El organismo aseguró que es reprobable cuando la sociedad y la autoridad se enfrentan en este tipo de movilizaciones.
Durante la marcha del #1DMX, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) conformó un grupo de 80 visitadores adjuntos, en coordinación con la comisión del DF, para vigilar la actuación de las autoridades de seguridad pública y prevenir abusos por parte de los policías contra los manifestantes, informó el organismo.
En un comunicado, la CNDH explicó que los visitadores formaron una valla con el objetivo de evitar daños, especialmente a mujeres, adultos mayores, menores y defensores civiles, a quienes acompañaron hasta el metro para su total retiro.
Además, otro grupo de visitadores fue a la delegación a la cual los policías llevaron a los detenidos, con el fin de verificar su estado de salud y situación jurídica.
La CNDH dice que los grupos de visitadores se constituyeron en los distintos lugares desde donde saldrían los contingentes, con el objetivo de acompañarlos y verificar que la manifestación se desarrollara en forma pacífica.
“En el desarrollo de la marcha, algunas personas encapuchadas se integraron al contingente, principalmente por la retaguardia, y fueron quienes, al parecer, cometieron actos vandálicos contra varios establecimientos y, además, pusieron en riesgo la seguridad e integridad de los participantes”, informó la CNDH.
“Los enfrentamientos de grupos de la sociedad civil contra autoridades y representantes del orden público son señales de alarma que nos advierten sobre el surgimiento de expresiones sociales de carácter agresivo que, si no se atienden con eficiencia, pueden llevarnos a situaciones de desgobierno”, dice la CNDH, quien retiera que quien haya cometido algún delito debe ser investigado y sancionado.
La CNDH condenó las expresiones violentas que se han presentado durante las manifestaciones, ya que ponen en entredicho las bases del Estado de Derecho.
Para la CNDH, las conductas registradas el 1 de diciembre y el 20 de noviembre, en las que hubo destrozos y ataques contra servidores públicos, representa una situación grave, ya que en los dos casos se resalta la impunidad por no poder castigar a los agresores y no poder sancionar a la autoridad.
”La CNDH reprueba cualquier manifestación de violencia, sobre todo tratándose del ejercicio de los derechos a la libre manifestación”, indicó la instancia.
La institución ha iniciado una queja de oficio para revisar la actuación de los cuerpos de seguridad que intervinieron en los acontecimientos y una vez recabadas las evidencias del caso emitirá su pronunciamiento, ya que dos personas resultaron heridas por los ataques de servidores públicos.
Miles de personas participaron este lunes 1 de diciembre en una protesta masiva en el centro del Distrito Federal, en la que condenaron la manera de gobernar del presidente Enrique Peña Nieto.
La manifestación fue convocada para exigir justicia en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde hace más de dos meses y en reclamo por la situación de violencia en el país y, durante la misma, la mayoría de las consignas fue de rechazo contra el mandatario federal.
La manifestación se desarrolló de manera pacífica pero, al terminar el mitin, un grupo de personas con el rostro cubierto hizo destrozos en diversos comercios en la Zona Rosa de la capital mexicana, rompiendo vidrios y puertas y arrojando proyectiles incendiados.
Los actos vandálicos ocasionaron que cientos de policías capitalinos iniciaran un operativo en el lugar, rodeando y buscando aislar a los autores de los mismos; sin embargo, organizaciones civiles como el Colectivo Marabunta denunciaron que la policía encapsuló a manifestantes que protestaban pacíficamente.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN
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