La realidad internacional se impone a los buenos deseos de los legisladores mexicanos.
Una tercera parte de los ingresos del Gobierno Federal provienen de la renta petrolera. Es por eso que tanto la Ley de Ingresos como el Presupuesto de Egresos dependen de las estimaciones económicas en torno al crudo.
Los últimos pronósticos publicados por Goldman Sachs afirman que la mezcla de petróleo Brent tocará los 80 dólares el barril para el segundo trimestre del 2015, colocando la mezcla estadounidense, el West Texas Intermediate (WTI), en los 70 dólares por barril.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, la diferencia entre el precio de la mezcla mexicana y el WTI ha sido de 5.8 dólares por barril en lo que va del 2014. De mantenerse esta diferencia el crudo mexicano se ubicaría en los 65 dólares a mediados del siguiente año.
En comparación, el proyecto de Ley de Ingresos aprobado por la Cámara de Diputados en el Congreso espera que el barril de petróleo mexicano se cotice el siguiente año en un promedio de 81 dólares el barril, un dólar por debajo de lo que originalmente propuso Hacienda.
Estimaciones oficiales afirman que por cada dólar que pierde el barril de petróleo, el Gobierno Federal deja de recibir 3 mil 800 millones de pesos.
Esto significa que, aún y dentro de un escenario moderado con la mezcla mexicana a 70 dólares el barril, el fisco dejaría de percibir más de 40 mil millones de pesos.
La problemática presionó de tal manera a los legisladores que la bancada del PRI ya contempla reducir el precio oficial a 79 dólares por barril.
Esta situación se enlista a los problemas de inseguridad que se han dado a conocer a nivel internacional por la desaparición de 43 estudiantes de la escuela rural en Ayotzinapa, Guerrero, por parte del crimen organizado.
Como paliativo, en la Cámara de Senadores el PRD y el PAN pretenden realizar cambios a la Ley de Ingresos. Pero esto podría solo quedar en un proyecto porque el PRI tiene la mayoría de votos para impedir la intentona delPAN.
En cualquier escenario se estarían modificando las cuentas públicas. O se generan mayores ingresos, o se reducen los gastos para el siguiente año, en el cual se celebrarán elecciones en gran parte del país.
El primer escenario provocará cambios en las asignaciones a rubros tan importantes como la Secretaría de Desarrollo Social, el presupuesto para la Secretaría de la Defensa Nacional y el polémico Ramo 23, relacionado con los moches en los que se vieron involucrados los legisladores del PAN.
¿Por qué cayó el petróleo?
Existen diversas razones por las que el precio de petróleo ha caído en los últimos meses.
En primer lugar se encuentra el boom de gas shale en los Estados Unidos, que inundó el mercado con energéticos.
La explotación de yacimientos de gas shale ha potenciado la producción de crudo ultraligero estadounidense.
En los últimos seis años, la producción en este país creció 65 por ciento. De acuerdo con la Administración de Información Energética de Estados Unidos, eso representa un aumento de producción de 6.5 millones de barriles diarios en el 2012, a 8.54 millones de barriles diarios en 2014.
Se espera que en el siguiente año a esta producción se le sume un millón de barriles diarios.
Bank of America publicó en julio que Estados Unidos superaría a Arabia Saudita y a Rusia para convertirse en el mayor productor de petróleo del mundo.
El exceso de oferta de crudo impacta los precios en todo el mundo. A esto hay que añadir otros factores, como la guerra de precios que mantienen los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Saudi Aramco, la empresa petrolera estatal de Arabia Saudita, está recortando el precio de sus exportaciones petroleras.
El mayor productor de OPEP intenta no perder participación de mercado y ha provocado medidas similares en Irán; los analistas esperan que el resto de los países de la OPEP hagan lo mismo.
En 1986, Aramco realizó una maniobra similar provocando en menos de ocho meses una caída del 50 por ciento en el precio del petróleo.
Por último, se debe considerar que existe una baja demanda de energéticos en el mundo debido a un debilitamiento económico mundial.
Organismo como el Fondo Monetario Internacional redujeron de manera reciente sus pronósticos de crecimiento mundial.
A pesar de una mejora en la perspectiva de crecimiento en Estados Unidos, economías como Europa, Japón, Rusia y Brasil enfrentan panoramas poco alentadores.
La Agencia Energética Internacional recortó también sus perspectivas de demanda de crudo en sus últimos tres reportes mensuales. El último de estos informes destaca la desaceleración de la economía global como un foco de alerta.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ALEJANDRO DABDOUB.
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