CHILPANCINGO, Gro: Integrantes del magisterio disidente destrozaron e incendiaron la sede estatal del PRI, se enfrentaron con policías estatales y se llevaron retenido al subsecretario de Seguridad Pública en la entidad, Juan José Gatica, a quien liberaron a cambio de la entrega de dos profesores detenidos durante la reyerta.
Dirigentes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) informaron que esta acción fue en respuesta al señalamiento que ayer hizo Luis Adrián Ramírez Ortiz, secretario de organización del Frente Juvenil Revolucionario del PRI, quien expresó su repudio contra las protestas para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y clamó por el regreso de Gustavo Díaz Ordaz, responsable de la represión de estudiantes en Tlatelolco en 1968.
“Luis Adrián narcopolitico, aquí está tu regreso de Díaz Ordaz”, expresaba una pinta en la puerta principal del auditorio del PRI en Chilpancingo, que fue incendiado al igual que las oficinas del dirigente estatal, Cuauhtémoc Salgado Romero, discípulo del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer y aspirante a la candidatura para gobernador.
Cerca de las 11:00 horas, el magisterio disidente realizó una marcha que partió del plantón que mantienen en el zócalo de esta capital y culminó con un mitin en la sede del PRI estatal, ubicado al sur de esta ciudad.
Enseguida, los manifestantes irrumpieron en el edificio y reeditaron la escena registrada hace un año cuando el mismo bloque de la CETEG destrozó y quemó el mismo inmueble.
Las grandes rejas que fueron colocadas para impedir el acceso a las oficinas de los dirigentes del tricolor en la entidad, no impidieron el acceso de la enardecida turba que arremetió contra todo y se retiraron dejando fuego y destrucción a su paso.
Enseguida, un grupo de policías estatales con equipo antimotín llegó al lugar, encabezado por el subsecretario de Seguridad Pública estatal, Juan José Gatica, quien a través de un altavoz exigió a los manifestantes que se retiraran del lugar porque bomberos iban a sofocar el incendio provocado en la sede del tricolor.
Esta situación caldeó más los ánimos y el enfrentamiento se hizo inminente.
Los cetegistas arremetieron contra la patrulla del funcionario estatal y los policías reaccionaron lanzando piedras y gas lacrimógeno en contra de los manifestantes, que fueron replegados hasta las inmediaciones del Congreso estatal.
Durante una hora, docentes y policías estatales protagonizaron una confrontación que provocó pánico entre la ciudadanía.
Los establecimientos comerciales ubicados sobre la calle José Francisco Ruiz Massieu cerraron sus cortinas; trabajadores del Congreso desalojaron el inmueble y el caos imperó durante este tiempo que exhibió el vacío de autoridades y la crisis de ingobernabilidad que se vive en la entidad.
Los docentes sacaron un vehículo tipo Urban de la agencia de autos Nissan y lo utilizaron como barricada para contener las piedras y las balas de gas lacrimógeno que lanzaban los uniformados, a las que manifestantes respondieron con bombas molotov y cohetones.
El choque entre manifestantes y policías dejó dos reporteros lesionados: Jesús Guerrero, fotógrafo del periódico La Jornada Guerrero, recibió una pedrada en el rostro y el reportero del diario El Sur, Carlos Navarrete, quien fue agredido a golpes y patadas por un grupo de antimotines que lo dejaron inconsciente y con una herida en la cabeza.
En ese momento, ambos grupos trataron de poner fin a la confrontación pero los policías seguían lanzando piedras en contra de los docentes, que arremetieron nuevamente hasta replegar a los policías que acataron la orden de Gatica y cesaron las hostilidades.
Los cetegistas denunciaron que al menos dos de sus compañeros habían sido detenidos por los uniformados y en respuesta, se llevaron retenido al subsecretario de Seguridad al plantón que mantienen en el zócalo de Chilpancingo.
Luego de unas horas, los dirigentes de la CETEG anunciaron públicamente que se comunicaron con el subsecretario de Gobernación, Luis Felipe Miranda, quien accedió a un intercambio de retenidos y enseguida liberaron al funcionario estatal.
Por su parte, el gobernador interino Rogelio Ortega, quien ayer ofreció que “aplastaran su cuerpo” ante los daños provocados por las protestas que exigen justicia por el caso Ayotzinapa, esta tarde simplemente hizo mutis y permaneció encerrado en la residencia oficial Casa Guerrero monitoreando las protestas a distancia.
Al respecto, los cetegistas advirtieron que seguirán las protestas para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y desconocieron como interlocutoras a las autoridades del gobierno interino por considerar que han sido rebasadas por los hechos y no garantizan ninguna solución al conflicto.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: EZEQUIEL FLORES CONTRERAS.
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