Raúl Plascencia acudió al Senado para defender sus intenciones para dirigir un nuevo periodo que terminaría en el 2019, pero tiene fantasmas acechándolo.
Raúl Plascencia tiene casi cinco años al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y quiere la reelección.
Ayer, acudió al Senado para comparecer ante comisiones y defender sus intenciones para dirigir un nuevo periodo que terminaría en el 2019.
El problema es que Plascencia tiene fantasmas acechándolo.
Bajo su dirección, la CNDH quedó en entredicho por sus actuaciones en la masacre de migrantes en San Fernando, la presunta ejecución de civiles por parte de militares en Tlatlaya y el menor muerto en Puebla luego de un operativo de la policía para replegar una manifestación, entre otras. ¿Serán suficientes sus razones?
Los argumentos de Plascencia
> Sus números
1,200,000
personas ha capacitado la comisión para evitar que incurran en abusos u omisiones contra la ciudadanía
24
acciones de inconstitucionalidad se ha promovido contra leyes presuntamente violatorias de los derechos humanos
> Seguimiento recomendaciones
Durante su gestión, la CNDH ha dado un seguimiento claro y puntual a las recomendaciones que emite, con el propósito de verificar que las autoridades aludidas las cumplan. Para ello, en 2012 se creó la Dirección General de Seguimiento de Recomendaciones.
> Confianza ciudadana
La CNDH goza de confianza de parte de la ciudadanía. El 98 por ciento de las personas que acudió ante el organismo a pedir atención declaró haber recibido un trato bueno o excelente.
> Transparencia
Se han realizado 180 auditorías o estudios de evaluación, ya sea por parte de la contraloría de la comisión o de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y no existe una sola observación pendiente de cumplirse.
Los argumentos de las ONG
> Su casa
795
metros cuadrados tiene el terreno en donde Raúl Plascencia Villanueva construye una residencia en la colonia Jardines del Pedregal
20
millones de pesos es el valor estimado de la residencia, de acuerdo con Reforma
> Falta de seguimiento
El seguimiento de algunos casos, como la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010, solo es de tipo “burocrático”, es decir, basado en los reportes de autoridades, sin profundizar en los casos y sin contactar a las víctimas.
El caso Tlatlaya, el niño asesinado en Puebla por la policía durante la dispersión de una manifestación, entre otros.
> Desconfianza ciudadana
Organizaciones como Artículo 19 o Fundar declaran tener desconfianza en la gestión de Plascencia y abiertamente han pedido a los senadores que no lo reelijan en el cargo, porque consideran que ha sido omiso en la protección de los ciudadanos.
> Problemas legales
Plascencia tiene una serie de procesos legales iniciados por defensores de derechos humanos y académicos que solicitaron un juicio político en su contra, así como el juicio de amparo iniciado por familiares de 72 migrantes asesinados en San Fernando, en 2010.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: STAFF.
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