Las colonias Cerro de la Cruz y Nuevo México, en la zona metropolitana de Torreón, fueron laceradas por la violencia con la expulsión de decenas de familias de sus hogares, por parte de Los Zetas. Después de años de estar lejos de sus casas y de acciones de las autoridades, hoy sus desplazados regresan y cuentan sus historias.
Las colonias Cerro de la Cruz y Nuevo México, en la zona metropolitana de Torreón, fueron laceradas por la violencia con la expulsión de decenas de familias de sus hogares, por parte de Los Zetas. Después de años de estar lejos de sus casas y de acciones de las autoridades, hoy sus desplazados regresan y cuentan sus historias.
Cuando llegué un día del trabajo, ellos ya estaban dentro de mi casa y nos sacaron. No nos dejaron sacar ni muebles, ni ropa, ni dinero, todo se quedó ahí”, recuerda Ana María Zapata, habitante de la colonia Nuevo México al poniente de Torreón. Lugar donde los cárteles de la droga se instalaron para luchar por la plaza, sembrando la violencia en La Laguna.
“Ellos lo único que nos dijeron fue que nos retiráramos. Que esa casa ya no era de nosotros, sino de ellos. Todo el cerro era de ellos”, comenta Ana María, de 35 años. Esto ocurrió a inicios de 2008.