AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.
La Secretaría de Desarrollo Social responde luego que Animal Político denunciara que la dependencia entregó a indígenas afectados por lluvias de 2013 casas sin cimientos, drenaje y construidas al borde de deslaves; señala que dichas construcciones no son casas-habitación, sino "unidades básicas de vivienda", hechas "como un caso extraordinario".
IMAGEN TOMADA DEL SITIO DE ANIMAL POLÍTICO |
Las casas, o “unidades básicas de vivienda rural”, como las llama la dependencia, no cuentan con un dictamen de factibilidad, por hallarse al pie de barrancos o en pendientes en pleno desgajamiento, y fueron construidas con materiales no aptos para la región; además, no cuentan con losa de cemento, sino que fueron techadas con láminas sujetadas por tornillos, mismas que, prevén, serán arrancadas por los ventarrones que son comunes en este estado, habitualmente atacado por tormentas y huracanes, tal como publicó Animal Político este 18 de septiembre.
En respuesta a esta nota, Sedesol envió una carta en la que asegura que ya tienen un acuerdo con la Comisión de Pueblos Indígenas “para la dotación de obras complementarias que mejorarán las condiciones de los habitantes beneficiados con estas unidades Básicas, correspondiendo a la delegación federal de Sedesol, con recursos del Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias 2014, la ejecución de la red de energía eléctrica y agua potable, y a la delegación de la CDI construir 43 Unidades Básicas de Vivienda en las localidades la Unión de las Peras y 7 en El Tepeyac, así como obras necesarias, como muros de contención, retajes, bardas, etcétera, para evitar futuros deslaves”.
En la misiva enviada a este portal añade que dichas construcciones no son casas-habitación, sino “unidades básicas de vivienda”, hechas “como un caso extraordinario y en apoyo a la contingencia”.
Sin hacer mención a las denuncias sobre la mala calidad de estas viviendas, Sedesol se deslindó además de cualquier responsabilidad sobre el programa de construcción de viviendas en Guerrero, al afirmar que ésta “no es la dependencia del gobierno de la República encargada”, atribución que, advirtió, toca a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Tal como informó Animal Político el pasado jueves, en ambas localidades indígenas, la Sedesol erigió viviendas de 44 metros cuadrados, sobre predios que no contaban con un dictamen de factibilidad, por hallarse al pie de barrancos o en pendientes en pleno desgajamiento, lo que ha originado que se hundan de un costado, mientras el costado contrario se ha levantado del suelo.
Los habitantes de ambas localidades, además, denunciaron que estas casas fueron construidas por Sedesol con materiales no aptos para la región, ya que, por ejemplo, fueron levantadas con tabiques que absorben agua y conservan el frío (en una zona en donde la población debe enfrentar bajas temperaturas prácticamente todo el año); además, no cuentan con losa de cemento, sino que fueron techadas con láminas sujetadas por tornillos, mismas que, prevén, serán arrancadas por los ventarrones que son comunes en este estado, habitualmente atacado por tormentas y huracanes.
Asimismo, narraron, la única parte de la construcción que sí fue techada con cemento fue el baño, sin embargo, no se aplicó impermeabilizante, por lo que estas losas ya están dañadas por filtraciones; y, siguiendo con el baño, estas casas fueron dotadas de un biodigestor –almacén subterráneo de residuos fecales–, sistemas que fueron destruidos por las lluvias, aún antes de que pudieran ser utilizados, debido a su deficiente instalación.
Según consta en las cartas de ‘entrega-recepción’ que debieron firmar los damnificados de estas localidades, dichas viviendas no fueron construidas por Sedatu, sino por Sedesol, dependencia federal que contrató para su realización a la constructora Faysal SA de CV. Este documento, además, obliga a los “beneficiarios” a renunciar a su derecho de presentar inconformidades por la mala calidad de las viviendas, ya que debieron estampar su firma junto a una leyenda que reza: “Estoy totalmente satisfecho con el resultado final del apoyo recibido y al firmar acepto de conformidad que los trabajos realizados son de calidad y no tengo observación alguna, por lo cual me abstengo del derecho de realizar cualquier queja posterior“.
Cabe destacar, que este tipo de deficiencias se presentan no sólo en Unión de las Peras y Tepeyac, sino en todas las localidades indígenas de La Montaña en donde las autoridades federales han dotado a damnificados de viviendas, tal como denunció el Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, y el Consejo de Pueblos Damnificados de La Montaña.
En marzo pasado, el Portal de Transparencia Presupuestaria de la Secretaría de Hacienda informó que en todo el estado serían construidas 6 mil 185 viviendas para damnificados –por un error de conteo, Animal Político informó originalmente que eran 6 mil 90 las casas proyectadas–; sin embargo, el pasado miércoles, el gobierno federal operó una rectificación a la baja e informó que, ahora, el plan es construir sólo 5 mil 672 casas “nuevas” para los afectados por el huracán Manuel y la tormenta Íngrid.
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