORTÉS.
Mientras empresas nacionales venden sus activos a extranjeros, narcotraficantes mexicanos estarían comprando bienes y operaciones de bandas y cárteles colombianos.
IMAGEN TOMADA DEL SITIO WEB DE REPORTE INDIGO. |
Además, un informe de FTI Consulting reveló ayer que el 37 por ciento de las empresas en México han contemplado cerrar o reducir sus operaciones en los últimos dos años ante la situación de inseguridad que vive el país.
Pero, mientras esto sucede, narcotraficantes mexicanos, como el Cártel de Sinaloa y los Zetas, estarían comprando bienes y operaciones de bandas de Colombia para eliminar el costo de los intermediarios.
Así lo asegura en entrevista con Reporte Indigo Luis Fernando Quijano, director de la ONG colombiana Corporación para el Desarrollo y la Paz (Corpades), que realizó una investigación basada en fuentes institucionales y documentación.
“Nos hemos encontrado que han estado ingresando miembros del Cártel de Sinaloa y otros comprando bienes, organizando todo el tema de drogas y tenemos ejemplos de que ellos ya están comprando su propia droga”, asevera Quijano.
“Están buscando comprar bandas en Medellín, bandas en el Valle de Aburrá y en otras regiones del país para poder manejar su propio negocio, que es lo que en últimas busca una organización criminal como el Cártel de Sinaloa”.
El investigador expone que el Cártel de Sinaloa habría enviado delegados especiales a la firma del “Pacto de Medellín”, en el que las bandas colombianas de la Oficina del Envigado y los Urabeños se comprometieron a la “paz criminal”, en julio del 2013.
Los cárteles mexicanos, precisa el activista, tendrían emisarios en Colombia para adquirir bienes inmuebles, patrocinar a traficantes de droga y comprar bandas criminales, denominadas “combos”.
“Están buscando construir sus propios grupos acá”, afirma, “porque, es lógico entender eso y decir que no es descabellado que pase, en la medida que son muchos los negocios que están haciendo los miembros de los cárteles mexicanos aquí.
“Y obviamente necesitan quién sea un disuasivo, quién cobre sus deudas, quién haga valer sus negocios y tener un brazo armado para cobrar a quién los traicione o ajustes de cuentas”.
El sueño de ‘El Chapo’
El especialista cree que esta es la oportunidad para que Joaquín “El Chapo” Guzmán alcance sus pretensiones expansionistas.
“Sabemos que uno de los grandes sueños del Cártel de Sinaloa es tener control de la mayoría de los puestos de América Latina y principalmente de donde se cultiva y se hace el procesamiento de la droga, como la cocaína”, subraya el colombiano.
“Se están metiendo a Colombia porque obviamente a ellos les interesa ir acabando con el tema de la intermediación”.
Quijano considera que es atractivo para los criminales colombianos realizar alianzas, pues por cada dólar que tienen bandas como los Urabeños, los Zetas tienen 10.
Menciona que las autoridades de Colombia, como el director de la Policía Antinarcóticos, el general Ricardo Alberto Restrepo, ya han reconocido los nexos.
“Recientemente se sabe que la fuerza pública ha cogido unos cargamentos que ya no son de los Urabeños, sino que directamente son embarcados por el Cártel de Sinaloa”, manifiesta.
Una larga historia comercial
La influencia del narco mexicano data desde la época de Pablo Escobar, aclara Quijano.
“No es un asunto de hoy, de ayer, ni de hace un año, sino que trae todo una gran cantidad de años desde su aparición aquí en Colombia”, expresa.
Por ejemplo, Copardes estima que criminales mexicanos pagaron a más de 300 colombianos entre 2006 y 2011 para traerlos al país a luchar en la “guerra del narco”.
También, las autoridades han capturado a delincuentes vinculados con el Cártel de Sinaloa en Colombia, como a Pedro Luis Zamora Caicedo, alías el “Junior”, a quien arrestaron en enero del 2013.
En febrero del 2012, cuando el general Óscar Naranjo dirigía la Policía Nacional, aprehendieron a 35 miembros del Clan Galeano, también relacionado a “El Chapo”.
“Se sabe que aquí han sido guardados y escondidos en algún momento hombres del Cártel de Sinaloa y de otras organizaciones criminales de México y acaba de reconocer la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (en Medellín) que ellos vienen a pasear, que vienen a descansar, que están de paso o que se están refugiando”, detalla.
Aunque percibe que el actuar de los cárteles no ha perturbado la seguridad de Colombia, el investigador teme que su presencia afecte el proceso de pacificación que atraviesa las FARC, el Gobierno y la sociedad.
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