martes, 2 de septiembre de 2014

Sin combatir corrupción, reformas de EPN no funcionan: Silva-Herzog

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Tenemos "el mayor desafío institucional político del Estado Mexicano en las últimas décadas, porque lo que tenemos enfrente es la necesidad de contar con instituciones con la corpulencia necesaria para enfrentar los intereses más poderosos", señaló.

Sorprende que una de las cosas que no encuentra el gobierno federal es salir adelante en su iniciativa contra la corrupción, curiosamente  pueden salir  todas las iniciativas con gran velocidad, pero la que se atora en algún momento del proceso legislativo es precisamente esta que tiene que ver con el empeño contra la corrupción, ese es el punto que  habría que exigir, que hubiera efectivamente no un discurso sobre la corrupción sino que se dieran pasos para reformar institucionalmente nuestras estructuras en contra de la corrupción, señaló Jesús Silva-Herzog  Márquez, académico y experto en materia de ciencia política.

En entrevista para Aristegui CNN, dijo que “si uno se da cuenta en los últimos meses no hay un acento público en que este es un asunto crucial, yo creo que este no es un asunto accesorio a las  reformas  y es que si no hay una lucha auténtica contra la corrupción, esto no funciona, no funciona ni la reforma de telecomunicaciones ni la reforma en materia energética, ni la reforma educativa, el hecho de transparentar al Estado Mexicano es un requisito indispensable para que estas reformas de apertura tengan sentido”.



Silva-Herzog indicó que el actual “es un gobierno que sobresale por sorprendente, no nos esperábamos que se hubieran dado estas características del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, lo que se propuso legislativamente, lo consiguió, encontró la manera de comunicarse con el Congreso, lo que falta todavía por definir es todo lo que no está en ese  plano legislativo y la manera en que se van aterrizar esas reformas estructurales que creo que sí tienen una relevancia innegable para el futuro social y económico del país”.

En cuanto a la reforma energética “lo que  queda es un capítulo pendiente que tiene que ver con la consulta y esa está en el  espacio del Poder Judicial, será  la Suprema Corte de Justicia de la Nación la que tendrá que resolver ese asunto tan delicado que desde mi perspectiva tiene pocas posibilidades de concluir en la consulta efectiva  para ver si se  puede echar  para atrás está  reforma  constitucional y luego legal, pero quien tiene  la última palabra es la Suprema Corte ahí queda el último capítulo legislativo de esta reforma”.


Hacia  delante  lo que  tenemos “es el mayor desafío institucional  político del Estado Mexicano en las últimas décadas, porque lo que tenemos enfrente es la necesidad  de contar con instituciones con la corpulencia necesaria para enfrentar los intereses más poderosos que hay en el planeta y ese es el sitio de donde viene mi desconfianza frente a esta osadía, este atrevimiento de una  reforma tan radical que es que reconociendo las fragilidades de nuestra estructura política, siendo  víctimas todos nosotros de esta precariedad institucional resulta muy difícil confiar que tenga el Estado Mexicano, con todas estas nuevas estructuras poderse echar andar  y contener, regular, conducir inteligentemente la llegada de estos gigantes”.

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