XALAPA, Ver: Reporteros y fotoperiodistas radicalizaron sus protestas para exigir la aparición con vida del periodista de “La Unión” y activista social Moisés Sánchez Cerezo, y de paso fustigaron que la SSP y la PGJE mantengan en “veto de silencio” las investigaciones sobre el caso.
Una treintena de comunicadores, acompañados de estudiantes universitarios, marcharon por las principales calles de la ciudad para exigir la aparición con vida de Moisés Sánchez.
Sin embargo, ante la indiferencia gubernamental, decidieron cerrar el tráfico vehicular de la arteria principal (Juan de la Luz Enríquez) desde las cinco de la tarde hasta las 20:30 horas, cuando el procurador Luis Ángel Bravo anunció una rueda de prensa para poner fin a las especulaciones.
En su oficina, Bravo reconoció que el pasado lunes, en la congregación de “Piedra del Indio” del municipio de Soledad de Doblado –cerca de Medellín, donde fue secuestrado el reportero de “La Unión” el viernes anterior– hicieron el levantamiento de un cadáver del sexo masculino, tirado a orilla de la carretera.
El titular de la PGJE pidió a la prensa un plazo de “tres o cuatro” días para saber si se trata del cuerpo de Sánchez Cerezo.
“El cadáver está irreconocible”, justificó el fiscal.
A través de reporteros de la nota roja, elementos de la Policía Ministerial filtraron a la prensa que el lunes por la noche “el cuerpo del reportero” había sido hallado en la carretera Soledad de Doblado-Camarón de Tejeda.
Hoy se cumplen seis días de la desaparición de Sánchez Cerezo y su secuestro a manos de un comando hizo que en los últimos días periodistas, activistas y estudiantes de Xalapa marcharan por el centro de la ciudad exigiendo al gobierno de Javier Duarte la pronta aparición con vida de su colega.
La periodista de La Jornada Veracruz, Norma Trujillo, dijo que existe un temor de que se esté realizando una estrategia de silencio similar a la llevada a cabo en el caso de Gregorio “Goyo” Jiménez, asesinado el 6 de febrero pasado, cuando se guardó silencio sobre la investigación y se informó sobre su muerte días después de tener indicios sobre la ubicación de su cuerpo.
Con cartulinas y gritos de consignas de “¡Vivo se lo llevaron, vivo lo queremos!”, los manifestantes exigieron claridad en la investigación del caso. Además, lamentaron la falta de protocolos preventivos de seguridad para los periodistas en el estado.
También advirtieron que “tal parece que estamos frente a una estrategia que ha llevado a cabo la Procuraduría en cuanto a las desapariciones. Si recordamos el caso de Gregorio Jiménez nos damos cuenta de que fue el mismo procedimiento. Se han encontrado cuerpos en las últimas horas y todo indica que de un momento a otro podría aparecer una noticia no tan esperada por nosotros”.
Ayer el gobierno de Duarte decidió “detener” a todo el cuerpo de la Policía Municipal de Medellín (38 elementos) para obtener una línea de investigación clara de quién y bajo qué motivos secuestró al reportero y activista social veracruzano.
AUTOR: NOÉ ZAVALETA.
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