México espera un duro invierno financiero. La Bolsa Mexicana de Valores registra una caída constante, el tipo de cambio frente al dólar supera los 15 pesos y el precio del crudo mexicano sobrepasó la barrera de los 50 dólares. ¿Cómo llegaremos a la cuesta de enero?
La Navidad no llegará a la economía mexicana. Las finanzas del país se encuentran rodeadas de problemas: la Bolsa Mexicana de Valores registra una caída constante desde septiembre, borrando todo el avance conseguido en el año.
El tipo de cambio del peso frente al dólar supera los 15 pesos, y el precio del barril de petróleo mexicano llegó a cotizarse ayer en 49.46 dólares.
Más allá de ser un fenómeno transitorio, la situación representa problemas estructurales en México que demandan la toma de acciones.
Mientras tanto, el cierre del año promete ser complicado para los mexicanos, a quienes les espera una cuesta de enero empinada.
Depreciación profunda
La debacle del peso mexicano frente al dólar tiene dos frentes. Por un lado, la inminente alza de tasas de interés en Estados Unidos incentiva a los inversionistas globales a trasladar su dinero desde activos más riesgosos alrededor del mundo hacia el bono del Tesoro de Estados Unidos.
El peso mexicano ha perdido más del 10 por ciento de su valor frente al dólar en los últimos tres meses. Tan sólo durante el mes pasado, la caída fue de 8 por ciento. Ayer al mediodía el dólar spot se cotizaba a 14.75 pesos .
Durante el mes pasado, el peso mexicano presentó el segundo peor desempeño en relación al dólar entre las divisas más negociadas del mundo, según señala el portal Bloomberg.
Ante esta coyuntura, la Comisión de Cambios del país, conformada por miembros de la Secretaría de Hacienda y de Banco de México, reaccionó con una subasta de 200 millones de dólares para estabilizar el valor del peso.
Se tomaron medidas para asegurar la liquidez en el mercado cambiario dada la volatilidad reciente en los mercados financieros.
El segundo frente de la debacle del peso responde a la fuerte caída en los precios del petróleo. Considerando que México es evaluado por los inversionistas como un mercado emergente, Jack Deino, analista de Invesco, señala que la baja en el precio del crudo promueve la venta de este tipo de activos de riesgo.
Además, agrega que el peso mexicano está siendo injustamente castigado por el mercado, pues la economía de México está diversificada y no depende del petróleo en su totalidad.
Sin embargo, apunta que “mientras el petróleo siga bajando, será difícil hacer un argumento a favor de la estabilización del peso mexicano”.
La divisa mexicana se encuentra en un espiral negativo que exacerba su depreciación. Analistas coinciden en que el mercado está apostando a la caída del peso. El argumento yace en que el debilitamiento de la moneda y de los precios del crudo limitarán las inversiones en el sector energético, inversiones que son el sustento de las proyecciones de crecimiento del gobierno mexicano.
La bolsa rota
El pasado 8 de septiembre, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró su más alto valor en la historia.
Desde entonces, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), aquel que sigue el desempeño de las 35 empresas más representativas de la bolsa, registra una caída constante.
Cuando esta tendencia negativa se volvió evidente, los analistas económicos afirmaron que se debía a un proceso natural de ajuste.
Sin embargo, la bolsa no ha conseguido frenar su tendencia negativa, y en los últimos tres meses borró todo el avance que consiguió en el año.
Lo que más preocupa a los analistas es que esta caída ya no va de la mano con los cambios en los principales índices bursátiles de Estados Unidos.
Todo esto refleja una gran preocupación entre los inversionistas extranjeros y nacionales. Las expectativas de México cayeron y la recuperación estadounidense está provocando una fuerte fuga de capital.
El consenso entre analistas afirma que el país no ha perdido por completo su Mexican Moment, aquel término acuñado por la revista The Economist para referirse al gran potencial que tiene el país.
Lo que más le preocupa a las empresas e inversionistas, más allá de los problemas de violencia e inseguridad, es la corrupción en los altos niveles de gobierno.
Blackrock, el administrador de fondos más grande del mundo, sitúa a México con un nivel de riesgo país similar al de Sudáfrica e Indonesia.
La firma, que tiene bajo su tutela más de 4.3 billones de dólares en activos, considera que países como Brasil, Rusia, China y Malasia cuentan con un riesgo soberano menor al de México.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: STAFF
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