FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JORGE CARRASCO ARAIZAGA.
Varias secretarías de Estado, un órgano desconcentrado, un ente fiscalizador y la oficina de la Presidencia, además de los senadores priistas, se movilizaron para proteger al empresario Roberto Alcántara de la tormenta de protestas que generó en agosto pasado su estreno como operador del telepeaje electrónico en las autopistas. Nada importaron las afectaciones a los automovilistas, las denuncias de que una empresa de Alcántara tiene deudas con Hacienda ni la falta de rendición de cuentas: el paisano y compadre del presidente Peña Nieto cayó suavemente en una red de funcionarios, familiares y amigos…
MÉXICO, D.F: Compadrazgos, socios, nepotismo, amiguismo… De todo hubo detrás de la concesión del telepeaje a Roberto Alcántara Rojas. La Secretaría de la Función Pública (SPF), la de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la de Comunicaciones y Transportes (SCT), igual que Banobras, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y Caminos y Puentes Federales y Servicios Conexos (Capufe) dejaron al empresario hacer cuanto quiso.
Las instancias de gobierno involucradas en la licitación pública internacional se hicieron de la vista gorda con tal de que el empresario del transporte y amigo del presidente Enrique Peña Nieto se quedara con la operación del cobro electrónico en casi la mitad de la red pública de autopistas de cuota del país.
El director de Capufe, Benito Neme Sastré, doble compadre del presidente, se encargó de que el organismo descentralizado de la SCT le otorgara a un consorcio encabezado por Alcántara tres contratos por 4 mil 39 millones de pesos para los próximos cuatro años; es decir, de aquí a que acabe el sexenio (Proceso 1974).
Con presencia en 24 de las 32 entidades del país con sus empresas de autotransporte, Alcántara es a partir del 14 de mayo de este año y hasta el 31 de julio de 2018, el responsable de operar el cobro electrónico en 3 mil 800 kilómetros de autopistas de cuota y puentes de pago que opera Capufe, que representan el 45% de la red federal de autopistas de cuota.
A pesar de que la licitación quedó marcada por irregularidades que se conocieron en mayo pasado, cuando se firmaron los contratos, fue hasta el desastre en la operación de las casetas en agosto pasado, cuando entró en operación la firma Telepeaje Dinámico, que se empezó a revisar la manera en que Capufe asignó el cobro electrónico en la red carretera del Fondo Nacional de Infraestructura y en las carreteras concesionadas del Golfo y el centro del país.
(Fragmento del reportaje que se publica en la revista Proceso 1975, ya en circulación)
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