lunes, 29 de septiembre de 2014

Matanza en Tlatlaya, ¿un patrón o caso aislado?

El abatimiento de 22 personas en San Pedro Limón, Tlataya, muestra la incapacidad de instituciones, entre ellas la Comisión Nacional de Derechos Humanos, señalan los analistas.

IMAGEN TOMADA DEL SITIO
WEB DE ARISTEGUI NOTICIAS.
La presunta matanza de 22 personas en el Estado de México, por parte de elementos militares, serían otras ejecuciones extrajudiciales, que se han convertido en un patrón de conducta y no un caso aislado, consideró Denise Dresser.

En la Mesa Política de Noticias MVS, señaló que este tipo de casos ya fueron denunciados en el sexenio anterior por la organización Human Rights Watch, en un informe titulado “impunidad uniformada“, el cual señala un uso indebido de la justicia militar en México para investigar abusos cometidos durante operativos contra el narcotráfico y de seguridad pública.

No obstante, confió en que el caso Tlatlaya no acabe en un año de castigo, por algo que parece ya la ejecución sumaria de 22 personas que según los reportes ya se habían rendido, pues -a diferencia del pasado- este asunto que involucra a 8 militares es  investigado por la Procuraduría General de la República.

Señaló que actualmente se sigue observando la falta de capacidad y de voluntad de las instituciones encargadas de proteger los derechos humanos.

Por ello, indicó, firmó la petición de juicio político al presidente de la CNDH, Raúl Plascencia, porque no ha utilizado el puesto para defender los derechos humanos.

Dresser aseveró que la CNDH es una institución que nos cuesta mucho dinero y no produce los resultados deseados, pues debería ser la primera en alzar la voz ante violaciones del Ejército y en lugar de eso se muestra pasivo, complaciente; “a parte de juicio político no se debe reelegir, se debe ir”, sentenció.

Sergio Aguayo preguntó si el caso Tlatlaya es un hecho aislado o un patrón de conducta.

“Estamos viendo una fogata constante, lenta, en la cual se van inmolando las instituciones”, refirió.

“Observamos un esfuerzo por tapar hoyos, errores”, agregó.

Tras los hechos del pasado 30 de junio, consideró que la CNDH quedó “damnificada”, pues en lugar de salir a asentar una cátedra de ética, se muestra inepta y simuladora.

Mientras que el Estado se muestra despótico o en descomposición, dijo el académico.

A su vez, Lorenzo Meyer lamentó que todo esto ocurra luego de que el presidente Enrique Peña Nieto anunciara que México se sumará a los cascos azules de la ONU, cuando “lo último que tenemos en México es paz, ya quisiéramos unos cascos azules aquí”.

En el caso Tlatlaya, señaló que en vez de investigar, el Ejército “limpió” la zona.

Lo que vemos, apuntó, son signos de descomposición y cómo las instituciones no sirven.

En tanto para la CNDH va a pasar mucho tiempo para esclarecer estos hechos.

“El Estado es incapaz de cumplir con una de sus obligaciones: mantener la paz y si no la puede mantener, de investigar”, expuso.

“El conjunto de instituciones está más bien para encubrir”, agregó.


En este asunto, señaló el historiador, tuvo que ser la prensa extranjera la que nos viene a dar la dimensión de los hechos y la que dio un giro a la primera versión de que sólo había sido un enfrentamiento entre presuntos delincuentes y los militares.

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FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

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