FUENTE: PROCESO.
AUTOR: LUCIANO CAMPOS GARZA.
MONTERREY, N.L. (apro).- El gobernador Rodrigo Medina reconoció que el daño ecológico provocado por el derrame de petróleo crudo en el río San Juan, en Cadereyta, persiste y se espera que quede remediado dentro de las siguientes ocho semanas.
La semana pasada, Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex, anunció que el derrame de hidrocarburo, ocasionado el 16 de agosto por una toma clandestina, quedaría remediado el domingo anterior, aunque es evidente que la contaminación persiste en el área.
Esta mañana Rodrigo Medina recorrió la zona afectada, 19 días después de que ocurriera el desastre ocasionado en el ducto Madero-Cadereyta, con un daño de 11.5 kilómetros de acequias y 6.5 kilómetros sobre la afluente del San Juan.
El mandatario priista corrigió al director de Pemex, al señalar que es necesario aclarar plazos para evitar confusión entre la ciudadanía, pues por ahora no se puede hablar de una limpieza total del río y los ejidos vecinos afectados, en este municipio ubicado 30 kilómetros al oriente de la capital.
“Me estoy refiriendo al 100 por ciento de la limpieza de todo, no de alguna fase. Quizás el director de Pemex se refirió a alguna fase o alguna parte de la limpieza. Sin embargo, para que la gente entienda mejor esta situación, estamos hablando de limpieza al ciento por ciento, de todo. Por eso dimos un plazo de 10 semanas porque tenemos que limpiar las orillas, la tierra, es un trabajo detallado al final”, explicó.
La fecha para la remediación se cumple el próximo 3 de noviembre.
Al finalizar el recorrido, Medina aseguró que es potable la totalidad del líquido que envía entubado la entidad estatal denominada Agua y Drenaje de Monterrey, una cantidad que representa 80% del consumo total de los pobladores de los ejidos dañados.
También afirmó que 20% del consumo restante se divide en 21 pozos caseros, y los estudios han demostrado que el agua que contienen está libre de hidrocarburos y puede ser usada para el consumo cotidiano.
Luego explicó que actualmente hay en la región unas mil 200 hectáreas de frutos cítricos sembrados en la zona del derrame, por lo que deberán esperar a que ocurra la cosecha, en el mes de octubre, para estimar los daños que pudo haber ocasionado la dispersión del petróleo en el subsuelo.
Con base en esa estimación, Petróleos Mexicanos podrá establecer una cantidad que repartirá entre los productores afectados por la “ordeña” descontrolada.
El alcalde de Cadereyta, Emeterio Arizpe, estimó que los daños serían de unos 42 millones de pesos para 97 productores agrícolas, quienes dejarían de cosechar naranjas, debido a que no pueden acceder a agua de riego libre de contaminación.
Aunque se reconoció impacto en flora y fauna de la zona, hasta ahora ninguna autoridad ha aportado una cifra para estimar la magnitud de la contingencia.
Esta tarde el Congreso local aprobó la creación de una comisión para defender a los ejidatarios afectados por el desastre ecológico en el río San Juan.
El priista Gustavo Camargo Caballero será presidente, y la panistas Blanca Lilia Sandoval, la vicepresidenta.
El grupo de trabajo estará integrado, además, por ocho comisionados ejidales, quienes representan a los productores rurales que han padecido pérdidas por el derrame.
Como primera acción, la comisión citará a directivos de Pemex para que comparezcan y expliquen las causas y alcances del derrame de crudo en Cadereyta.
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