El artículo de The Daily Beast se llama: “El loco plan de México, de entregar armas a las pandillas”. Narra cómo la violencia y el descontrol han vuelto a Michoacán, mientras crecen las dudas sobre el papel que ha jugado el Comisionado federal, Alfredo Castillo Cervantes. Cita a Selene Vázquez Alatorre, regidora de Morelia por Movimiento Ciudadano, quien se lo refiere como el “policía corrupto”. También narra cómo en Michoacán se insiste en que el enviado desde Los Pinos ha llevado al poder a criminales y a otro cártel: el de Los Viagras, antagónico de los mermados Caballeros Templarios.
Apenas unos días antes, Los Ángeles Times había expuesto cómo el papel de Castillo pone en duda la estrategia federal en Michoacán.
El autor del artículo, Jason Mcgaham toca dos temas escabrosos más: uno es el arresto de Hipólito Mora tras el asesinato de su hijo, y el otro es la matanza de civiles en Apatzingán apenas el 6 de enero pasado.
A las 3 de la mañana del 6 de enero, recuerda, la Policía Federal irrumpió en el ayuntamiento de Apatzingán y expulsó a los manifestantes que ocupaban la oficina del Alcalde. La Policía Federal tomó una serie de camionetas, que según ellos fueron reportadas como robadas. Castillo informó una baja durante la expulsión: la de un manifestante que fue atropellado por un camión cuando intentaban huir.
“Un testigo, un funcionario gubernamental en Apatzingán, dijo a The Daily Beast que sospechaba que había muchos más heridos de los que el Comisario reconoció. ‘Tenían que ser heridas de bala porque había sangre por todo el lugar, y lo vi con mis propios ojos. Sabemos que hubo muchos heridos, porque había sangre por todo el Ayuntamiento’. Los vehículos en cuestión, dijo el funcionario, efectivamente fueron robados, muchos que fueron robados a los miembros de Los Caballeros Templarios durante su persecución en meses anteriores. Agregó que la Policía Rural, por su parte, habían estado robando camiones de ciudadanos de a pie en la zona”.
De la segunda manifestación, en donde fue la mayor matanza, el mismo funcionario local dijo al medio estadounidense que los manifestantes estaban armados con palos y piedras, no con armas de fuego.
“Le puedo decir lo que he visto por mí mismo aquí, en la avenida de la Constitución, donde todo pasó”, dijo. “Aproximadamente a las 7:45 de la mañana, escuchamos disparos y vimos a las personas de los grupos de autodefensa saltar desde sus camiones, y estaban gritando: ‘Estamos desarmados, no disparen!’ Y a la policía no le importó un bledo. Mataron a un pobre niño en ese mismo momento. Había mujeres y niños alrededor y que no les importa un bledo. Los mataron todos así. Uno de ellos gritó: ‘¡No disparen! Estamos desarmados! Por favor, no nos maten!’ Y a ellos no les importa un bledo. Igual que todo fue hecho a propósito, bajo órdenes. Asqueroso. Peor que un tiroteo. Esta fue una masacre”.
El artículo no reseña otros eventos, sobre todo los últimos. Hoy, por ejemplo, un Juez federal de Michoacán dejó en libertad a 43 de las 44 personas detenidas durante el enfrentamiento en la Presidencia Municipal de Apatzingán. Dictó formal prisión a seis de los detenidos, pero cinco salieron bajo libertad provisional y sólo uno quedó en prisión.
También hoy, el Gobernador Salvador Jara Guerrero indicó que podría ser evaluada la permanencia de Castillo Cervantes luego de los enfrentamientos ocurridos en La Ruana (donde murió un hijo de Hipólito Mora y otros ciudadanos más) y los de Apatzingan la semana pasada. “No lo sé. Necesitamos evaluar la situación, no es una cuestión sencilla, después de los hechos que ocurrieron ahí en La Ruana, y estos acontecimientos de diciembre y enero, estamos evaluando, precisamente, la pertinencia”, expresó.
