FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ADRIANA LUSTHOFF.
A la escasez de agua derivada del derrame tóxico en el río Bacanuchi se le suma el calor en la entidad, que ayer alcanzó una máxima de 43.5 grados.
Un error humano y una condición climática mantienen al estado de Sonora en alerta.
El mismo día en que Grupo México, responsable por el derrame de químicos contaminantes en los ríos Bacanuchi y Sonora aceptó por primera vez que una “causa relevante” del incidente fue un defecto en una tubería, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que la temperatura máxima en la entidad alcanzó los 43.5 grados centígrados a la sombra.
El desbordamiento de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico de la mina Buena Vista del Cobre afecta a siete municipios desde el pasado 6 de agosto, y dejó sin agua potable alrededor de 21 mil habitantes. Además de las consecuencias sanitarias, esto pone en riesgo la actividad agropecuaria en la región.
Mientras el caso se resuelve, y miles continúan bajo estas condiciones y sin una indemnización asegurada, el calor en el estado norteño no ayuda.
El Organismo Cuenca Noroeste de la Conagua precisó que el norte y el centro de Sonora presentaron las temperaturas más calientes el lunes, y que el ambiente continuará de caluroso a muy caluroso.
En lo que va del año al menos 11 personas han muerto a causa del calor extremo, según la Secretaría de Salud Estatal de Sonora, donde la sensación térmica ha llegado a los 50°C.
Además de la crisis ambiental, sectores como el educativo se han visto afectados en la entidad, pues estudiantes de nivel básico de las localidades afectados por el derrame iniciaron clases apenas ayer.
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