A los estudiantes de Ayotzinapa, los medios, la organización Mexicanos Primero, la SEP... tratan con un profundo desprecio, con racismo y se les ha criminalizado, indicó el investigador de la UNAM, Imanol Ordorika.
Quienes hayan ordenado darles un escarmiento a los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, aprovecharon la descomposición política que se vive en el estado. Los candidatos que ganan elecciones en la entidad, son los que tienen más dinero, para comprar votos. Lamentablemente el caso de Iguala no es el único. Además, este no es un tema de crimen organizado estrictamente y es un tema político cien por ciento, señalaron el investigador de la UNAM, Imanol Ordorika y Juan Angulo, director del periódico El Sur de Guerrero.
En entrevista para Aristegui CNN, Ordorika señaló que, suponiendo que hay una interacción tan intensa entre crimen organizado y autoridades políticas y representantes de partidos políticos en Iguala, donde se convierten en indistinguibles, ya no se sabe ¿quién es el crimen organizado o quiénes son los políticos? El crimen de Estado es el crimen organizado por excelencia.
La caracterización de lo que ocurrió, de los asesinatos, de la tortura, de las desapariciones forzadas como crimen de Estado no es una utilización superficial de la noción de crimen de Estado, agregó.
Abundó en que un crimen de Estado, según se discute mucho entre los juristas, es aquel que comete un grupo de personas o la fuerza del Estado con el fin de crear terror en la población. Aquí además tenemos el componente no sólo de los que actuaron directamente en los crímenes del 26 de septiembre sino toda la actuación gubernamental en el estado de Guerrero con las omisiones un comportamiento totalmente ineficaz y tardío del gobernador, así como con la probada participación directa e involucramiento del presidente municipal de la ciudad de Iguala, José Luis Abarca.
Ordorika indicó que es importante señalar contra quién cometieron el crimen, porque no es cualquiera, siempre son los más pobres, los más marginados, en este caso estamos hablando de los estudiantes de las normales rurales que desde que se fundaron han sido objeto permanente de agresiones del Estado Mexicano, a nivel estatal y a nivel federal, que tienen la organización estudiantil más antigua del país, la federación de campesinos y estudiantes de México, porque tienen que defender sus condiciones de vida en una situación de precariedad brutal.
Remarcó que son los estudiantes a quienes el poder, los medios, la organización Mexicanos Primero, la Secretaría de Educación Pública, tratan con un profundo desprecio, con un racismo marcadísimo y a quienes se ha criminalizado.
Enfatizó que es un tema político en el que están involucradas las autoridades políticas del estado de Guerrero pero también por omisión, por lo menos, está involucrado desde el presidente de la República, sus secretarios de estado, el secretario de Gobernación, el secretario de Educación.
Y sostuvo que estamos en el ámbito de una llamada reforma educativa que ha generado enormes conflictos en el país y debates muy profundos que ha involucrado a fuerzas muy reaccionarias como Mexicanos Primero que han sido muy agresivos con los normalistas; lo primero que habría que decir es que no hay reforma educativa en ningún lugar del mundo sin fortalecer y reivindicar a la escuelas normales, señaló.
El investigador finalizó comentando: “Exigimos la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa de manera inmediata y exigimos que desde el Rjecutivo federal haya un compromiso para cumplir esta demanda de los padres de familia, de los compañeros y de toda la sociedad. Hace 46 años en el 2 de octubre en hechos como estos se cubrieron de mentira, la sociedad se tiene que pronunciar, tenemos que salir a las calles”.
Por su parte Juan Ángulo dijo que lo que sucedió en Iguala la noche del 26 de septiembre y los primeros minutos del 27 es el punto más alto que ha alcanzado en Guerrero la criminalización de la lucha social; se quiere ahora dirigir todo hacia la barbarie del crimen organizado pero esta es la forma bárbara que asumieron los acontecimientos, estuvo muy claro según la reconstrucción que se ha hecho, incluso la versión oficial, que fue un ataque directo a los normalistas.
El periodista apuntó que a los agredidos no se les confundió con miembros de una banda rival, sino que los agresores, policías municipales y pistoleros, sabían que estaban atacando a estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, ¿qué agravio pudieron haber hechos los estudiantes contra esta célula del crimen organizado para que actuaran de esa forma?, preguntó.
Agregó que no hay ningún antecedente, ni siquiera en sus demandas aparece nada que involucre al crimen organizado, enfatizó.
Angulo refirió que los ataques de este tipo en Guerrero provienen del poder político, de los organismos de inteligencia del Estado, militares contra insurgentes que ven guerrilleros por todas partes en Guerrero, están obsesionados con la reaparición de la guerrilla en Guerrero; tal vez dijeron hay que ponerles un hasta aquí, darles un escarmiento a este grupo de jóvenes y no sería la primera vez en Guerrero ni en la época de la guerra sucia ni en la época moderna de la violencia del crimen organizado que se usa a estas bandas criminales para golpear a opositores al gobierno, para golpear a movimientos sociales, para golpear a dirigentes sociales.
Relató que la ofensiva en el último año contra los movimientos sociales en Guerrero se reactivó con las policías comunitarias en el estado, como si se tratara de criminales.
El director del Sur dijo que en la agresión contra los estudiantes de Ayotzinapa -en un contexto de persecución, de hostigamiento contra los movimientos sociales en Guerrero- no debe de limitarse sólo a una cuestión del crimen organizado.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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