Y dos días antes, el 14 de enero, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) anunció que está investigando la matanza en Apatzingán donde las cifras oficiales hablan de nueve muertos, pero videos y fotos (como las difundidas por el ex Alcalde de Tepalcatepec, Guillermo Valencia) indican que pudo haber más. La CNDH pidió explicaciones a las autoridades federales y locales señaladas como probables responsables de los hechos. El organismo continuará con su investigación. Para ello, un grupo de visitadores se trasladó a la zona para iniciar el expediente.
“La delincuencia organizada en Michoacán no desapareció por magia, se escondió. Ahí siguen y frente a una debilidad institucional vuelven a salir”, afirmó el 12 de enero la Senadora Luisa María Calderón Hinojosa, originaria del estado, en una entrevista con SinEmbargo.
MICHOACÁN EN GUERRA
Cuando Los Caballeros Templarios tomaron el control de Michoacán y de sus plantaciones de amapola y mariguana, así como de los cultivos de lima y aguacate y las exportaciones de metales a China, el gobierno de Enrique Peña Nieto, a través del Comisionado federal, Castillo Cervantes, armó y organizó a un grupo de defensas civiles (vigilantes en inglés) que ahora opera rampante, dice The Daily Beast.
“Los Caballeros se tomaban otras libertades. Extorsionaban por protección a los dueños de negocios locales; controlaron el secuestro ocasional y la expropiación de tierras y ganado. El cartel había infiltrado en los gobiernos locales y estatales de tal manera que no había salida para la acumulación de resentimiento popular. Luego, en febrero de 2013, grupos de hombres, muchos de ellos agricultores, formaron docenas de guardias armados autodefensa en todo el estado para combatir los Templarios”, agrega.
Jason Mcgaham, el autor del texto, describe cómo Castillo entró a la escena y le dio sus alternativas a los grupos de autodefensa: se unen al gobierno, o se enfrentan a lo que venga. Cita cómo, a la vez, el Comisionado federal se fue acercando a hombre y grupos vinculados con el crimen organizado, como “El Abuelo” Farías o “Simón El Americano”.
Y “hoy en día, la situación de seguridad en Michoacán se está desmoronando rápidamente”, agrega Mcgaham en el texto de The Daily Beast.
Indica que la Fuerza Rural, conformada por los ex integrantes de los grupos de autodefensa, es “ridiculizada” por la ciudadanía que identifica a algunos de sus elementos como miembros del crimen organizado. Y fuentes en varias partes del estado al medio norteamericano que los delincuentes están en todas partes. “En feudos históricos localizados entre los pueblos y ciudades, se han intensificado los enfrentamientos sangrientos entre unidades fuertemente armadas de la Policía Rural. La Comisión [para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, que dirige Castillo] parece para muchos a estar perdiendo el control sobre las fuerzas de policía rural que creó”, dice.
“El problema ahora es que la Policía Rural se convirtió en sí en un bastión, no sólo para los pandilleros hostiles a Los Caballeros Templarios sino para criminales de menor rango, a quienes se refiere despectivamente entre las filas como ‘los arrepentidos’. El término ‘la legítima fuerza de defensa’ fue acuñado como una manera de distinguir de elementos corruptos dentro la Policía Rural”.
The Daily Beast alerta sobre “el crecimiento y la consolidación de un cartel peligroso de fuera del estado, llamado Los Viagras y, más concretamente, la falta de una respuesta de la Comisión a las solicitudes de detención de los miembros del cártel”.
Jorge Vázquez, un autodefensa levantado en Aguililla apenas en septiembre pasado, dijo al diario que Los Viagras había infiltrado en la Policía Rural y estaban utilizando la impunidad que les otorga la placa y el uniforme para extorsionar a la gente de todo Michoacán.
Agregó que muchos de los “arrepentidos” que forman parte de la Policía Rural continúan trabajando para Servando Gómez “La Tuta”, líder del cártel de Los Caballeros Templarios.
FUENTE: SIN MEBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
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