Ángel Aguirre literalmente se vio forzado a pedir licencia como gobernador de Guerrero. Pese a que él mismo y Los Chuchos –grupo que lo apoyaba– se resistieron durante casi un mes a tomar esa medida, la presión del Ejecutivo federal y de numerosas corrientes perredistas fue determinante. Después de haberlo defendido a raíz de los trágicos eventos del 26 de septiembre en Iguala, Nueva Izquierda decidió zafarse del mandatario guerrerense, quien en su caída amenazaba con dividir aún más al PRD.
MÉXICO, D.F: La noche del miércoles 22, Cuernavaca fue sede de una reunión de unos pocos miembros de la corriente perredista Nueva Izquierda (Los Chuchos) en la cual participaron al menos el presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Navarrete y el gobernador de Morelos, Graco Ramírez. El tema fue la negociación de la salida del mandatario de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero.
Ahí se acordó que el jueves 23 a las 18:00 horas Navarrete anunciaría que el gobernador pediría licencia y después el propio Aguirre se manifestaría al respecto. Pero éste rompió el acuerdo y se le adelantó 11 minutos al presidente perredista en una improvisada conferencia de prensa en Chilpancingo.
Ni Aguirre ni Navarrete mencionaron ninguna responsabilidad federal en la crisis de gobernabilidad del estado, en coincidencia con la decisión del gobierno de Enrique Peña Nieto de circunscribir los hechos de Ayotzinapa a un problema local.
La renuncia de Aguirre Rivero era una demanda que no quería asumir la recién estrenada dirigencia del PRD tras la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, el 26 de septiembre pasado, hecho en el cual participaron en complicidad la policía y el crimen organizado.
En el documento perredista de 13 puntos –que pese a todo Navarrete leyó en su conferencia de prensa– se pidió una investigación de resultados rápidos: “Para facilitar lo anterior, la mayoría del CEN del PRD ha demandado al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, que presente de inmediato al Congreso del estado la licencia para separarse del cargo, y pedimos a los diputados guerrerenses de todos los partidos el nombramiento de una persona que asuma el Poder Ejecutivo, reorganice al gobierno del estado, abra canales de diálogo con la sociedad guerrerense y se sume a las investigaciones para encontrar a los jóvenes y fincar responsabilidades”.
La mañana del viernes 24, en el noticiero de Carmen Aristegui, Navarrete contó cómo le pidió a Aguirre dejar el cargo. Citó sus palabras: “No es que a ti se te acuse de ser culpable, pero hay una sensación de que el gobierno de Guerrero no hizo lo suficiente, no atendió el tema a tiempo. Se lo pedí a nombre del comité del partido antier por la tarde. Ayer se concretó”.
(Fragmento del reportaje que se publica en la revista Proceso 1982, ya en circulación)
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ROSALÍA VERGARA Y JENARO VILLAMIL (REPORTAJE ESPECIAL)
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